Integrantes de movimientos sociales y activistas
del mundo entero dieron comienzo ayer a las
actividades programadas por la Cumbre Alternativa de
organizaciones sociales que están en contra de las
políticas y modelos económicos defendidos por los
países hegemónicos del Grupo de los 8 - Italia,
Francia, Alemania, Gran Bretaña,
Canadá, Estados Unidos y Japón,
más Rusia. Las manifestaciones ocurren en
Heiligendamm, cerca de la ciudad de Rostock (Alemania),
donde el G8 se reúne entre los días 6 y 8 de junio.
Para la apertura, los manifestantes programaron
un día entero dedicado a acciones antimilitaristas.
Además de protestas simultáneas, hasta el final de
la Cumbre tendrá lugar lo que fue bautizado como
"Días de Acción Global e Información contra el
Capitalismo". Son días enteros centrados en temas
específicos como migración, cambios climáticos y
agricultura. Paralelamente, está programada una
serie de conciertos y otros eventos culturales en
protesta.
Organizaciones sociales y activistas de
diferentes bases son esperadas para la realización
de la Cumbre Alternativa. La idea es reunir y
organizar manifestantes para impedir la realización
del evento o, por lo menos, perturbar la reunión de
los jefes de estado. Algunas acciones ya están
agendadas para intentar bloquear el aeropuerto por
donde llegarán los representantes de los países.
Las primeras manifestaciones anti G8
comenzaron el pasado sábado. Decenas de miles de
manifestantes fueron a las calles de Heiligendamm
cargando carteles y muñecos gigantes que
representaban a los dirigentes de los países
participantes del encuentro. La marcha de protesta
se inició en dos puntos diferentes de la ciudad para
encontrarse en un punto central, donde estaba
programado un concierto de cierre.
En la primera manifestación de los activistas, la
policía alemana puso en práctica su fuerte esquema
de seguridad y represión, montado para garantizar la
realización del G8. Tentativas de los
policías para dispersar a los manifestantes dieron
como resultado cerca de mil personas heridas, de los
cuales más de 560 eran integrantes de los
movimientos sociales.
El gobierno alemán ya había anunciado que sería
montado un fuerte esquema de seguridad para reprimir
a manifestantes considerados peligrosos. El día 9 de
mayo, la policía inició las acciones de represión,
registrando direcciones de residencias de activistas
y de organizaciones, además de un allanamiento en un
servidor de Internet. Durante el encuentro, la
ciudad de Heiligendamm permanecerá completamente
aislada y cualquier acto de protesta cerca de allí
está prohibido. Más de 70 millones de euros fueron
gastados en la seguridad del evento.
Adital
6 de junio de
2007
Ilustración:
www.activism.ca