Después de más
de tres semanas de paro de labores, movilización y represión, el magisterio
hondureño alcanzó un acuerdo con el gobierno de Porfirio Lobo. En el texto
firmado por las partes, varios puntos concretos se mezclan con la instalación de
comisiones bipartitas que abordarán las demandas neurálgicas del magisterio. Los
maestros y maestras alertan sobre una posible táctica dilatoria del gobierno, y
están listos para salir nuevamente a las calles.
Son ocho los
ejes y 26 los puntos que conforman el acuerdo firmado por el magisterio y el
gobierno, el pasado 31 de agosto.
Entre ellos,
una auditoría externa y el
saneamiento financiero del Instituto Nacional de Previsión del Magisterio (INPREMA),
saqueado durante el gobierno de facto de Roberto Micheletti, la revisión
del salario mínimo, la continuidad del Programa de Ajuste Social y Calidad
Educativa (PASCE) y la solicitud de retiro de la Ley General de
Educación.
Asimismo, se revisarán las
violaciones al Estatuto del Docente Hondureño, las deducciones ilegales
aplicadas al margen de la ley a varios docentes, se investigarán las
arbitrariedades cometidas por el Ministro de Educación y otros funcionarios.
También, se revisará el caso de
los directores y secretarios departamentales injustamente despedidos, entre
otros.
“Se van a
instalar varias comisiones bipartitas para abordar todos estos puntos. Estas
comisiones tendrán que concluir su trabajo en un plazo que está definido en el
acuerdo.
Además, habrá
un proceso de seguimiento al cumplimiento de los acuerdos mismos, con la
participación de organizaciones sociales, populares, de los derechos humanos, y
de personas expertas en la materia”, dijo a Sirel el dirigente
magisterial e integrante de la comisión negociadora Wilfredo Paz.
Según Paz,
alcanzar ese acuerdo no fue fácil. “El gobierno estaba totalmente cerrado ante
la agenda magisterial y rompió tres veces el proceso de negociación.
Tuvimos que
salir a las calles y ser beligerantes, combativos, para alcanzar la firma de
esta acta. Son avances sustanciales, aunque no podemos confiarnos. Vamos a
seguir, paso a paso, el cumplimiento de estos acuerdos”, explicó.
El acuerdo fue
sometido a la discusión y aprobación de las bases antes de ser firmado. Sin
embargo, el uso de tácticas dilatorias de parte de las comisiones
gubernamentales es de sobra conocido por el pueblo hondureño.
Arturo Corrales,
actual Ministro de Planificación y miembro de la comisión negociadora, fue el
principal integrante de la comisión del régimen de facto de Roberto
Micheletti que negoció el tristemente famoso Acuerdo Tegucigalpa-San José.
Una pieza
fundamental en la estrategia orquestada por los sectores golpistas y el
Departamento de Estado para tratar de “legalizar y democratizar” el golpe a
través de las elecciones de noviembre de 2009.
“Si no se
respetan los plazos definidos en el acuerdo, vamos a volver a tomarnos el
INPREMA y a salir a las calles. Vamos a volver al paro de labores, porque no
estamos dispuestos a permitir que nos engañen”, advirtió el dirigente
magisterial.
Paz
aprovechó de
esta conversación con Sirel, para agradecer el respaldo y el apoyo
brindado por la UITA y por sus organizaciones sindicales afiliadas
reunidas en Honduras en las semanas pasadas.
“Estamos
profundamente agradecidos con todas las organizaciones que nos han apoyado a
nivel internacional y con la UITA.
Es también
gracias a este apoyo que hemos podido dar a conocer en el mundo la lucha del
magisterio, la represión que hemos sufrido, y a presionar al gobierno para que
se llegara a un acuerdo”, concluyó.