|
Manifiesto del Frente Nacional de Resistencia
Popular (FNRP)
|
A un año del Golpe de Estado en
Honduras
|
Compañeros y compañeras.
Cuando la oligarquía hondureña dio el golpe de Estado, el 28
de junio el año pasado, jamás imaginó que enfrentaría una de
las muestras de valor y dignidad más importante en la
historia de nuestra patria grande latinoamericana. El pueblo
hondureño se movilizó desde el mismo momento en que se
enteró del acto traidor, planeado y ejecutado por el
imperialismo y la oligarquía hondureña, y desde entonces no
ha cesado ni un instante en organizarse y movilizarse para
reclamar su derecho a transformar su presente y ser dueño de
su futuro.
Honduras es hoy el escenario de esa batalla entre lo viejo y
lo nuevo; entre la dominación y la libertad. Aquí se
enfrentan las huestes criminales del fascismo internacional,
los partidos de derecha, las iglesias al servicio de los
oligarcas y los gobiernos serviles al imperio contra las
organizaciones populares de base, las fuerzas políticas
progresistas y democráticas, los sectores sociales
históricamente oprimidos y la solidaridad desinteresada de
otros pueblos hermanos.
La Resistencia,
es la expresión genuina de esa conjunción de fuerzas
revolucionarias que ha hecho fracasar los planes del imperio
norteamericano, la derecha internacional y la oligarquía
local, se ha convertido en un sujeto social y político, que
confunde a los cuerpos de inteligencia y se vuelve
incomprensible para una oligarquía que no es capaz de
entender, desde sus esquemas morales y su lógica neoliberal,
la combinación de sacrificio y esperanza con la que el
pueblo enfrenta la represión, el totalitarismo y el engaño,
con una visión de un futuro de progreso y bienestar para
todos y todas.
El golpe de Estado militar fue un desesperado recurso de la
oligarquía frente el inicio de un proceso de transformación
que estaba siendo interpretado y canalizado a través del
gobierno del Presidente Manuel Zelaya Rosales, que a pesar
de haber llegado al poder dentro del esquema definido para
preservar los intereses económicos de los pudientes, supo
dar un giro a las políticas económicas, sociales, y hacer un
ejercicio legitimo de soberanía nacional e internacional
colocando al Estado al lado de los pobres y a favor de las
transformaciones.
Mel Zelaya asumió la conducción de un gobierno en medio de
una grave crisis social, un bipartidismo moribundo, un
movimiento popular en ascenso y un nuevo escenario
internacional signado por una Latinoamérica en procesos
profundos de cambios económicos, políticos y sociales. Aún
en ese marco, el Presidente Zelaya asumió un compromiso
social, demostró mucho valor y audacia para enfrentar a una
oligarquía parasitaria, corrupta y criminal que desde
Francisco Morazán, no había visto cuestionado su sistema de
privilegios. Lo que comenzó como el intento de pequeñas
reformas para fortalecer el aparato productivo nacional y
frenar las privatizaciones de los últimos servicios públicos
y recursos que todavía le quedaban al Estado, fue
evolucionando hasta el compromiso por la transformación
estructural del Estado y la sociedad, a través de la
instalación de la Asamblea Nacional Constituyente.
La situación de la oligarquía es desesperada, los poderes
del Estado que utilizan están a punto de colapsar ante una
aguda crisis fiscal y financiera que podría convertirse en
una bancarrota total, tampoco son capaces de lograr el
reconocimiento internacional con el que lograría créditos
que oxigenarían la grave crisis económica generada por el
golpe de Estado y el enorme saqueo de los funcionarios que
asumieron cargos en el régimen de facto, el mundo los
reconoce como violadores de derechos humanos denunciados
ante la Corte Penal Internacional, en resumen se puede
asegurar que están condenados a fracasar.
La Resistencia se fortalece, aumenta sus capacidades de
organización y articulación a nivel nacional, se preocupa
por garantizar mecanismos de democracia interna que permitan
mantener la unidad dentro de la diversidad ideológica y se
atreve a soñar con una nueva sociedad justa equitativa e
incluyente, para lograrlo la estrategia del FNRP está
claramente definida, las hondureñas y los hondureños nos
convocaremos a una Asamblea Nacional Constituyente,
Democrática y Popular con la que refundaremos el Estado y la
Sociedad.
