Pese a las
restricciones a libertades civiles impuestas por el gobierno de facto a través
de un tambaleante Decreto Ejecutivo, las organizaciones que conforman el Frente
Nacional Contra el Golpe de Estado volvieron a manifestarse por las calles del
país.
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Israel Salinas |
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Luis Santos |
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David Romero |
Frente a las
instalaciones de Radio Globo, emisora que en los días pasados ha sido
víctima de la censura mediática del gobierno de facto, centenares de
manifestantes pidieron el retorno a la institucionalidad, el fin de la “ley del
bozal”, rechazando al mismo tiempo cualquier propuesta de solución al conflicto
que no prevea el regreso del presidente Manuel Zelaya a la Presidencia de
la República con plenos poderes.
Denunciaron
también el desalojo de centenares de campesinos y sindicalistas del Sindicato de
Trabajadores del Instituto Nacional Agrario (SITRAINA), combativa
organización afiliada a la UITA que en diferentes partes del país
mantenían la toma de las diferentes instalaciones del Instituto Nacional Agrario
(INA).
“Las 55
personas pertenecientes a organizaciones campesinas y al SITRAINA que
fueron desalojadas en la mañana de ayer 30 de septiembre, estaban
defendiendo una institución que les pertenece a ellos y a todo el pueblo
hondureño –declaró a Sirel el secretario general de la Confederación
Unitaria de Trabajadores de Honduras (CUTH), Israel Salinas–.
El INA
es la única ventana a través de la cual el país puede lograr un desarrollo en el
sector del agro. Con este desalojo se quiere desaparecer una institución que ha
beneficiado a miles de campesinos organizados a través del Decreto 18-2008, y
beneficiar solamente a los terratenientes, usándola para hacer política
partidaria.
Demandamos un
proyecto de reforma agraria para transformar este país –continuó Salinas–,
pero esto se puede lograr solamente con un gobierno del pueblo, con una Asamblea
Nacional Constituyente que refunde Honduras”, concluyó.
Las 55 personas
detenidas, cuatro de las cuales afiliados del SITRAINA, fueron
trasladadas a la Comandancia Regional 7 (CORE-7) y en la tarde de ayer,
miércoles 30 de septiembre, fueron remitidas a los juzgados donde se teme puedan
ser acusadas de sedición.
Desde el pasado
28 de junio ya son 43 las personas que se enfrentan a esta acusación en el marco
de una nueva estrategia para descabezar y detener al Movimiento Popular de
Resistencia Contra el Golpe de Estado.
“La gente
detenida está bien y tiene la esperanza de salir pronto en libertad. Sin
embargo, estamos preocupados por la situación de ilegalidad que vivimos en
Honduras –dijo Luis Santos Madrid, secretario general del SITRAINA
al salir de la CORE 7–.
Todos los
hombres están en una sola celda, así como las seis mujeres. Lo que no sabemos es
qué pasó con los dos menores de edad que supuestamente fueron remitidos a la
Fiscalía del Menor, y tememos que ellos también puedan ser acusados de sedición.
Ya nos estamos
movilizando con los abogados y las organizaciones de derechos humanos para que
se les brinde apoyo legal, al mismo tiempo que estamos preparándonos para luchar
contra los despidos que seguramente las nuevas autoridades de facto querrán
hacer contra nuestros afiliados”, concluyó Madrid, quien informó también
que el Ejército y la Policía ya estaban sacando varias cajas con los expedientes
pertenecientes a miles de campesinos.
Desobediencia civil
Desafiando la
prohibición de manifestarse en las calles sin autorización, el Frente
Nacional Contra el Golpe de Estado convocó a una movilización frente a las
instalaciones de Radio Globo, en el céntrico Boulevard Morazán.
Los
manifestantes se apostaron a los dos lados de la carretera distribuyendo
volantes contra la violación de la libertad de expresión, recibiendo el apoyo de
centenares de personas que circulaban por el lugar con sus vehículos.
Mientras tanto,
trabajadores de Radio Globo intentaron acercarse a Casa Presidencial para
protestar y pedir la devolución de sus aparatos y equipos, y la reactivación de
la señal.
Ante a un
fuerte dispositivo militar que resguardaba la zona, las y los trabajadores de
esta emisora levantaron pancartas contra la censura mediática de la que fueron
víctima en los días pasados.
“Para los que
queremos hacer periodismo independiente, objetivo, con libertad, la situación se
ha vuelto muy difícil –dijo David Romero, director de Radio Globo–.
Tenemos dos
alternativas: seguir como lo hicimos hasta el momento y nos siguen clausurando o
nos alineamos para tener una sola voz en función de este golpe y no estamos
dispuestos a hacerlo.
Hoy –continuó
Romero– estamos aquí para exigir que se nos entregue la radio, que se
restituya la libertad de expresión que ha sido secuestrada y que somos parte del
diálogo, porque no puede haber diálogo si cierran la voz del pueblo hondureño”,
concluyó.
Atacan al pueblo
Después de
algunas horas en la calle y ante la amenaza de un desalojo muy violento por
parte de un impresionante despliegue militar en la zona, los manifestantes
optaron por marchar hacia la embajada estadounidense.
Sin embargo, y
sin motivo alguno, la columna fue perseguida y dispersada con uso de gas
lacrimógeno. La Policía detuvo a un ciudadano español quien fue posteriormente
liberado.
Hubo también
momentos de tensión cuando los medios nacionales e internacionales que cubrían
lo que estaba ocurriendo fueron atacados por la Policía en abierta violación al
derecho información.
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