Miles de
miembros de los pueblos negros e indígenas de Honduras se movilizaron hoy (1 de
abril) hacia la capital, para conmemorar los 214 años de la llegada del pueblo
garífuna al país, y manifestar su firme rechazo a la represión desatada en las
últimas semanas por el régimen de Porfirio Lobo y a la inauguración del Mes de
la Herencia Africana, en el marco del Año Internacional de los Pueblos
Afrodescendientes.
Afortunadamente,
el día de hoy no nos tocó respirar los gases mortales tirados por la Policía, ni
ser blanco del chorro de líquido urticante de los camiones antimotines o de los
disparos a matar que, en los días pasados, dejaron un saldo de 13 heridos y un
fallecido en el Bajo Aguán.
Lo que sí
respiramos fue el humo del Saumerio, el incienso utilizado por los garífunas
purificar y alejar la maldad, que fue esparcido a lo largo de todo el recorrido
de la gran marcha negra, indígena y popular.
“Hoy no hay nada
que celebrar. Llegamos aquí para denunciar que estamos siendo despojados de
nuestro territorio y viviendo una segunda expulsión de nuestras tierras -dijo a
Sirel la presidenta de la Organización Fraternal Negra Hondureña (OFRANEH),
Miriam Miranda-.
No queremos
ciudades modelos, ni represas o megaproyectos en nuestro territorio.
Exigimos que se nos consulte, que se nos escuche, que cese la represión y las
violaciones a los derechos humanos”, dijo Miranda.
El pasado 28 de
marzo, la presidenta de OFRANEH fue golpeada, herida, capturada y
detenida por la Policía durante una movilización del pueblo garífuna.
Trataron de
acusarla de sedición, pero la fuerte movilización nacional e internacional
obligó a los represores dejarla en libertad.
“Miriam Miranda
está presente. El pueblo garífuna está presente. No nos van a doblegar, vamos a
seguir resistiendo. El pueblo garífuna tiene más de 214 años resistiendo, con
nuestra cultura, con nuestra fuerza. No nos van a detener”, concluyó.
Según el directivo
del Consejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras (COPINH),
Salvador Zúniga, la lucha de resistencia contra el golpe de Estado ha
tenido un gran aporte de los pueblos negros y originarios.
“Nuestro objetivo
es refundar el país y que en la nueva Constitución se reconozca la
pluriculturalidad, el multilingüismo y nuestros derechos territoriales.
Al régimen
-continuó Zúniga- no le interesa darnos repuestas reales, ni espacios de
participación, sino reprimirnos para detener ese gran movimiento popular que ha
surgido en Honduras. De esa manera, está mostrando su enorme debilidad,
porque un Estado fallido sólo puede mantenerse con las armas”, sentenció el
directivo del COPINH.
Finalmente,
Zúniga hizo un llamado a la comunidad internacional para que no se reinserte
a Honduras en el seno de la OEA.
“Hay una
sistemática violación a los derechos humanos y hay cientos de exiliadas y
exiliados, que no pueden regresar al país por temor a ser asesinados. Vamos a
mantener una lucha permanente y hacemos un llamado a la comunidad internacional
para que no se cometa ese error, porque se desataría más represión contra el
pueblo en resistencia”, concluyó.
Del 18 al 21 de
agosto de 2011, Honduras será sede de la Cumbre Mundial de
Afrodescendientes. Desde ya, los pueblos negros e indígenas de Honduras
han expresado su rechazo a que se celebre esta actividad en el país, ya que
sería un reconocimiento implícito al régimen hondureño.