De especial consideración es recordar y honrar la memoria de
nuestros compañeros y compañeras asesinados y torturados por
la fuerza de terror, el aparato represivo del estado al
servicio de la oligarquía y el Pentágono Norteamericano, por
ellos y ellas, que ofrendaron su vida para construir una
sociedad justa y equitativa, reafirmamos que aquí no se
rinde nadie hasta hacer realidad las justas aspiraciones del
pueblo hondureño, por ellos y ellas manifestamos nuestro
total apoyo a la Comisión de Verdad instalada a instancias
de la Plataforma de Derechos Humanos. Confiamos en que con
su trabajo lograremos conocer los hechos y enjuiciar a los
autores materiales e intelectuales de las torturas, de los
asesinatos, de las múltiples violaciones, de la represión, y
otros vejámenes que fuimos objeto como pueblo.
Exigimos el retorno de nuestros compañeros y compañeras que
se encuentran en el destierro por persecución política de la
oligarquía golpista utilizando las instituciones públicas
Con relación a esta crisis política, económica y social
provocada por la oligarquía para sostener este sistema
injusto, inequitativo, establecemos como ruta para lograr
las transformaciones sociales la siguiente:
1.- Debemos intensificar el proceso para lograr la Asamblea
Nacional Constituyente, integrada por diputados y diputadas
constituyentes que surjan de los sectores sociales, obreros,
etnias, afro descendientes, pobladores, mujeres, campesinos,
profesionales, jóvenes, conformando una autentica
representación del pueblo hondureño, para lo que necesitamos
continuar fortaleciendo los aspectos organizativo desde la
base hasta la estructura nacional, la capacitación
propiciando en asambleas abiertas participativas la
discusión de los contenidos que debe tener el nuevo pacto
social en un marco de refundación de un Estado Social
Soberano Laico y Democrático comprometido con el progreso y
el bienestar del pueblo hondureño, lo que inevitablemente
pasa por desmontar la estructura oligárquica golpista y el
desmantelamiento de su aparato represivo y criminal.
2.- Rescatar los recursos naturales anulando las concesiones
ilegales otorgadas bajo el modelo neo liberal y los sectores
estratégicos en la vida económica del país, como las
telecomunicaciones, energía, agua, bosques, puertos, minería
e hidrocarburos, aeropuertos con la implementación de una
economía mixta que permita la participación del pueblo,
con una distribución equitativa de la riqueza para
satisfacer las justas aspiraciones y demandas del pueblo por
una condición de vida digna, por que para lograr el
progreso y bienestar del pueblo hondureño se requiere que
los recursos nacionales se utilicen para propósitos
nacionales, en ese orden de ideas rechazamos las medidas
neoliberales tomadas por el régimen oligárquico golpista de
Porfirio Lobo Sosa en donde ataca al pueblo hondureño con
paquetazos, privatizaciones, imponiendo cargas tributarias,
encarecimiento de los servicios públicos, descargando el
costo del saqueo y corrupción del golpe de estado militar
principalmente en la clase media y los sectores populares,
a quienes llamamos a continuar con un mayor nivel de
compromiso en esta lucha patriótica, pacífica, democrática
que constituye la razón de la existencia del FNRP.
3.- Hacemos un llamado de alerta al pueblo hondureño para
organizarse en los caseríos, aldeas, barrios, colonias,
municipios, departamentos en frentes de resistencia, y a las
organizaciones sociales, sindicatos, federaciones, empresas
campesinas, gremios profesionales a que intensifiquen el
trabajo de fortalecimiento de la organización, ya que como
consecuencia del fracaso de las acciones tomadas por la
oligarquía para detener el proceso de transformación social
a través del golpe de estado militar del 28 de junio del
2009, de las elecciones ilegitimas, violentas y
militarizadas del 29 noviembre del pasado año, la
continuación del régimen oligárquico golpista por medio del
señor Porfirio Lobo Sosa, no han podido con sus decisiones
resolver la crisis económica, política, social; todo lo
contrario se ha agudizado la misma, por lo que en su
desesperación la oligarquía golpista para sostener sus
privilegios prepara una ofensiva violenta y criminal,
apoyados por la ultra derecha norteamericana y
latinoamericana y de esta manera intentan nuevamente detener
el proceso social de transformación que impulsa el pueblo
hondureño, con su desarrollo organizativo, con claridad y
fortaleza en las líneas políticas, con el liderazgo de José
Manuel Zelaya Rosales que reclamamos su retorno
incondicional y el pueblo digno de Morazán continua
avanzando incorporado en el FNRP hasta alcanzar la victoria
final.
Honduras C.A.
28 Junio 2010.
¡POR LA MEMORIA DE NUESTROS MARTIRES CAIDOS EN LA LUCHA!
¡POR UNA
SOCIEDAD JUSTA Y LA REFUNDACION DEL ESTADO DE HONDURAS!
¡POR LA
ASAMBLEA NACIONAL CONSTITUYENTE!
¡RESISTIMOS
Y VENCEREMOS!
¡VIVA EL
FNRP!
|
Rel-UITA
28
de junio de 2010 |
|
|
|
|
|
|