Costa Rica propondrá ante la
Asamblea General de la OEA la creación de un mecanismo de
verificación para garantizar que los acuerdos
internacionales sobre explotación sexual infantil se
traduzcan
en acciones concretas en los
países.
Así lo anunció el presidente costarricense,
Abel Pacheco, durante la inauguración de la reunión de
seguimiento del II Congreso Mundial contra la Explotación
Sexual Comercial Infantil, que reunió en este país esta
semana a representantes de 24 naciones de América Latina y
el Caribe.
"Costa Rica se pronuncia a favor de crear un
instrumento jurídico interamericano que dote a la
Organización de Estados Americanos (OEA) de los mecanismos e
instancias de verificación suficientemente eficaces para
convertir las declaraciones contra la explotación sexual de
menores en acciones eficaces en todo el hemisferio", afirmó
el mandatario.
Pacheco aseguró que la propuesta será
presentada en la próxima Asamblea General de la OEA, en
junio, en Ecuador, pues "este es el primer paso para
impulsar una acción semejante en el seno de las Naciones
Unidas".
El encuentro regional fue organizado por el
Patronato Nacional de la Infancia de Costa Rica, y su
objetivo ha sido evaluar el avance de los países en los
compromisos adquiridos durante el II Congreso Mundial contra
la explotación sexual comercial de la niñez, en 2001.
Pacheco informó además de que Costa Rica
gestiona una adhesión extraterritorial de los convenios
sobre Ciberdelincuencia y Ciberxenofobia de la Unión Europea
para contar con más armas para luchar en contra de la
pedofilia en internet.
El presidente instó a los demás países a
seguir estos pasos, y sobre todo, a ratificar el Protocolo
Facultativo de la Convención de los Derechos del Niño.
La representante de la Organización
Internacional del Trabajo (OIT), Carmen Madriñan, manifestó
que una cita regional sobre el tema era urgente, pues los
países se han esforzado por desarrollar programas de combate
a la explotación sexual comercial, sin embargo, el carácter
local de los mismos hacía que estos fueran insuficientes.
Madriñan aseguró que Latinoamérica ha
avanzado a grandes pasos en la lucha contra este mal, pero
que ese avance no podrá continuar sin el diseño de
estrategias de coordinación regional tanto en prevención
como en represión.
La funcionaria subrayó los adelantos de los
países en el diseño de planes nacionales de combate a la
explotación, así como las reformas legislativas impulsadas
en los últimos años por los gobiernos, pero criticó la falta
de recursos para llevar a la práctica lo que se escribe en
el papel.
El director adjunto de UNICEF para
Latinoamérica, Alfredo Missair, resaltó la necesidad de
contar con acciones coordinadas en la región, pues la
explotación sexual de menores es un delito que no se limita
a las fronteras de los países, por lo contrario, las
trasciende.
"La explotación sexual comercial es una forma
de esclavitud contemporánea, y lo que hoy no hagamos se
reflejará en el futuro", expresó.
Rosalía Gil, ministra costarricense de la
Niñez, insistió en que la actitud de todos los países
americanos hacia este mal debe ser de "cero tolerancia", y
eso implica estar dispuestos a compartir información y
cooperar con las acciones de las naciones.
Datos de la UNICEF señalan que unos dos
millones de niños son explotados sexualmente en el mundo por
redes comerciales clandestinas.