La brutal
represión que en las últimas dos semanas ha dejado un saldo de decenas de
heridos y detenidos en toda Honduras, parece ser la respuesta de un régimen que
se siente acorralado y sin reconocimiento internacional.
“El régimen se
siente asfixiado. Por un lado, no logra el reconocimiento internacional, que lo
tiene en un caos económico y político sin precedentes y por el otro, está
teniendo fuertes contradicciones internas y divisiones en el partido de
gobierno, teniendo que enfrentarse además a una protesta social sin precedentes.
Esta situación
lo tiene al borde del colapso y su única respuesta fue sembrar el terror a
través de una represión generalizada”, dijo a Sirel, la coordinadora de
la Comisión Internacional del Frente Nacional de Resistencia Popular (FNRP),
Betty Matamoros.
Según
Matamoros, la escalada represiva de las últimas dos semanas y el uso de
balas vivas que se dio ayer (30 de marzo) en el Bajo Aguán, es un claro ejemplo
de la desesperación del régimen de Porfirio Lobo, ante la imposibilidad
de controlar el descontento del pueblo hondureño.
“El nivel de
organización y la capacidad de movilización que está teniendo el pueblo en
resistencia es sin precedente en la historia de Honduras. Esto es algo
que el régimen no logra controlar y cree que reprimiendo nos va a silenciar,
pero la movilización no va a parar”, aseveró Matamoros.
Según datos del
Comité de Familiares de Detenidos y Desaparecidos en Honduras (COFADEH),
la represión de ayer dejó un saldo de decenas de heridos y detenidos. Se
confirmó la muerte de una persona en el Bajo Aguán, cuyo cuerpo fue trasladado
por la Policía a un lugar desconocido, sin permitir que nadie se le acercara
para su identificación.
En horas de la
madrugada, desconocidos que se movilizaban en una camioneta Toyota sin placa,
lanzaron una lluvia de piedras contra los vehículos que estaban estacionados en
el parqueo de la sede del Sindicato de Trabajadores de la Industria de la Bebida
y Similares (STIBYS) en Tegucigalpa, provocando graves daños. Ayer, esta
misma sede fue objeto de un violento ataque por parte de los cuerpos represivos
del Estado.
“Estos hechos
evidencian aún más, la grave situación de violación a los derechos humanos que
vive el pueblo hondureño, vamos a seguir respaldando al magisterio e impulsar la
refundación de nuestro país”, explicó la coordinadora de la Comisión
Internacional del FNRP.
“Agradecemos a
todas aquellas organizaciones, entre ellas la UITA y el Comité
Uruguayo de Solidaridad con el Pueblo de Honduras, que han respaldado
nuestra lucha y que siguen presionando a nivel internacional para que cese la
represión y la militarización.
Hasta que se
permita el regreso seguro del coordinador del FNRP, Manuel Zelaya
y de los exiliados y exiliadas, Honduras no puede ser reinsertada en la
OEA.
En este sentido
-concluyó Matamoros- necesitamos que la solidaridad internacional siga
presionando y apoyando nuestra lucha, para lograr ese objetivo”.