Del 12 al 14 de marzo
2010, se llevó a cabo en La Esperanza, departamento de Intibucá, en el norte de
Honduras, el 2° Encuentro Nacional por la Refundación de Honduras, al que
participaron centenares de delegados de las diferentes organizaciones sociales y
políticas que integran el Frente Nacional de Resistencia Popular (FNRP).
Organizado por el Movimiento por la
Refundación de Honduras, el Consejo Cívico de Organizaciones Populares e
Indígenas de Honduras (COPINH), el Movimiento Amplio Por La Dignidad y La
Justicia (MADJ) y las Feministas en Resistencia (FER). El Encuentro fue
considerado un éxito total y un paso más hacia la unidad de los diferentes
sectores que se han opuesto al golpe de Estado, proponiéndose la refundación de
Honduras y la instalación de una Asamblea Nacional Constituyente.
“Refundar a
Honduras quiere decir volver a pensar y a soñar cómo queremos que sea
nuestro país, y estructurar el proceso para lograr ese objetivo –dijo a Sirel
la coordinadora nacional del, COPINH,
Bertha Cáceres–.
Es un proceso
complejo que debe tocar todos los ámbitos y áreas de la vida nacional,
involucrándonos a nivel individual y colectivo. Un camino de transformación
económica y política frente a la cultura de dominación, que beneficie a nuestro
pueblo y que nos lleve a la constitución de una Honduras con justicia,
humanidad, solidaridad, soberanía, autodeterminación y equidad.
Para lograr
ese objetivo –continuó Cáceres– los delegados han trabajado arduamente,
analizando, debatiendo, planteando estrategias y propuestas. Todas las
reflexiones y los planteamientos presentados en estos dos días se van a recoger
y socializar en otras partes del país, como también a nivel internacional”,
explicó la directiva del COPINH.
Tres fueron
los temas transversales que acompañaron el trabajo desarrollado por más de mil
delegados: la refundación, la construcción del poder popular y del poder
constituyente, y cómo el pueblo va a participar en el desafío de la instalación
de una Asamblea
Nacional Constituyente Popular y Democrática.
Muy emotivo y
cargado de simbolismo fue también el ensayo de redacción de una nueva
Constitución de la República, a través de un proceso constituyente al que
participaron todas y todos los delegados.
“Fue una
práctica muy importante y participada. Se conformaron 20 grupos de trabajo
analizando los
diferentes aspectos que tienen que ver con la Constitución, como por ejemplo el
tema político, el modelo económico, los derechos humanos, los derechos de las
poblaciones indígenas y afrocaribeñas, el tema laboral, de género, entre otros –
comentó a Sirel Carlos H. Reyes, presidente del STIBYS.
Después de un profundo
debate se fueron redactando los diferentes capítulos de una nueva Constitución,
y se nombró a una Mesa Directiva que iba a dirigir a la Asamblea Nacional
Constituyente, quedando electa como presidenta Bertha Oliva, del Comité
de Familiares de Detenidos Desaparecidos en Honduras (COFADEH).
Con los delegados –continuó
Reyes– se habló del poder constituyente y el poder constituido,
analizando la necesidad y urgencia de una convocatoria a una Asamblea Nacional
Constituyente. Lo que ahora tenemos por delante es un trabajo muy difícil, pero
al mismo tiempo de vida o muerte para el Frente Nacional de Resistencia
Popular.
Vamos a trabajar muy
fuertemente para los próximos dos meses y medio para llegar a una Consulta
Popular el próximo 28 de junio, fecha del golpe de Estado. Todavía no hemos
definido cuál va a ser la forma con que la vamos a hacer, pero sabemos que va a
ser un instrumento que nos va a servir no solamente para tener un censo de la
gente que está dispuesta a apoyar el proceso constituyente, sino también para
seguir con el proceso unitario, de movilización y organización”, manifestó el
dirigente sindical.
Para Carlos H. Reyes
los sectores golpistas saben perfectamente que el FNRP ha logrado
mantener y fortalecer la unidad entre movimientos sociales y organizaciones
políticas, con el objetivo de la toma del poder. Es por eso que se ha
incrementado la violencia selectiva contra los miembros de la Resistencia y las
estrategias para romper esta unidad.
“Finalmente hay que destacar
que este encuentro por la refundación de Honduras no se cerró –concluyó
Bertha Cáceres–.
La asamblea expresó la
necesidad de mantener abierto el proceso de reflexión y construcción comenzado
unas semanas antes del golpe de Estado y continuado en estos tres días. Ha sido
un aprendizaje muy enriquecedor para todos y todas, generador de debate y de
procesos, en el que se ha destacado la presencia y la propuesta de las mujeres”.