A
siete días de la histórica sentencia
del Tribunal Especial que halló
culpable, al ex presidente peruano
Alberto Fujimori Fujimori, por
crímenes de lesa humanidad y de
condenarlo a 25 años de prisión, la
mayoría de la población de este país
latinoamericano cree que se hizo
justicia, mientras que para los
seguidores del ex mandatario el
fallo expresa odio y venganza.
Luego de 484 días de iniciado el juicio, el 10 de diciembre
de 2007, el Tribunal Especial,
presidido por el vocal César San
Martín Castro e integrado por
Víctor Prado Saldarriaga y
Hugo Príncipe Trujillo, dio su
fallo el 7 de abril en sesión que
fue seguida a nivel nacional por la
población.
Al igual que en los partidos de fútbol, las radios en los
buses y taxis seguían la sesión y en
comercios, bodegas los televisores
encendidos daban cuenta de lo que
sucedía a pocos kilómetros de la
capital peruana, los transeúntes se
detenían para oír la sentencia,
algunos lamentaban no haber podido
ir hasta la Dirección de Operaciones
Especiales de la Policía (DIROES)
en el distrito de Ate, a 14
kilómetros del centro histórico de
Lima.
El caso Fujimori marca un hito mundial en la historia
de los derechos humanos, por primera
vez en el mundo un ex presidente es
juzgado y condenado por ser el autor
mediato, aquel que no perpetra los
crímenes con sus propias manos, pero
utiliza a terceros para cometerlos.
El Tribunal Especial, determinó que es presidente sí tenía
mando y comando sobre las Fuerzas
Armadas y Policiales, en lo táctico
y lo operativo, y que instauró en el
Perú una estrategia agresiva
y brutal de lucha contra la
subversión, y que sí fue real el
denominado “Plan Cipango”, partida
de nacimiento del destacamento
“Colina”.
Fujimori que
gobernó el Perú entre 1990 y
el 2000, fue sentenciado por la
matanza de Barrios Altos en la que
fueron asesinadas 15 personas, entre
ellas un niño de ocho años y por la
desaparición y muerte de 9
estudiantes y un profesor de La
Cantuta, en 1991 y 1992, y por los
secuestros de un periodista y un
empresario en 1992.
El tiempo total que permanecerá en prisión Fujimori,
según analistas, equivaldría a menos
de la mitad de su condena: 12 años,
debido a que puede acogerse a
beneficios penitenciarios como el
“2x1” y la libertad condicional.
Los años de prisión se computarán desde el 7 de noviembre de
2005, fecha en que fue privado de su
libertad en Chile atendiendo
a la solicitud de extradición, hasta
el 18 de junio de 2006 en que obtuvo
libertad bajo fianza, y desde el 25
de septiembre de 2007 en que fue
puesto a disposición de la Sala
Penal Especial.
Ni
indulto ni amnistía
La congresista Keiko Fujimori, hija del ex presidente Fujimori quien según últimos sondeos de
algunas encuestadoras tiene mayor
intención de voto para las
elecciones presidenciales del 2011,
señaló a una agencia de noticias que
de “salir electa indultaría a su
padre”.
Luego de conocer la sentencia la congresista, notablemente
mortificada, señaló “seguiremos
avanzando porque el fujimorismo está
primero en las encuestas y
continuaremos así”.
Para el presidente
de la Comisión de Justicia del
Parlamento, Juan Carlos Eguren
de Unidad Nacional, señaló a un
medio local que actualmente el tema
de fondo es político y las acciones
futuras de los fujimoristas tienen
como fin obtener réditos electorales
en favor de la candidatura
presidencial de Keiko Fujimori.
Ante las acusaciones que vienen haciendo en contra del
presidente del Tribunal Especial,
señaló que “quieren generar la
percepción de falta de
imparcialidad, de persecución
política para victimizar a
Fujimori y fortalecer la campaña
de su hija a la Presidencia”.
Por su parte Carlos Rivera, uno de los abogados de la
parte civil, dijo a Sirel que
no se puede amnistiar ni indultar a
los sentenciados por crímenes de
lesa humanidad, la Corte
Interamericana ha determinado de
manera clara que estos crímenes y
las violaciones a los derechos
humanos son “inamnistiables” y
descartó esa posibilidad en un
posible gobierno de la hija del ex
presidente.
“Le recuerdo a la inminente
candidata que uno llega a la
presidencia de la república para
servir al país no para servir a sus
familiares y que eso es un acto
reñido con la ley, está anunciando
que va a cometer un delito, es una
advertencia que desde el terreno de
la legalidad habría que hacerle”,
señaló el abogado.
