Se instala hoy, 3 de noviembre, la
Comisión de Verificación del Acuerdo
Tegucigalpa-San José firmado el pasado
30 de octubre por las comisiones
negociadoras del presidente
constitucional de Honduras, Manuel
Zelaya Rosales, y el presidente de
facto, Roberto Micheletti. De esta
manera se cumple con la segunda fecha
del calendario de cumplimiento de los
acuerdos que constan de 12 puntos, entre
ellos la posible restitución del
presidente Zelaya por parte del Congreso
Nacional y, por ende, la restauración
del orden constitucional en el país.
La Comisión de Verificación estará
conformada por el ex presidente chileno,
Ricardo Lagos, la Ministra del
Trabajo de Estados Unidos,
Hilda Solís y los representantes de
las dos partes hondureñas, Jorge
Arturo Reyna, actual embajador del
gobierno Zelaya ante la ONU,
y Arturo Corrales Álvarez,
miembro de la comisión negociadora de
Micheletti.
Sin lugar a dudas, el punto más
complicado del Acuerdo Tegucigalpa-San
José sigue siendo la restitución del
presidente Zelaya por parte de
los diputados que, hasta el momento, no
se han reunido y parecen decididos a
esperar el resultado de la consulta que
plantearon a los magistrados de la Corte
Suprema de Justicia (CSJ).
Esta actitud, sumada a las declaraciones
de miembros de la Junta Directiva del
Congreso según las cuales la mayoría de
los diputados estaría muy ocupada
desempeñando su campaña electoral en
búsqueda de una reelección, deja la
impresión de que se podría tratar de
otra maniobra dilatoria para acercarse
lo más posible a la fecha electoral.
De esa manera evitarían que, una vez
restituido, el presidente Zelaya
pueda desarrollar campañas proselitistas
a favor de una candidatura que no sea
las de los dos partidos tradicionales,
el Partido Nacional y el Partido
Liberal.
Para la comisión negociadora del
presidente Zelaya, que ayer, 2 de
noviembre, brindó una conferencia de
prensa junto con miembros del gabinete
de gobierno, “no hay elementos todavía
para decir que se le está dando
dilatoria al proceso de restitución del
presidente Zelaya –dijo el
abogado Rodil Rivera, miembro de
la comisión negociadora–.
El viernes pasado entregamos formalmente
el acuerdo firmado a la secretaría del
Congreso y esperamos que el día de
mañana, 3 de noviembre, la junta
directiva convoque a los diputados y el
jueves, 5 de noviembre, se restituya al
Presidente, dando de esta manera
cumplimiento al punto 5 del acuerdo y a
la conformación del Gobierno de Unidad y
Reconciliación Nacional que
necesariamente tiene que ser encabezado
por el Presidente constitucional de
Honduras.
Nosotros –continuó Rivera
contestando a una pregunta de Sirel–
sabemos que este acuerdo es conocido
mundialmente y es celebrado entre las
partes de buena fe. Esto quiere decir
que nosotros, como una de las partes
firmantes, y la misma comunidad
internacional esperamos que se cumpla a
cabalidad”, concluyó.
Restitución y elecciones
Las fuertes expectativas desencadenadas
por el inicio de este proceso entre la
población que por casi 130 días ha
luchado en la calle contra el golpe de
Estado, están directamente relacionadas
con el proceso electoral en marcha y la
participación o no de la Candidatura
Independiente Popular.
Según el miembro de la conducción
colegiada del Frente Nacional Contra
el Golpe de Estado, Juan Barahona,
“La restitución del Presidente Zelaya
vendría a solventar un poco la crisis y
permitiría a la Candidatura
Independiente participar en el proceso
electoral.
La no restitución agudizaría la crisis y
nos llevaría hacia un rumbo desconocido
y muy peligroso. Nuestra percepción es
que en el Congreso hay una actitud de
querer dilatar el proceso y querer
restituir al Presidente legítimo pocos
días antes o después de las elecciones.
Esas trampas no se las perdonaríamos.
De todos modos –explicó Barahona–
la Resistencia continúa con su agenda.
La restitución del presidente Zelaya
se ha vuelto algo simbólico para sentar
un precedente para toda América
Latina, sin embargo nosotros vamos
más allá. Después de la restitución y de
las elecciones vamos para una Asamblea
Constituyente, para que este pueblo se
convierta en poder”, concluyó.
En este contexto tan complicado y en
transformación continua, resulta
evidente que uno de los puntos más
trascendentales será la capacidad del
pueblo que se ha organizado a raíz del
golpe de Estado, de traducir esta
experiencia enriquecedora en un proceso
de conformación de un nuevo sujeto
político, capaz de arrinconar en el
futuro a los partidos tradicionales,
expresión de los poderes fácticos que
dominan económica y políticamente el
país.
En este sentido, la Candidatura
Independiente Popular ha aclarado que la
Resistencia debe necesariamente
mantenerse como tal, sin tratar de
transformarse en partido político,
vanguardia de este esfuerzo de
participación electoral para romper el
esquema político tradicional.
Es por eso que hasta el momento la
Candidatura Independiente Popular
mantiene abierta la posibilidad de su
participación en el proceso electoral,
siempre y cuando se restituya al
presidente Zelaya y se restaure
el orden institucional en el país.
La consulta permanente con sus bases
será también decisiva para determinar la
participación o no en las elecciones.
Solidaridad internacional ha sido
fundamental
En más de cuatro meses de lucha para
revertir el golpe de Estado la
solidaridad internacional ha jugado un
papel muy importante.
“La resistencia del pueblo hondureño ha
recibido un gran aporte de la
solidaridad internacional y esto ha
contribuido a fortalecernos y a mantener
nuestra moral en alto. Ningún pueblo es
una isla y alrededor de todos nosotros y
nosotras hemos sentido este apoyo
incondicional.
En este sentido, la UITA desde un
inicio ha tenido una posición solidaria
y fraterna con el pueblo hondureño que
lucha contra el golpe de Estado y esto
se lo reconocemos y se lo vamos a
agradecer para siempre, como una
internacional sindical que lucha para la
libertad de nuestro pueblo y de todos
los pueblos a nivel mundial”, concluyó
Barahona.
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