Hoy el pueblo hondureño debería estar festejando el 189
aniversario de la independencia de su patria. Pero no
habrá festejos, porque sin libertad no hay
independencia. Y desde el Golpe de Estado de junio de
2009, pasando por las fraudulentas elecciones que
llevaron a Porfirio Lobo al sillón presidencial, la
libertad no existe en Honduras.
Pese a ello, en este día el bravo pueblo hondureño no
permanecerá callado. Manifestaciones y cacerolazos han
sido organizados en todos los rincones del país
reclamando libertad y democracia. Y más temprano que
tarde el pueblo hondureño vencerá. Si algo aprendimos
los uruguayos es que la libertad y la democracia no son
producto de acuerdos entre elites, son el resultado de
la lucha de los pueblos.
Por eso, frente al monumento de nuestro prócer Artigas,
aquel que nos enseñó que “la
cuestión es solo entre la libertad y el despotismo",
manifestamos nuestra solidaridad con el pueblo hermano.
Montevideo, 15 de
septiembre de 2010