Llama el presidente a
movilizarse frente a "cualquier intento de sabotaje" de
las empresas.
Da 180 días de plazo a
compañías para firmar nuevos contratos o "deberán
abandonar el país".
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Durante un mitin en La Paz, en el orden acostumbrado: el
líder del Senado boliviano, Santos Ramírez; el
vicepresidente, Alvaro García Linera; el presidente, Evo
Morales; el ministro de Hidrocarburos y Energía, Andrés
Soliz Rada, y el canciller David Choquehuanca, luego del
decreto de nacionalización ayer en Bolivia Foto Ap
La Paz, 1º de mayo. Bolivia nacionalizó sus
hidrocarburos hoy, por tercera vez en los últimos 70
años. Luego que el presidente Evo Morales diera a
conocer la medida, desde el campo gasífero San Alberto,
provincia del Chaco, el vicepresidente, Alvaro García
Linera informó que las fuerzas armadas y la Policía
Nacional ocuparon los 56 campos gasíferos, las tres
refinerías, las plantas engarrafadoras, las gasolineras
y resguardan todos los gasoductos.
"Se acabó el saqueo de los recursos por parte de las
empresas petroleras internacionales", aseveró el
mandatario en su mensaje transmitido desde el campo
citado, ubicado en el departamento de Tarija, en el
extremo sur del país, cerca del límite con Argentina.
Pidió a "los patriotas leales con su nación" movilizarse
frente a "cualquier intento de sabotaje de algunas
empresas".
Advirtió además que si el decreto "no se respeta, lo
haremos respetar por la fuerza". En el mismo se da un
plazo de 180 días para regularizar su situación mediante
la firma de nuevos contratos. Las petroleras que no los
firmen deberán abandonar el país.
Conforme al decreto supremo 28701 denominado Héroes del
Chaco, "el Estado recupera la propiedad, la posesión y
el control total y absoluto de estos recursos". "Se
nacionalizan las acciones necesarias para que
Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB)
controle como mínimo 50 por ciento más uno en las
empresas Chaco, SA., Andina S.A., Transredes SA.,
Petrobras Bolivia Refinación SA., y Compañía Logística
de Hidrocarburos de Bolivia SA."
Otras petroleras trasnacionales que operan en el país y
serán afectadas por la nacionalización son la española
Repsol, la francesa Total y las británicas British Gas y
British Petroleum.
Pasado el mediodía, en la plaza Murillo, frente al
Palacio Quemado, sede de gobierno en La Paz, unas cinco
mil personas -entre gremiales (vendedores ambulantes),
trabajadores al servicio del Estado, cooperativistas,
maestros, estudiantes, mineros, amas de casa- escucharon
y aplaudieron la transmisión del anuncio de la
nacionalización, la lectura del decreto supremo 28701, y
el mensaje a la nación de Morales Ayma mientras agitaban
banderitas bolivianas, cubanas y venezolanas, y
múltiples pancartas con la imagen del legendario
guerrillero cubano-argentino Ernesto Che Guevara.
Al filo de las 20 horas el presidente Morales, desde el
balcón del palacio, dirigió un mensaje ante una plaza
abarrotada en el que afirmó: "el voto del pueblo no ha
sido en vano", hoy se nacionalizaron los hidrocarburos,
"mañana será la minería, pasado mañana la forestal... la
tierra -dijo ante una demanda desde la plaza- espérenme
un poquito". Se está preparando la recuperación de la
tierra para los bolivianos, apuntó.
Hizo además un reconocimiento a la participación no sólo
de su gabinete y de los movimientos sociales, sino
también de las fuerzas armadas y de la policía nacional
"que en los gobiernos neoliberales estaban al servicio
de las trasnacionales" y ahora se suman al movimiento de
cambio en democracia que lidera su gobierno. Subrayó que
la base del ejército boliviano son los soldados aymaras
y quechuas.
