Con
paso lento y seguro decenas de miles de hondureños avanzan en la gran Marcha
Nacional de Resistencia Popular, seguros de alcanzar su objetivo el próximo
martes 11 de agosto. Mientras tanto, en Tegucigalpa el pueblo en resistencia se
ha tomado nuevamente las calles, desafiando las declaraciones del gobierno de
facto que quiere impedir esta libre expresión del disenso popular.
Mientras el incansable Comité de Leogística del Frente Nacional Contra el
Golpe de Estado desarrolla un intenso y complicado trabajo para hacer llegar
víveres, agua y otros productos básicos a las personas que están marchando en
todo el país, miles de hondureños se han volcado a las calles y carreteras del
país, y marchan rumbo Tegucigalpa y San Pedro Sula.
“Estamos a 20 kilómetros de El Progreso, donde van a converger todas las
personas que vienen del norte y del Atlántico –dijo a Sirel Baudilio
Andara, del Comité Ejecutivo de la Central Unitaria de Trabajadores de
Honduras (CUTH)–.
Somos aproximadamente 2.500 personas, pero estamos llegando a otras comunidades
donde se nos van a sumar otras 500.
En
la zona de occidente –continuó Andara– la gente llegó hasta Trinidad, en
el departamento de Santa Bárbara. Son 4 mil personas y antes de llegar a la
intersección de La Ceibita se van a sumar otras 2 mil. Por el momento no tuvimos
ningún problema con la Policía y la gente sigue muy optimista, con muchas ganas
y fuerza, y estamos recibiendo bastante apoyo de parte de la población.
Esperamos poder entrar a San Pedro Sula con unas 25 o 30 mil personas”, concluyó
el directivo de la CUTH.
En
la zona central y occidental del país la situación es muy similar, destacando la
buena organización y el apoyo popular a este increíble esfuerzo.
“Salimos a las 6 de la mañana de Flores, en el departamento de Comayagua, y
estamos marchando para alcanzar la ciudad de Zamorano antes de que anochezca
–explicó Feliciano Martínez de la Red Comal–.
Somos unas 3 mil personas que venimos de diferentes departamentos y por el
momento hemos caminado 60 kilómetros. Mañana vamos a salir a las 8 de la mañana
rumbo a Marapica. Hemos encontrado mucha disponibilidad en los lugares donde
acampamos. La primera noche nos dio hospitalidad el Instituto San Francisco y
hoy vamos a dormir en el Centro de Educación Básica de Zamorano.
La
organización ha sido muy buena –continuó Martínez– y contamos también con
el apoyo de las organizaciones populares y de la población que nos respalda. La
gente está con mucho ánimo y estoy seguro de que vamos a seguir así hasta
Tegucigalpa”, concluyó.
Tegucigalpa resiste y
avanza
Los
pasados jueves 6 y viernes 7 de agosto, la capital fue nuevamente testigo de la
resistencia del pueblo organizado contra el golpe de Estado.
Miles de personas se tomaron nuevamente las calles demostrando no tenerles miedo
a los cuerpos represivos que en los días pasados reprimieron brutalmente a la
población y a los estudiantes universitarios.
Elobjetivo de las dos marchas ha sido demostrar su rechazo al golpe frente a las
casas de reconocidos golpistas, como el poderoso empresario y ex presidente de
la República, Carlos Flores Facussé, y el cuestionado cardenal Oscar
Andrés Rodríguez, y a las instalaciones de instituciones públicas y empresas
privadas, también vinculadas con el golpe, como el diario El Heraldo, la Empresa
Nacional de Energía Eléctrica (ENEE) y el Instituto de la Mujer (INAM).
Frente a la embajada de Estados Unidos, miles de personas pidieron
nuevamente que el gobierno de este país deje de hablar y actúe con firmeza,
tomando medidas políticas y económicas que obliguen al gobierno de facto
rectificar su actitud golpista.
Se
realizó también una larga toma de la carretera a Oriente –salida a Danlí–, a la
que por primera vez se sumó el sector de los taxis, para encaminarse después
hacia la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH), que en los
días pasados ha sido teatro de fuertes enfrentamientos entre estudiantes y
cuerpos antimotines de la Policía.
Coreando consignas y pintando las paredes con frases contra el golpe, las miles
de personas que conforman el frente de resistencia popular demostraron una vez
más no estar dispuestas a doblegarse ante la violencia del gobierno de facto y
de sus aparatos represivos, y de estar listas para saludar la llegada de la
Marcha Nacional de Resistencia Popular.
“Son
41 días de lucha y resistencia, y hoy queremos dedicar este esfuerzo a los
estudiantes universitarios que fueron reprimidos –dijo Rafael Alegría,
miembro de la conducción colegiada del Frente Nacional Contra el Golpe de
Estado–.
Cada
día se suma más gente a la lucha contra el golpe de Estado y espero que la
próxima semana podamos ver algo grande, inmenso, con la llegada de la Marcha
Nacional.
La
gente está sacando mucha fuerza de voluntad –continuó Alegría–,
convencida de que no podemos aceptar a un régimen fascista y golpista. El pueblo
ya decidió que en Honduras los tiempos han cambiado y sólo podemos vivir
procesos democráticos y avanzar en la institucionalidad del país. No vamos a
claudicar, y más bien cada día vamos a ser más”.
Sirel
indagó su opinión sobre los Acuerdos de San José, que parecen estar pensados
para restituir al presidente Manuel Zelaya en su cargo, pero sin poderes,
y tratar de darle una apariencia de legitimidad al proceso electoral que ya está
en camino.
“Ésta es la estrategia de la oligarquía económica nacional y de algunos países
de la comunidad internacional. Hay cosas que no se pueden negociar, como son la
restitución del presidente Zelaya y del orden democrático, y la
Constituyente.
El
pueblo –continuó el miembro del Frente Nacional Contra el Golpe de Estado–
quiere una Constituyente para readecuar el marco jurídico y político del país, y
eso no puede estar en discusión. No sabemos cuándo lo vamos a hacer, pero es una
reivindicación del pueblo y vamos a ir hasta el fin”, concluyó.
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