El periódico Tal Cual, que se publica en
Caracas bajo la dirección de Teodoro
Petkoff, ha sido condenado por una jueza
del Tribunal de Protección del Niño y el
Adolescente, a pagar una multa de cien
millones de bolívares, "equivalentes a
diez meses y quince días de ingreso".
Una sentencia política, disfrazada de
sentencia judicial.
Todo se debe a la publicación de un
artículo que causó profundo disgusto al
presidente Chávez, firmado por el
humorista Laureano Márquez, en forma de
una carta dirigida a la hija del
mandatario bajo el título "Querida
Rosinés". El humorista, por su parte,
fue condenado a pagar el "equivalente a
diez meses y quince días de ingreso
mensual", lo que resulta en una suma
exorbitante, tan brutal como la cobrada
al periódico, amenazado con la quiebra,
al punto que hubo de hacer una colecta
pública para poder pagar. Pagar, o
cerrar.
Tal Cual no es un periódico poderoso,
que pertenezca a ningún consorcio "de la
derecha capitalista y proimperialista"
como el presidente Chávez suele
alegar al infringir sus castigos,
alegato que ha hecho valer en el caso
Radio Caracas Televisión (RTCV),
sentenciada al cierre definitivo por
medio del arma de la cancelación de su
licencia. Tampoco Tal Cual ha estado a
favor de ningún golpe de estado, ni del
que dio Chávez primero, ni del
que después le dieron a Chávez.
Tal Cuál es un periódico moderno, de
izquierda democrática, sin recursos de
capital, que representa una alternativa
de información independiente, y el
gobierno de Chávez no puede acusar a
Teodoro Petkoff de ser parte
de ninguna conspiración de la derecha.
Luchó contra la dictadura de Pérez
Jiménez, combatió en las filas de
la guerrilla de Douglas Bravo,
y fue luego de los fundadores del
Movimiento al Socialismo (MAS),
al que García Márquez donó
el monto del premio Rómulo Gallegos. Su
reciente libro "Las dos izquierdas", es
una muestra de la lucidez de su
pensamiento crítico y abierto, y de su
posición firme contra el autoritarismo
bajo cualquier disfraz.
Pero vamos a los hechos. Chávez
suele utilizar el nombre y la figura de
su hija Rosinés en su programa
"Aló presidente", transmitido en
obligatoria cadena nacional. Cuando en
noviembre del año 2005 explicaba las
razones para cambiar la orientación del
caballo en el escudo nacional, que por
razones ideológicas ya no galopa ahora
hacia la derecha, sino hacia la
izquierda, lo hizo en diálogo figurado
con la niña; y entre otras muchas cosas
la ha usado para explicar el socialismo,
"el socialismo de Rosainés", algo
que pertenece a su propio estilo
familiar y pintoresco. A nadie se le ha
ocurrido decir que Chávez usa a
su hija menor de edad, y se vale de su
inocencia, o de su incapacidad de
respuesta, para transmitir sus mensajes
políticos.
Pero es precisamente de lo que fueron
acusados el periódico y el humorista por
la Fiscalía de Chávez, y por lo
que resultaron condenados por la jueza,
que cita ella misma en su sentencia, en
prueba del delito, el siguiente párrafo
del artículo en forma de carta: "ustedes
los niños tienen mucho poder y yo sé que
tu papá te hace caso. Probablemente eres
la única persona a la que escucha con
atención. Además, tu y tus sobrinitos
son los únicos capaces de hablar
francamente sin el miedo que nos da a
nosotros…una última cosa para que le
pidas: que no se ponga tan bravo con los
que no pensamos como él y que no nos
regañe tanto. A veces nos llama
golpistas y fascistas y le provoca a uno
responderle como tu sobrinito: ' ¡pirata
tú!'...pídele también que no haga tantas
cadenas. Eso sí, todo esto como cosa
tuya..."
Y dice entonces la jueza: "el contenido
del artículo está cargado de irrespeto a
la inocencia de la niña, y a la
integridad de su vida familiar, como
cuando el escritor del artículo señala:
...'no te recomiendo los Picapiedra,
pues a lo mejor a tu papá no le gusta,
porque presentan el modelo capitalista
como algo natural y propio del hombre'…,
el citado artículo incita además el
enfrentamiento de la niña con su padre
debido a las injerencias arbitrarias a
su vida privada…e induce a la niña a que
le mienta a su padre, en contraposición
de la verdad, además involucrando a la
niña Rosinés como una persona
pública, donde no lo es por su condición
de niña…" Es decir, es pública sólo para
su padre.
Y una perla final: considera la jueza
que el artículo incita al "irrespeto
hacia los símbolos patrios, hacia su
padre, ya que independientemente del
cargo que éste ejerce, el mismo merece
el respeto de sus hijos, y no debe un
medio de comunicación a través de sus
publicaciones, incitar a una niña el
menosprecio hacia su progenitor, no debe
involucrar a una niña en las diferencias
políticas en atención al cargo que éste
ostenta, no tiene la niña porque saber
de manera directa de las
disconformidades políticos de los
ciudadanos…"
¿Pero quién subió a la niña al
escenario? Una sentencia de estas, no es
sino el rayo que desde las alturas hace
caer Júpiter tronante en contra de los
mortales que se atreven a disentir, a
pensar de otra manera, o a tomar una
posición independiente frente al poder,
o contraria al poder, o a reírse de las
extravagancias del poder. No se trata de
la inocencia de una niña, sino de la
perversión de un sistema que tiene por
natural, y necesario, prescindir de la
libertad de expresión. Y muestra,
además, poco o nada sentido del humor, y
mucho de intolerancia. Desde luego que
humor y tolerancia, que van siempre de
la mano, repugnan al poder arbitrario y
vengativo, que presenta siempre el seño
fruncido.
Sergio Ramírez
Convenio Rel-UITA/La
Insignia
6 de marzo de 2007 |
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