“Fujimori asesino la cárcel tu
destino…”
La persistente lucha de los movimientos sociales contribuyó
de manera significativa en la
sentencia condenatoria al ex
presidente Alberto Fujimori
hombres y mujeres, parte de estos
movimientos de estudiantes,
feminista, sindical, de base,
gremial estuvieron por más de tres
horas en las afueras de la DIROES,
sede del juicio al ex mandatario
peruano, esperando la sentencia.
“Yo quiero justicia” fue el lema en colores sobre el fondo
blanco de los polos que las
centeneras de mujeres feministas
llevaron puestos para asistir a la
lectura de la sentencia al ex
mandatario Alberto Fujimori.
Gina Vargas,
luchadora social y una de las
fundadoras del feminismo peruano
dijo a Sirel que el fallo “es
algo que nos merecíamos para
revitalizar la democracia, para
volver a creer en la justicia y que
es posible construir un país
diferente, tenemos a Fujimori
acusado por cada uno de los crímenes
que cometió y eso es
extraordinario”.
Aseguró que la demanda de justicia a la violación de los
derechos humanos ha sido una lucha
fundamental en las agendas “como
feministas, como mujeres
democráticas de este país”.
Para los familiares de los
desaparecidos de “La Cantuta” y
“Barrios Altos” la sentencia es “la
reivindicación de nuestros
familiares que durante varios años
fueron tildados de terroristas,
incluso hubo personas que intentaron
justificar sus muertes por su
supuesta militancia en un movimiento
terrorista”, dijo Gisela Ortiz,
hermana de uno de los estudiantes
desaparecidos.
“Estoy contenta, satisfecha es más de lo que podía esperar:
25 años, es una sentencia importante
y revolucionaria que incorpora
aspectos importantes como crímenes
de lesa humanidad, y en un país en
que algunos tienen miedo da un
mensaje de claridad. Que se haya
reconocido que nuestros familiares
de la Cantuta y de Barrios Altos no
eran terroristas, es el mayor
regalo”, afirmó
El tribunal determinó que los estudiantes y el profesor de la
Universidad Nacional de Educación
Enrique Guzmán y Valle, conocida
como La Cantuta, desaparecidos en
1992, así como los heladeros
asesinados en un solar de Barrios
Altos en 1991 no fueron terroristas.
Por su parte el secretario general de la Confederación de
Trabajadores del Perú (CGTP),
Mario Huamán, destacó
la labor de los vocales que
integraron el tribunal de justicia y
que han demostrado al país y al
mundo que no existe impunidad.
Al tiempo de recordar la lucha que la CGTP emprendió
durante el gobierno de Fujimori
por la democracia y que le costó la
vida del líder sindical Pedro
Huilca, asesinado por el “Grupo
Colina”, afirmó que la central
seguirá luchando para que no quede
impune la muerte de su dirigente.
Aída García Naranjo
del Centro de Accesoria Laboral (CEDAL)
e impulsora en tiempos de la
dictadura fujimorista del MUDE,
Mujeres por la Democracia, señaló
que las organizaciones de mujeres
están reclamando justicia para las
campesinas e indígenas violentadas
sexualmente durante el periodo de
conflicto armado interno, y para
quienes fueron esterilizadas contra
su voluntad.
“El movimiento de mujeres ha estado sistemáticamente en esta
lucha por la democracia durante
muchos años, y para nosotras este
fallo tiene importancia ética y
simbólica porque le dice a futuros
gobernantes sean hombres o mujeres,
que deben mantener el Estado de
derecho y evitar los autoritarismos,
indicó a Sirel.
La defensa del condenado Alberto Fujimori presentará
un recurso de nulidad contra la
condena de 25 años de prisión que le
impuso la Sala Penal Especial, por
ser el autor mediato de las matanzas
de “La Cantuta” y “Barrios Altos” y
de los secuestros del periodista
Gustavo Gorriti y el
empresario Samuel Dyer.
El abogado de Fujimori, César Nakazaki, tiene
10 días hábiles, a partir del 7 de
abril, para presentar el recurso de
nulidad. Según explicó el abogado
Carlos Rivera, la apelación será
resuelta como máximo en cinco meses
porque la Fiscalía no apeló la
sentencia y esto facilita el
proceso.
Según Rivera, la sala que verá el recurso de nulidad
puede recortar la pena, ratificarla
o anular el proceso, pero de ninguna
manera declarar la inocencia del
condenado.
La Sala Penal Transitoria
de la Corte Suprema tendrá la última
palabra en este caso, pero la
sentencia del 7 de abril no será
olvidada y debe servir de
escarmiento para aquellas personas
que quieren detentar el poder
injustamente, de manera autoritaria.