La
recolección por parte de la Resistencia de más de 1,3 millones de firmas,
exigiendo la instalación de una Asamblea Nacional Constituyente ha generado un
fuerte movimiento de opinión en toda Honduras. Ante la presión popular, los
arquitectos y ejecutores del golpe que derrocó al presidente Manuel Zelaya
preparan una ofensiva para desvirtuar esta legítima aspiración del pueblo
organizado.
Según Carlos H.
Reyes, miembro del Comité Ejecutivo del Frente Nacional de Resistencia
Popular (FNRP), el supuesto diálogo propuesto por el jefe del Ejecutivo,
Porfirio Lobo, para hablar del tema de la Constituyente, no sería más que
una trampa para deslegitimar el proyecto de la Resistencia.
Asimismo, lo
estaría utilizando para proyectarse a nivel internacional como “agente de
cambio” en el país.
Sirel
conversó con Reyes sobre la coyuntura que está viviendo Honduras.
-Concluyó la etapa
de recolección de firmas de la Declaración Soberana, que indudablemente fue un
éxito. ¿Qué viene ahora?
-El proceso que
llevó a la recolección de más de 1,3 millones de firmas hizo que el tema de la
Constituyente llegara a introducirse en la agenda nacional.
Hay diferentes
posiciones a favor o en contra de este proyecto de refundación del país. Sin
embargo, lo que tenemos claro es que los sectores golpistas ya están preparando
una estrategia para desvirtuarlo.
-Porfirio Lobo
llamó a un diálogo para platicar de la Constituyente. ¿Cómo observa esta
decisión del Ejecutivo?
-El FNRP
convocó a una asamblea para el 19 de octubre y ahí vamos a tomar una decisión.
Vamos a expresarnos con una sola voz.
A nivel personal
ya analicé esta convocatoria hecha por el régimen de facto y considero que
oculta varias trampas.
-¿Cuáles son estas
trampas?
-Sólo con el hecho
de que el FNRP asista a esta convocatoria, el régimen de facto saldría
ganando. Lograría avanzar en la consolidación del golpe y sería otro paso más
hacia el retorno de Honduras en la OEA.
Además, invitaron
a la Resistencia, pero excluyeron a su coordinador nacional, el ex presidente
Manuel Zelaya, y convocaron también a un sinnúmero de organizaciones y
sectores golpistas. El objetivo es que quedemos como minoría.
Tampoco podemos
aceptar que ese supuesto diálogo sea una réplica de las nefastas experiencia del
Plan Arias y del Diálogo Guaymuras.
Un diálogo de mala
fe manejado por los golpistas, pretendiendo decidir la agenda, las reglas, los
tiempos y el lugar. Eso más bien es un monólogo.
-¿Qué otras
trampas estarían preparando?
-Quieren aparentar
ser neutrales, conciliadores, partidarios de la unidad nacional. Tratan de
desmarcarse de los golpistas y de la Resistencia.
El intento de
igualar a estos dos sectores y presentarse como neutral, es una manipulación
perversa del régimen de facto.
Ni siquiera están
dispuestos a reconocer que en Honduras hubo un golpe de Estado y ésta es
una premisa fundamental para iniciar un diálogo.
-¿Cuál es,
entonces, el proyecto del FNRP de ahora en adelante?
-Estamos entrando
a una segunda etapa, en donde vamos hacia una Asamblea Constituyente. Ya nos
autoconvocamos y ahora vamos a definir la metodología para su instalación y
desarrollo.
Vamos a seguir
organizándonos y movilizándonos, sin pensar en partidos políticos o elecciones.
Y si no hay una verdadera abertura por parte del régimen de facto, vamos hacia
un contrapoder, un poder paralelo.
No es nada nuevo.
A lo largo de todos estos meses ya hemos desarrollado un movimiento paralelo, y
una verdadera oposición ante las propuestas impuestas por el régimen.
-¿Cómo ha visto la
respuesta de la gente?
-La gente ya está
entendiendo, está participando, está consciente de lo que está pasando y de que
vamos hacia una Constituyente independiente y popular, convocada por nosotros
mismos.
Los golpistas van
a seguir reprimiendo, asesinando, y nosotros tendremos que mantenernos unidos,
fortaleciéndonos internamente, reforzando nuestra estructura, echando a andar
nuestro proyecto.