Laureano
es el encargado de relaciones con las centrales de América Latina de Comisiones
Obreras (CCOO), un conocedor de la región. Sirel recabó sus impresiones sobre el
quiebre democrático en Honduras.
-¿Cómo te tomó
la noticia del golpe de Estado en Honduras?
-Fue una
conmoción, porque cuando todos pensábamos que esa era una etapa ya superada y la
democracia parecía haberse instalado definitivamente en América Latina,
este golpe de Estado nos ha dejado a todos los demócratas con mucha sorpresa y
con mucha indignación.
-Me consta la
movilización que CCOO realizó en España en contra del golpe de Estado pues ahí
estuve. ¿Pero tú crees que la gente común en España tiene real dimensión de lo
que ha pasado en Honduras y del peligro que ésto encarna?
-Creo que no,
aunque se ha seguido bastante en los medios de comunicación. El peligro es que
este golpe se transforme en un precedente en una región donde los militares no
son los militares demócratas que hay en otras partes del mundo. Por lo tanto, es
muy delicado que la derecha y los militares lleguen a pensar que pueden dar un
golpe de Estado y no pasará nada.
-Eres un asiduo
lector de nuestro Sirel, ¿Qué te parece la labor que nuestro corresponsal
Giorgio Trucchi está realizando allá?
-Muy positiva.
Porque además sois una de las organizaciones sindicales que están dando una
información continua, y eso es muy importante porque son muy pocos los medios
que tenemos. Por suerte no hubo detenciones masivas y pueden comunicarse con los
líderes sindicales, y es muy positiva la cobertura que están haciendo.
-¿Quieres
agregar algo más?
-Sí, que es
necesario que haya más presión sobre el gobierno de facto, es necesario que se
haga algo más de lo que ya se está haciendo.
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