EE.UU.
votará sin garantía de limpieza |
Observadores
internacionales denuncian los déficit aún graves en las
elecciones Nuevos pleitos e irregularidades en el voto
anticipado de Florida
Estados Unidos elegirá presidente dentro de diez días sin
que se hayan disipado por completo las sospechas que
enturbiaron los caóticos comicios del 2000. Un grupo de
observadores internacionales denuncia las carencias graves,
técnicas y políticas que mantiene el sistema norteamericano,
impropias de un país avanzado.
Las elecciones estadounidenses del 2 de noviembre no se
celebrarán con las garantías de integridad democrática
exigibles a un país desarrollado. El ex presidente Jimmy
Carter lo advirtió hace unas semanas. Otras voces y los
hechos sobre el terreno lo están confirmando. A la misma
conclusión han llegado veinte observadores internacionales,
invitados por la organización pro derechos humanos Global
Exchange, que han estudiado los preparativos electorales en
cinco estados considerados claves para el desenlace de los
comicios, entre ellos Florida y Ohio.
EXCLUIDOS
Alrededor de 4,7 millones de ex delincuentes -muchos
negros e hispanos- están privados de votar
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La delegación internacional -que incluía parlamentarios,
diplomáticos, juristas, periodistas, líderes cívicos y
experimentados supervisores electorales de 15 países- ha
elaborado un exhaustivo informe de 50 páginas en el que
reconoce los avances hechos para evitar un nuevo caos como
en el 2000, pero advierte que las carencias e
irregularidades del sistema son aún muy serias y amenazan la
pureza de las elecciones.
El principal reproche hecho por el informe de los expertos
es el carácter partidista de los órganos y las personas que
supervisan los comicios en los estados. Esa situación quedó
palpable hace cuatro años en Florida en la persona de la
secretaria de Estado, Katherine Harris -en la actualidad
congresista en Washington- y hay indicios de que vuelve a
ocurrir con la actual titular del cargo, Glenda Hood. Por
eso recomiendan que se creen entes independientes de control
y que se invite a observadores nacionales e internacionales.
Otra de las lacras denunciadas es la privación de voto a ex
delincuentes en ocho estados. Eso hace que 4,7 millones de
ciudadanos -con alta proporción de afromamericanos e
hispanos- no puedan ejercer ese derecho ciudadano.
A pesar de la gran inversión económica y los cambios legales
aprobados, los procedimientos electorales en EE.UU.
continúan presentando muchos problemas, con una complejidad
agravada por la diversidad de normas estatales. Los
observadores avisan de las confusas reglas para el registro
e identificación de votantes, las dudas sobre el uso del
llamado voto provisional (para personas que acuden a votar y
no figuran en la lista del censo) y la fiabilidad dudosa de
muchos de los sistemas de sufragio empleados. Una de las
mayores preocupaciones es la falta de un comprobante en
papel del voto efectuado por pantalla electrónica. Además,
en muchos estados seguirán utilizándose métodos susceptibles
de errores, como las tarjetas perforadas. En Ohio, un estado
que puede decantar el pulso entre Bush y Kerry, un 70 por
ciento de los votantes utilizará este procedimiento tan
imperfecto. Para complicar todavía más las cosas, la
preparación de los funcionarios presentes en los colegios
electorales para solventar dudas y ayudar a los votantes
deja bastante que desear.
PRECARIEDAD
No hay supervisión independiente de los comicios y
siguen utilizándose métodos poco fiables
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La consecuencia más negativa de muchas de las carencias y
fallos es la discriminación de votantes de las minorías
étnicas -hispanos, afroamericanos e indígenas americanos-.
En Arizona, por ejemplo, sólo el 30 por ciento de los
latinos con derecho a voto están registrados, y de ellos
suele votar la tercera parte. Eso significa que únicamente
participa el 10 por ciento de este sector tan importante,
que representa el 25 por ciento de la población del estado.
Los observadores han recogido muchas quejas de los indios
navajos -repartidos por los estados de Arizona, Nuevo México
y Utah- por los problemas lingüísticos a la hora de votar y
la lejanía de algunos colegios electorales.
Desde Florida, mientras tanto, siguen llegando noticias
sobre pleitos, quejas y preocupación sobre las elecciones.
Según publicó ayer en portada el diario USA Today, hay
planteadas demandas sobre la falta de comprobantes en papel
del voto en las pantallas electrónicas y sobre la escasez de
locales y rigidez de horarios para efectuar el llamado voto
adelantado.
Los republicanos quieren presentar un recurso por la
participación paralela al Partido Demócrata de sindicatos y
otros grupos en acciones para convencer a los votantes a
acudir a las urnas el próximo 2 de noviembre. En el condado
de Duval, que ya fue escenario de irregularidades hace
cuatro años, hubo de dimitir el supervisor electoral después
de que un grupo de pastores protestantes negros denunciaran
maniobras para evitar el voto de los afroamericanos. Frente
a uno de los locales de voto anticipado se colocó un
investigador privado que no quiso identificar para quien
trabajaba y que se dedicó a filmar con vídeo a los votantes,
hasta que intervino el sheriff.
Prueba de la importancia de Florida, donde están en juego 27
delegados electorales, es que tanto el candidato demócrata
como el republicano estarán allí durante el fin de semana,
pisándose los talones e incluso realizando algunos mitines
en las mismas ciudades.
Eusebio Val
23 de octubre de 2004
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