En víspera de la instalación de un
Gobierno de Unidad y Reconciliación
Nacional, tal como prevé el punto 1 del
Acuerdo Tegucigalpa-San José, centenares
de manifestantes de la Resistencia
continúan presidiando las instalaciones
del Congreso Nacional, en la espera de
una decisión de los diputados sobre la
restitución del presidente Manuel Zelaya
Rosales. Mientras tanto, la comunidad
internacional se divide sobre la
urgente necesidad de que sea el propio
Zelaya quien presida el nuevo gobierno y
el reconocimiento de los resultados
electorales del próximo 29 de noviembre.
Durante una breve conferencia de prensa,
los integrantes de la Comisión de
Verificación fueron muy evasivos al
expresarse sobre el tema toral del
conflicto, es decir la restitución
inmediata del presidente Zelaya y
el rol que asumirá en el Gobierno de
Unidad y Reconciliación.
El ex presidente chileno, Ricardo
Lagos, y la ministra del Trabajo
estadounidense, Hilda Solís,
prefirieron hablar de un “proceso en
marcha que necesita tiempo” y del
esfuerzo para “conformar un nuevo
gabinete atrayendo a los diferentes
grupos involucrados”.
Por el momento se desconocen los nombres
de las personas que conformarán el nuevo
gobierno que tendrá la tarea de
acompañar el país hacia las elecciones
del 29 de noviembre, sin embargo, se
supo que podría estar conformado por 20
personas: diez escogidas por el
presidente Zelaya y las otras
diez por el presidente de facto
Roberto Micheletti.
Rumores y
declaraciones contradictorias
En medio de un ambiente de mucha
confusión y de rumores no confirmados,
que generaron un clima de fuerte
incertidumbre entre la población, la
Resistencia continuó con su movilización
frente al Congreso Nacional, pidiendo
que la instalación del nuevo gobierno
transitorio coincida con la restitución
del presidente Zelaya por parte
de los diputados.
Decenas de buses salieron a lo largo de
toda la tarde y la noche rumbo a
Tegucigalpa, para engrosar las filas de
la Resistencia en vista de la
movilización masiva prevista para la
mañana del jueves.
No obstante, al momento de redactar esta
nota los diputados aún no habían sido
convocados por la Junta Directiva de
este poder del Estado, mientras esperan
las opiniones no vinculantes de las
diferentes instituciones estatales
consultadas de urgencia sobre el caso.
A crear más confusión contribuyeron las
declaraciones vertidas por el
secretario de Estado adjunto para
Asuntos del
Hemisferio Occidental, Thomas Shannon,
quien en una entrevista televisiva
admitió que la restitución del
presidente Zelaya no está
vinculada a la conformación del nuevo
gobierno, sino a la decisión del
Congreso Nacional, cuya resolución será
aceptada por el gobierno estadounidense,
abriendo el camino a una legitimación y
reconocimiento del proceso electoral y
de las autoridades que saldrán elegidas.
Reacciones contundentes
Inmediata fue la respuesta del
presidente de Zelaya, de sus
principales colaboradores y de parte de
la comunidad internacional.
El presidente legítimo de Honduras
envió una carta a la secretaria de
Estado, Hillary Clinton, pidiendo
que Estados Unidos “aclare
si la posición estadounidense ha sido
modificada o cambiada y si ahora se
busca a toda costa, sin esperar el
cumplimiento de los acuerdos, el
reconocimiento de las elecciones sin
revertir el golpe de Estado".
Por su lado, la canciller hondureña, Patricia Rodas,
dijo en conferencia de prensa desde la
Embajada de Honduras en Managua
que “Estamos esperando que el Congreso
restituya mañana, 5 de noviembre, al
presidente Zelaya. Si no cumplen,
no aceptaremos el acuerdo y no habría
reconocimiento del proceso electoral”.
Mientras tanto, en la sesión de la OEA, Brasil,
Venezuela, Bolivia,
Ecuador y Nicaragua
advirtieron que la no restitución de
Zelaya comportaría el no
reconocimiento del proceso electoral y
de las nuevas autoridades por parte de
sus gobiernos.
“Sería una verdadera burla a la ciudadanía hondureña cuando
se está tratando de interpretar de
diferentes maneras los alcances del
acuerdo y mover las mismas piezas
golpistas para que se definan alrededor
del cumplimiento del acuerdo –dijo
durante una entrevista para Radio
Globo
la Directora de Investigación Científica
de la Universidad Nacional Autónoma de
Honduras, Leticia Salomón–.
Las declaraciones de Thomas Shannon se insertan muy
bien dentro de la política oportunista
de Estados Unidos, de ver cómo
salir ganando de una situación crítica
que les ha puesto a ellos en
cuestionamiento. Es decir, Estados
Unidos pretende retomar el acuerdo
que se firmó como un éxito personal y se
están valiendo de ello para volver todo
a una normalidad que no se corresponde
con la realidad que estamos viviendo los
hondureños.
El punto central sigue pendiente –continuó Salomón–,
que es la solución de la crisis vía
restitución del presidente Zelaya.
Si ésto no ocurre, Estados Unidos
seguirá pensando que ésta es una opción
viable para asegurar el reconocimiento
de estas elecciones precarias y
totalmente ilegítimas”.
Para la catedrática, la mirada en este momento debe estar
puesta sobre el Congreso Nacional para
que no siga jugando un papel de desafiar
a la ciudadanía, creando una verdadera
afrenta a la democracia.
El COPINH
se expresa
Ante esta situación de espera e incertidumbre, el Consejo
Cívico de Organizaciones Populares e
Indígenas de Honduras (COPINH)
emitió un comunicado muy contundente en
el que expresa su desconfianza hacia
la comisión negociadora del régimen
golpista, que tiene el único propósito
de ganar tiempo y seguir impulsando sus
proyectos neoliberales.
Denuncia también “la actitud maliciosa y
mal intencionada del gobierno de
Estados Unidos que en el fondo ha
apoyado a los golpistas”.
El COPINH hizo un llamado a la
población a “no descansar hasta no
lograr la convocatoria a una Asamblea
Nacional Constituyente popular y
democrática”, y llamó a los candidatos
no golpistas y a la población a
renunciar a participar “en la farsa y en
el circo electoral montado por los
golpistas”.
Finalmente, pidió a la solidaridad
internacional fortalecer el apoyo al
pueblo hondureño, no sólo por principio
de solidaridad, sino por razones de
autodefensa, “ya que si los golpistas se
consolidan en Honduras se acabará
la primavera democrática de los pueblos
del mundo, particularmente de los
pueblos de nuestra América”,
concluyó el comunicado.
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