El presidente del
Sindicato de Trabajadores de la Industria de las Bebidas y Similares (STIBYS), y
candidato independiente popular a la Presidencia en las próximas elecciones
hondureñas, Carlos H Reyes, presentó formalmente denuncia ante el Tribunal
Supremo Electoral por la represión que sufrió mientras manifestaba pacíficamente
y le causó heridas de consideración.
En la denuncia, el abogado de
Carlos Reyes, Fredin de Jesús Funez, señala la tremenda contradicción
de que los agresores y quienes le causaron las heridas de las cuales aún
convalece el candidato, son integrantes de la Policía y las Fuerzas Armadas, las
mismas instituciones que deben velar por el buen desarrollo de las elecciones
generales del próximo noviembre.
Funez
relata que el pasado 30 de julio, Reyes estaba participando en una
manifestación pacífica convocada por el Frente Nacional de Resistencia al Golpe
de Estado, cuando fuerzas policiales y del Ejército, sin mediar palabra,
atacaron a los manifestantes y los persiguieron por un largo trecho sirviéndose
de bombas lacrimógenas, toletazos y disparos de balas vivas causando numerosos
heridos y la muerte del profesor Roger Abraham Vallejo.
Señala que Carlos Reyes
advirtió a los uniformados sobre su condición de candidato presidencial, lo que
no impidió que fuera brutalmente golpeado en la cabeza causándole una profunda
herida, y luego empujado desde un murallón siendo en esa caída cuando Reyes
se quebró el brazo derecho, herida de la cual debe ser operado por segunda vez.
Ante estos hechos, y amparándose
en la Constitución Nacional, la Declaración Universal de los Derechos Humanos,
La Convención Americana de Derechos Humanos y el Pacto de Derechos Civiles y
Políticos, entre otros instrumentos legales nacionales e internacionales,
Carlos Reyes reclamó al Tribunal Electoral que entere de su denuncia a las
comandancias de las Fuerzas Armadas y la Policía hondureñas, y se envíe al
Ministerio Público para que este inicie las indagatorias que correspondan a fin
de individualizar los responsables materiales e intelectuales de estos crímenes.
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