Comenzó una
verdadera cacería en la capital. Hay varios heridos y
detenidos. Carlos Reyes, secretario general del STIBYS y
miembro del Comité Ejecutivo Mundial de la UITA, logró
escapar de las manos de la Policía y se encuentra en la
clandestinidad. La comunidad internacional condena el golpe
de Estado y toma las primeras medidas concretas contra la
dictadura.
La primera medida del Presidente espurio de Honduras
ha sido reprimir al pueblo que, de forma pacífica, pedía el
regreso de José Manuel Zelaya y la realización de una
consulta nacional. Los movimientos de tropas de elite a lo
largo de la mañana del lunes 29 de junio fueron el preludio
a un ataque brutal que ha dejado un grave saldo de varios
heridos, intentos de secuestros de dirigentes populares,
como es el caso de
Carlos Reyes,
quien logró escaparse y actualmente se encuentra en la
clandestinidad en algún lugar del país. Existe el temor de
que en los próximos días la represión podría incrementarse,
gozando de la total ausencia de los medios de comunicación
nacionales.
“Estábamos frente a la Casa Presidencial pidiendo
pacíficamente la restitución de la democracia cuando el
Ejército recibió la orden de reprimirnos y comenzaron a
disparar balas de goma
–contó a Sirel un miembro de
los movimientos sociales que no quiso identificarse–.
Primero entraron tropas del Ejército por un extremo de la
avenida e inmediatamente después salieron los cuerpos
especiales que desde la mañana estaban concentrados en la
Casa Presidencial. Fue una represión brutal contra todos y
todas los que estábamos ahí.
Uno de los objetivos de la Policía fueron los dirigentes
sindicales que se vieron rápidamente rodeados. En el
tumulto, Carlos Reyes y un par de dirigentes lograron
escapar, pero varios fueron secuestrados allí mismo sin que
se sepa hasta hora su destino”,
relató el testigo.
“Han secuestrado la democracia y ahora nos están reprimiendo
y persiguiendo por todas las calles tratando de agredirnos y
detenernos. He visto muchas ambulancias y hay varios heridos
y detenidos, aunque la noticias aún son muy fragmentarias.
Sabemos que varios periodistas internacionales de Telesur,
Reuters y AP fueron sacados a la fuerza de las
habitaciones de sus hoteles y trasladados a locales de
seguridad de la Policía donde permanecieron por varias
horas.
Roberto
Micheletti, Presidente de facto, dice que esto
no es un golpe de Estado, ¿y cómo deberíamos llamarle a lo
que ha pasado en estos dos días? Para el pueblo hondureño y
la comunidad internacional indudablemente que sí lo es”,
declaró nuestro interlocutor mientras se limpiaba los ojos
enrojecidos por los gases lacrimógenos.
Han sido muy fuertes las reacciones de la comunidad
internacional. Estados Unidos y Alemania
suspendieron de inmediato respectivamente la Cuenta Reto del
Milenio y la cooperación con Honduras, mientras que
en Managua sesionaron los presidentes del ALBA y del
SICA. Los primeros dieron a conocer que van a retirar
sus embajadores del país.
Hoy, martes 30, Manuel Zelaya se presentará ante la
Asamblea General de Naciones Unidas buscando una
resolución contra el actual gobierno espurio de Honduras
que exija la restitución de su cargo.
“Es una clara expresión del retorno del gorilismo en
nuestro país. Un retroceso que amenaza la democracia y la
libertad que tanto le ha costado a nuestro pueblo –continuó
el manifestante mientras las tropas del Ejército seguían
avanzando, disparando gases lacrimógenos y balas–.
En medio de
un absoluto silencio mediático, Honduras padece hoy un clima
de terror dirigido contra la población. Pedimos a los medios
internacionales que digan lo que en verdad está pasando.
Esto es un golpe de Estado, un golpe a la democracia por
parte de los militares y la conspiración política.
Es por eso
–concluyó el integrante de los movimientos populares– que
pedimos a la comunidad internacional que suspenda relaciones
diplomáticas y comerciales con este gobierno de facto,
porque de lo contrario le estarían dando un respaldo a estas
acciones de represión brutal contra el pueblo.
Pedimos a
los pueblos del mundo que se solidaricen con el pueblo de
Honduras que está en lucha para recuperar la democracia”.
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