Mencionó que a finales de mayo se tomarán acuerdos para
la industrialización del gas natural y el petróleo en
Bolivia.
Más adelante Morales Ayma enfatizó que "algunas empresas
van a tratar de conspirar contra este cambio",
mencionando a la brasileña EBX, "una empresa ilegal" que
desde Puerto Suárez ha tratado de enfrentar a los
bolivianos. Llamó a los dirigentes de esa ciudad "a no
ser instrumentos de ninguna ilegalidad".
El vicepresidente García Linera subrayó en su discurso
que la nacionalización representará un ingreso adicional
de 300 millones de dólares más, anualmente, al Estado
boliviano por concepto de regalías, para totalizar 780
millones de dólares, ya que con los presidentes Sánchez
de Lozada, Banzer y (Tuto) Quiroga los extranjeros se
llevaban 82 por ciento del total de la producción y el
estado se quedaba con 18 por ciento. Ahora será al
revés, 82 por ciento para el Estado boliviano y 18 por
ciento para las empresas extranjeras.
Advirtió que no se aceptarán presiones "de ninguna
empresa extranjera, de ningún gobierno, de ningún
traidor antipatriótico camuflado en el Parlamento que
quiere seguir defendiendo la propiedad de los
extranjeros".
Inicialmente se esperaba que al mediodía Morales Ayma
hiciera su arribo a la plaza para dar a conocer tanto el
porcentaje de incremento al salario mínimo -un máximo de
20 por ciento-, en este día Internacional del Trabajo,
como la derogación de un artículo del decreto que
estableció en Bolivia la libre contratación de los
trabajadores. El anuncio de la nacionalización fue
sorpresivo.
El decreto de nacionalización establece que a partir de
hoy las empresas petroleras que actualmente realizan
actividades de producción de gas y petróleo en el
territorio nacional, están obligadas a entregar en
propiedad a YPFB "toda la producción de hidrocarburos" y
ésta asume a nombre y en representación del Estado, "su
comercialización, definiendo las condiciones, volúmenes
y precios tanto para el mercado interno, como para la
exportación y la industrialización".
Determina también que sólo podrán seguir operando en el
país las compañías que acaten inmediatamente las
disposiciones de este decreto, y un plazo no mayor a 180
días desde su promulgación, regularicen su actividad,
mediante contratos, que cumplan las condiciones y
requisitos legales y constitucionales.
Durante el periodo de transición, "para los campos cuya
producción certificada promedio de gas natural del año
2005 haya sido superior a los 100 millones de pies
cúbicos diarios, el valor de la producción se
distribuirá de la siguiente forma: 82 por ciento para el
Estado (18 por ciento de regalías y participaciones, 32
por ciento de Impuesto Directo a los Hidrocarburos IDH y
32 por ciento a través de una participación adicional
para YPFB), y 18 por ciento para las compañías (que
cubre costos de operación, amortización de inversiones y
utilidades)".
Para los campos que produzcan menos de 100 millones de
pies cúbicos diarios, durante el periodo de transición
se mantendrá la actual distribución del valor de la
producción de hidrocarburos.
Habrá auditorías
El Ministerio de Hidrocarburos y Energía realizará
auditorías a las empresas, que "servirán de base a YPFB
para determinar la retribución o participación
definitiva correspondiente a las compañías en los
contratos a ser firmados" añade.
Para garantizar la continuidad de la producción, YPFB
tomará a su cargo la operación de los campos de las
compañías que se nieguen a acatar o impidan el
cumplimiento de lo dispuesto en el citado decreto.
Entre las primeras reacciones de dirigentes sociales,
destacan las de Jaime Solares, de la Central Obrera
Boliviana (COB), y Felipe Quispe, líder de la
Confederación Sindical Unica de Trabajadores Campesinos
de Bolivia (CSUTCB), quienes coincidieron -hablando por
separado- en criticar la medida como "limitada"
La Jornada
2 de mayo de 2006