El pasado
22 de mayo, Porfirio Lobo y el ex presidente Manuel Zelaya firmaron el llamado
Acuerdo de Cartagena, en el marco del proceso de mediación impulsado por los
gobiernos de Venezuela y Colombia.
Para analizar
cómo la Resistencia hondureña está viviendo ese momento, Sirel dialogó
con Esly Banegas, miembro del Comité Político del Frente Nacional de
Resistencia Popular (FNRP).
-¿Cómo evalúa
el FNRP el Acuerdo de Cartagena?
-Para el
FNRP ese Acuerdo cumple solo con una parte de nuestras demandas principales,
es decir el retorno seguro del ex presidente Zelaya y de los demás
exiliados.
Pero no
compartimos la forma en que se incluyeron los demás puntos, porque el Acuerdo no
recoge las expectativas que tenemos como Resistencia.
-¿Cuáles son
estos otros puntos?
-Con respeto a
la Asamblea Constituyente planteamos que debe ser participativa, originaria y
autoconvocada, para que el pueblo tenga la oportunidad de expresar directamente
cuáles deben ser los contenidos de una nueva Constitución.
En lo que se refiere a los derechos humanos podemos constatar que
sigue la persecución, la represión, los asesinatos, la total
impunidad y la Resistencia exige el cese de la violación a los
derechos humanos. En este sentido no compartimos la forma en que se
han plasmado estos puntos en el Acuerdo.
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En lo que se
refiere a los derechos humanos podemos constatar que sigue la persecución, la
represión, los asesinatos, la total impunidad y la Resistencia exige el cese de
la violación a los derechos humanos. En este sentido no compartimos la forma en
que se han plasmado estos puntos en el Acuerdo.
-A raíz del
Acuerdo de Cartagena estamos asistiendo a una aceleración del proceso de
normalización de las relaciones internacionales con Honduras. ¿Cuál es la
posición del FNRP?
-Honduras
fue suspendida a raíz del golpe de Estado y la situación no se ha resuelto.
La Resistencia rechaza la
reinserción de Honduras a las instancias internacionales, entre ellas la OEA,
mientras no se cumplan los cuatro puntos incluidos en el proceso de mediación.
-Sin embargo,
el ex presidente Zelaya respaldó la decisión de los gobiernos centroamericanos
del CA-4 de llamar a los países latinoamericanos a apoyar este proceso de
normalización. ¿Cómo analizan esta decisión?
-Manuel
Zelaya firmó el Acuerdo de Cartagena en su condición de ex Presidente y el
FNRP respaldó esa firma porque incluye una de nuestras demandas, que es
su regreso y todos los exiliados.
En calidad de
ex Presidente tiene todo el derecho de expresar su opinión y criterio, pero como
Resistencia reafirmamos nuestro rechazo a la reinserción de Honduras a la
OEA y exigimos respuestas a nuestras demandas, que incluyen el castigo
para los represores.
-En el Acuerdo
se reconoce al FNRP como fuerza política y ya se está hablando de su posible
constitución en partido político. ¿Esta decisión rozaría de alguna manera con
las resoluciones de la gran Asamblea del FNRP de febrero pasado?
-Hay un
reconocimiento del FNRP como fuerza política beligerante y
se le garantiza la posibilidad de inscribirse ante el Tribunal Supremo Electoral
para que, en algún momento, pueda participar en procesos electorales.
La Asamblea fue clara al
decir que no vamos a participar en esos procesos mientras no haya una
convocatoria a la Asamblea Nacional Constituyente y una nueva Ley Electoral. Eso
se mantiene y va a ser la Asamblea del FNRP quien decida cuáles van a ser
los próximos pasos.
-¿Una vez que Manuel Zelaya
esté en el país el próximo 28 de mayo, el FNRP va a reconocer al gobierno de
Porfirio Lobo?
-De ninguna manera. El
FNRP no va a reconocer a este régimen continuador del golpe de Estado.
Respaldamos el regreso de
Manuel Zelaya, su condición de coordinador del FNRP,
pero vamos a seguir haciendo oposición a un
régimen que sigue reprimiendo al pueblo y que defiende los intereses de la
oligarquía.
-¿Quién sale ganando con el
Acuerdo de Cartagena?
-Gana el pueblo en
resistencia porque se logra el regreso de Manuel Zelaya y de las y los
exiliados.
De esa manera derrotamos la
línea de los golpistas que rechazaban su presencia en Honduras, y
seguimos comprometidos con la lucha del pueblo hasta que se cumplan todas
nuestras demandas.