El 24 de
septiembre podría señalar el inicio de una nueva etapa que llevaría a una
solución de la violenta crisis que ha golpeado duramente al pueblo hondureño.
Mientras en todo el país continuaban las manifestaciones contra el golpe de
Estado, en Tegucigalpa el presidente Manuel Zelaya Rosales se reunía por primera
vez desde su destierro con actores de la vida política y religiosa del país. En
Washington, la comunidad internacional volvía a condenar el atropello a la
democracia en Honduras.
El diálogo
nacional como instrumento en búsqueda de una salida a la crisis que vive
Honduras desde el pasado 28 de junio, ha sido propuesto por el presidente
Manuel Zelaya desde su regreso al país, y retomado por la comunidad
internacional y el mismo gobierno de facto.
De manera
sorpresiva, el presidente Zelaya se reunió en la embajada de Brasil,
aún fuertemente custodiada por un impresionante contingente de militares, con
diferentes personalidades hondureñas, entre ellas un representante del gobierno
de facto de Roberto Micheletti, el obispo auxiliar de Tegucigalpa,
Juan José Pineda
y cuatro candidatos a la
Presidencia de la República en las elecciones del próximo 29 de noviembre.
“En este momento quiero decir que con las visitas que tuvimos
ya se inició el proceso de diálogo con las fuerzas vivas de la nación –dijo
Zelaya durante una entrevista telefónica, rechazando al mismo tiempo una
propuesta del gobierno de facto de dejar sin efecto todos los procesos en su
contra, a cambio de aceptar la instalación a la Presidencia de la República de
una tercera persona y no condenar el golpe de Estado–.
En los próximos días el Presidente legítimo de Honduras
tiene previsto reunirse con los candidatos presidenciales de la UD,
César Ham, y de la Candidatura Independiente Popular, Carlos H. Reyes,
también secretario general del Sindicato de Trabajadores de la Industria de la
Bebida y Similares (STIBYS), afiliado a la UITA, así como con
exponentes del sector político, empresarial, con miembros de la Resistencia,
entre otros.
Según el presidente Manuel Zelaya, esta sería la mejor
forma para llegar a un entendimiento que lleve a una restauración del orden
constitucional y a su restitución a la Presidencia, posiblemente a través de una
nueva versión compartida y consensuada del Acuerdo de San José, fuertemente
apoyado por la comunidad internacional e inspirado por el Departamento de
Estado.
El mundo sigue
condenando el golpe
En su segunda jornada de trabajo, la Asamblea General de la
ONU volvió a tratar el tema del golpe de Estado en Honduras.
“La firme defensa de la democracia tiene un nombre y un país:
Honduras. Ahí, nuestros hermanos de América Latina, que han visto
consolidar la democracia y la expectativa de bienestar en los últimos años, han
decidido con el apoyo de España y la comunidad internacional que van a
ganar este desafío, el desafío de Honduras.
No vamos a aceptar un golpe antidemocrático. No lo vamos a
aceptar y la democracia ha de volver a Honduras”, dijo en forma muy
contundente el presidente del gobierno de España, José Luis Rodríguez
Zapatero.
Muy rotunda también la declaración del presidente venezolano
Hugo Chávez.
“En Honduras hay un Presidente en la embajada de
Brasil, que le ha dado refugio, que está firme en su convicciones. La
embajada está rodeada por los soldados y desalojaron a plomo, de la manera más
brutal, al pueblo.
Quieren volver a la era de las cavernas –continuó Chávez–,
pero eso no va a ocurrir y estos golpistas serán barridos por el viento de la
historia nueva. No se impondrá el golpe de Estado, ni las fuerzas retrógradas,
ni en Honduras ni en ningún otro país de nuestra América”,
concluyó el mandatario de Venezuela.
Hoy, viernes 25, el Consejo de Seguridad de la ONU
tratará de manera específica el tema de Honduras y se espera una
resolución contundente a favor del restablecimiento de la democracia en el país.
La resistencia
sigue
En su día 89 de lucha, el Frente Nacional Contra el Golpe
de Estado instó a la población organizar manifestaciones de repudio al golpe
en los barrios, aldeas y comunidades de todo el país.
Frente a la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH)
los estudiantes respondieron al llamado del Frente de Resistencia Universitaria
y se tomaron el Boulevard Suyapa, mientras la Policía y el Ejército se
movilizaban masivamente hacia el lugar.
“El Frente de Resistencia Universitaria, integrado por
docentes, trabajadores y estudiantes, decidió en su tercera Asamblea la toma de
la carretera para demostrar su solidaridad al presidente Manuel Zelaya y
a todas las personas que están refugiadas en la embajada de Brasil –dijo
a Sirel el estudiante de la carrera de Pedagogía, Omar Amador–.
“Aún resistimos. Honduras tiene sus ideales y
convicciones, y nosotros estamos vivos a pesar de la represión. El país necesita
un cambio, una transformación trascendental. Esta lucha va a evolucionar porque
esto no termina acá, sino que es el comienzo del despertar de conciencia de un
pueblo que clama por justicia”, aseveró el estudiante.
Sobre el diálogo nacional, Amador explicó que el
pueblo en resistencia pide que se incluyan temas innegociables, como la
restitución inmediata de un Presidente que fue electo por el pueblo y el inicio
de un proceso que lleve a la conformación de una Asamblea Constituyente.
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