El presidente del
Movimiento de Justicia y Derechos Humanos (MJDH), de Porto Alegre, Brasil, y
coordinador del Departamento de Derechos Humanos de la Rel-UITA, Jair Krischke,
compartió con Sirel su opinión sobre los dramáticos sucesos que se desarrollan
en Honduras.
-¿Cuál es tu evaluación sobre
la situación política de Honduras?
-Es muy preocupante. Creía que ya estábamos libres de este
tipo de hechos, algo que ya no cabe en la realidad latinoamericana. Y también es
preocupante porque lo que se perdió en Honduras por ahora es algo
esencial a la democracia como la independencia de los Poderes.
Vimos cómo el Legislativo y el Judicial se unieron,
conspiraron, y como siempre utilizaron a las Fuerzas Armadas. A su vez, éstas
traicionaron la regla básica militar que es el respeto a la cadena de mando, ya
que la Constitución hondureña, como las de todos los países republicanos y
democráticos, el comandante supremo es el Presidente de la Nación. No es una
casualidad que José Manuel Zelaya hubiese destituido al general que
encabeza el golpe de Estado y lo derroca.
Por si ésto fuese poco, el régimen dictatorial desató una
represión muy violenta contra manifestaciones populares pacíficas, algo que
también creíamos dejado en el pasado para siempre. Por supuesto, muy
clásicamente para las dictaduras, suspendieron las garantías individuales.
También preocupa que ignoren completamente a los organismos
internacionales como la OEA y la propia ONU que han reclamado que
Zelaya regrese a su cargo. Es asombroso que hagan caso omiso de las
reglas más elementales de la política internacional.
Creo que los organismos internacionales están siendo
demasiado tímidos para enfrentar a esta gente.
-¿Qué medidas te parece que
habría que implementar?
-Creo que es importante aislar al régimen, pero con eso el
pueblo hondureño también va a sufrir. En este caso no hay dudas, se trata de un
caso claro de ilegalidad, y habría que considerar el uso de la fuerza para sacar
del poder a estas personas. Ellos ahora empiezan a querer negociar, pero ¿con
qué legitimidad? Dicen también que estarían dispuestos a anticipar las
elecciones, pero ¿quién las organizaría y las controlaría? Ellos no pueden
participar, deben ser juzgados por sus actos. La situación es muy compleja.
Habría que conformar un cuerpo internacional capaz de organizar y auditar
elecciones libres y democráticas, junto con la participación de la sociedad
civil hondureña.
-¿Qué piensas de la resistencia
organizada contra el golpe de Estado?
-Es de una enorme valentía, porque han sido reprimidos
bárbaramente, pero al otro día vuelven a la calle sabiendo que están poniendo en
juego sus vidas. Ésto es muy importante, porque la sociedad hondureña, con sus
organizaciones –especialmente el movimiento sindical–, están demostrando que
están unidos y que son capaces de manifestarse sin utilizar la violencia.
Todas las manifestaciones son pacíficas, incluso corriendo el
riesgo de ser masacrados. Ésto les da una enorme estatura moral y cívica, y
pienso que es por donde puede avanzar ahora la situación, por la sociedad
organizada. Ella es la que debe recibir todo el respaldo, así como el régimen
recibe todo el rechazo.
|