Como era
previsible, la primera ronda del proceso de mediación entre
el presidente de Honduras, Manuel Zelaya Rosales, y el
mandatario del gobierno de facto, Roberto Micheletti,
concluyó sin ningún resultado concreto. En las afueras de la
residencia del presidente de Costa Rica, Oscar Arias, los
movimientos sociales y populares costarricenses protestaron
contra el golpe de Estado y contra la presencia de
Micheletti. Mientras tanto, en Honduras sigue la incansable
movilización de los sectores sociales que piden la
restauración del orden democrático y el regreso del
presidente Zelaya.
Tal
como lo había anunciado el presidente de Honduras,
Manuel Zelaya Rosales, se rehusó a sentarse con el
mandatario del régimen de facto, Roberto Micheletti.
Ambos se reunieron por separado con el mediador y presidente
de Costa Rica, Oscar Arias, quien comunicó en
conferencia de prensa que el proceso podría necesitar más
tiempo de lo que tenía previsto.
El punto clave del proceso sigue siendo la restitución del
presidente Zelaya en su cargo, tal como lo viene
exigiendo la comunidad internacional y el Frente Nacional
Contra el Golpe de Estado, que ayer envió una delegación
a Costa Rica para que se reuniera con el mandatario y
expusiera los puntos que para esta instancia coordinadora de
los diferentes movimientos y organizaciones sociales,
populares y sindicales resultan irrenunciables.
Con una actitud que parece no tomar en cuenta el total
aislamiento en el que se encuentra Honduras,
Roberto Micheletti abordó un avión para regresar
a su país dejando instalada una comisión negociadora que en
este momento está trabajando con la comisión nombrada por el
presidente Zelaya, sin aclarar cómo y cuándo
regresaría a Costa Rica.
En medio de la incertidumbre, y en la espera de la reunión,
los movimientos populares hondureños se movilizaron
nuevamente con una gran marcha que produjo la toma de la
Carretera del Sur, arteria principal por la que transita
todo el transporte comercial entre Honduras y los
demás países de la región.
Mientras las miles de personas que volvieron a manifestarse
contra el golpe de Estado escuchaban atentamente la lectura
del comunicado difundido ayer por el Frente Nacional
Contra el Golpe de Estado, llegó la noticia de que la
delegación de los movimientos populares se había reunido con
el presidente Zelaya y que participaría en la reunión
con el mediador Oscar Arias.
“Enviamos una carta muy detallada al presidente Zelaya,
sentando nuestra posición sobre lo que deberían ser los
contenidos del proceso de mediación –dijo a Sirel la
integrante de la Comisión Ejecutiva del
Consejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas de
Honduras (COPINH), Bertha Cáceres–.
Le reiteramos nuestra disposición a luchar por su
restitución y por una nueva institucionalidad ante la total
ilegalidad de este gobierno de facto y el Golpe de Estado.
Por otro lado, se le hacía ver cómo este golpe no es un
elemento aislado, sino que obedece a planes de anexión,
colonialismo y de agresión contra los procesos
emancipatorios y liberadores del continente.
Por otro lado –continuó Cáceres– se le explicó que
nuestra lucha es sostenida por el pueblo hondureño en su
diferentes expresiones, y que lo que está ocurriendo en
Honduras ya trasciende las fronteras nacionales”.
La carta que fue entregada y discutida ampliamente con el
presidente Zelaya señala también el rechazo a
cualquier tipo de negociación con los golpistas, y mucho
menos acuerdos que traten de legalizar lo que es ilegal en
el marco de un escenario de impunidad.
“Pedimos también sanciones para las instituciones que
participaron en el Golpe de Estado, incluyendo al Ejército
represor, abriendo el camino a un proceso que reconstruya
nuestro país, que lo refunda, porque es la única alternativa
que tenemos”, señaló la integrante del COPINH.
Según Cáceres, el presidente Zelaya compartió
totalmente el planteamiento del Frente Nacional Contra el
Golpe de Estado e incorporó la exigencia de que lo
golpistas sean llevados ante los tribunales internacionales,
y aseguró que no aceptará ningún tipo de impunidad.
También pidió a la delegación que lo acompañara en la
reunión con Oscar Arias e hizo un llamado al pueblo
hondureño para profundizar la movilización y la resistencia.
“Se hizo un análisis profundo de los actores encubiertos que
han facilitado el Golpe de Estado militar, señalando en este
sentido a los poderosos grupos económicos estadounidenses
que operan más allá de las disposiciones del actual gobierno
de este país”, explicó Bertha Cáceres.
Según informó a los presentes en la movilización Carlos
H. Reyes, secretario general del Sindicato de
Trabajadores de la Industria de la Bebida y Similares (STIBYS),
miembro del Comité Ejecutivo Mundial de la UITA, “El
señor Micheletti llegó hoy a Costa Rica en una
avioneta del señor Facussé –uno de los empresarios
más poderosos de Honduras–. Tenemos la garantía de
que ni el presidente Zelaya y mucho menos nuestra
delegación se va a sentar con este señor.
Los planteamientos son muy claros, y este proceso de
mediación es para restituir la institucionalidad en el país,
así que si el proceso fracasa va a ser sola y únicamente
culpa de los golpistas”, aseveró Reyes.
Sigue la represión
Aferrado ciegamente al poder, el régimen de facto sigue con
su actitud represora. Ayer, jueves 9, se supo que el
Ministerio de Educación decidió suspender la cooperación con
180 profesores cubanos que estaban colaborando con el
proceso alfabetizador en el país, aplicando el famoso método
“Yo,
sí puedo”.
Los profesores serán repatriados en los próximos días.
Además, el Comité de Familiares de Desaparecidos de Honduras
(COFADEH) denunció la captura de
José David
Murillo Sánchez,
padre del joven
Isis Obed
Murillo,
quien perdió la vida el pasado domingo 5 en las cercanías de
aeropuerto durante la movilización por la fallida llegada
del presidente Zelaya.
Después del asesinato,
José David
Murillo
apareció en varios medios denunciando la responsabilidad del
Ejército. En horas de la tarde del jueves 9, fue apresado
por la policía por una denuncia en su contra formulada en
2007, y sospechosamente ejecutada momentos después de hacer
declaraciones sobre el asesinato de su hijo.
Las organizaciones populares se están movilizando para
lograr su liberación.
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