El fallo de la
Organización Mundial del Comercio (OMC) contra Estados
Unidos en una disputa emprendida por Brasil por los
multimillonarios subsidios que reciben los productores
norteamericanos de algodón constituye una muy necesitada
inyección de optimismo para los países en vías de
desarrollo.
Así, la
organización no gubernamental Oxfam se felicitó por ese
fallo, todavía provisional, y dijo que obligará a Washington
a reformar su régimen de ayudas al sector.
"Si tras una
eventual apelación (por parte de EEUU) el órgano competente
ratifica el fallo, Estados Unidos tendrá que reformar de
modo significativo su programa de subsidios al algodón",
declaró la portavoz de Oxfam en Ginebra, Celine Charveriat.
Estados Unidos
concedió a sus 25.000 productores de algodón ayudas por un
total de 12.500 millones de dólares entre 1999 y 2002, con
un máximo de 4.000 millones en el ejercicio 2001-2002 para
una cosecha cuyo valor total era de sólo 3.000 millones.
Mediante su
campaña por un comercio justo, Oxfam ha denunciado
reiteradamente los subsidios al algodón que conceden los
países ricos y que distorsionan el comercio mundial, inundan
los mercados con un producto vendidos por debajo de su costo
real de producción y agravan la miseria del mundo en
desarrollo.
Según Oxfam, el
fallo del órgano de solución de diferencias, comunicado el
lunes por la OMC a las partes y que no se ha hecho público,
es también una buena noticia para los productores del Africa
occidental, que denunciaron en la reunión ministerial de
Cancún el daño que los subsidios causa a sus agricultores.
"Sería una enorme
victoria no sólo para Brasil, sino también para los diez
millones de granjeros africanos cuyos medios de subsistencia
se han resentido gravemente por culpa de la competencia
desleal del algodón estadounidense, que se beneficia de
enormes subsidios", afirmó su portavoz.
Según un estudio
de la ONG, la caída de los precios del algodón debido al "dumping"
(competencia desleal) estadounidense ha hecho que los
productores africanos dejaran de ganar sólo en el año 2001
alrededor de 190 millones de dólares.
El veredicto
provisional de la OMC da la razón a Brasil en casi todos los
puntos, según algunas filtraciones de personas que han
podido ver el documento.
Según esas
fuentes, los árbitros de la OMC han llegado a la conclusión
de que los subsidios han incrementado la producción
algodonera de Estados Unidos y hundido los precios mundiales
del producto.
Sin los subsidios,
argumentó Brasilia en su demanda contra Washington, la
producción algodonera de Estados Unidos se habría reducido
un 29 por ciento y sus exportaciones caído un 41 por ciento,
lo que hubiera elevado un 12,6 por ciento los precios
internacionales.
Otro dato
importante es que la OMC ha fallado además en contra de los
pagos por el Gobierno de Estados Unidos a las fábricas
algodoneras locales -1.700 millones de dólares- para que
compren esa materia prima ya generosamente subsidiada a los
productores nacionales, lo que equivale a una doble
subvención, de acuerdo con las fuentes.
La OMC también
condena, según filtraciones a la prensa, la mayoría de las
garantías a la exportación que concede Estados Unidos y que
equivalen a un subsidio.
El fallo de la OMC
puede debilitar la posición estadounidense en las
negociaciones de la ronda de Doha y da munición a la Unión
Europea, que reclama un paralelismo completo entre sus
propias subvenciones a las exportaciones agrícolas y otros
tipos de ayudas como son los créditos a la exportación.
Algunos expertos,
sin embargo, se muestran más prudentes sobre los efectos del
fallo de la OMC y señalan que no sólo tiene carácter
provisional sino que Estados Unidos puede apelar, como ha
insinuado, y aplazar su cumplimiento incluso en caso de que
el veredicto definitivo le volviese a resultar adverso.