Crece
la Solidaridad Internacional
Diferentes organizaciones sindicales y
populares incluyendo el Frente
Sindical Salvadoreño FSS,
FESTSSABHRA (Federación del
Alimento afiliada de la UITA), y la
Coordinadora
Popular
por un
País
sin
Hambre
y con
Seguridad
Social
(COMPAHAS), dirigieron una carta
al Canciller salvadoreño y a la
delegación de la Unión Europea en
El Salvador, para solicitar el
cese de la represión en Honduras.
Desde que se inició el mandato de
Porfirio Lobo, surgido de unas
elecciones dominadas por los golpistas,
se han incrementado los niveles de
represión. Las organizaciones se
concentraron el lunes el 22 de febrero
en el monumento al Salvador del Mundo,
de donde partieron en caravana hacia la
delegación de la Unión Europea,
y al Ministerio de Relaciones Exteriores
al mismo tiempo que en Bruselas, se
encuentran reunidos los gobiernos de
Centroamérica y la Unión Europea.
El documento entregado al canciller
detalla varios casos de esos hechos. El
día 2 de febrero, dos periodistas fueron
desaparecidos temporalmente y fueron
objeto de serias amenazas, los
periodistas trabajaron en casa
presidencial durante el mandato del
Presidente Zelaya hasta antes del
golpe y luego fueron activos
colaboradores de la resistencia.
Ese mismo día,
Vanessa
Yaneth Zepeda
una conocida activista contra el golpe
de Estado, enfermera, madre de 3 hijas y
activista del sindicato
Sindicato de Trabajadores del Instituto
Hondureño de Seguro Social, SITRAIHSS,
fue desaparecida y posteriormente
lanzado su cuerpo sin vida por un
vehículo en marcha al sur de
Tegucigalpa.
El 10 de febrero, Edgar Martínez,
otro activista contra el golpe de Estado
fue secuestrado temporalmente siendo
objeto de interrogatorios y torturas
durante su cautiverio.
El día 11 de febrero, se da un
allanamiento ilegal en la casa de
Porfirio Ponce miembro del sindicato
de la bebida STIBYS, una de las
organizaciones que participa activamente
de la resistencia. Durante este
allanamiento se sustrae documentación y
una computadora con información de las
actividades del sindicato y de la
resistencia contra el golpe.
El día 12 de febrero sufre un atentado
el artista Hermes Reyes,
Coordinador de Educación, Arte y Cultura
del Movimiento Amplio por la Dignidad y
la Justicia, que integra el Frente
Nacional de Resistencia Popular cuando
se retiraba de una reunión.
Posteriormente el día 15 de febrero es
asesinado Julio Funes Benitez
otro conocido líder de la resistencia y
del sindicato Sindicato de Trabajadores
del Servicio Nacional de Acueductos y
Alcantarillados, SANAA.
Todos estos hechos, dice la carta, se
dan al mismo tiempo que “el
nuevo gobierno hondureño, esta
realizando esfuerzos por regresar a los
diferentes foros internacionales y
regionales como el SICA y la OEA, y por
participar en las negociaciones del
acuerdo de asociación entre CA y la
Unión Europea”.
Y ciertamente, al mismo tiempo en
Bruselas, el gobierno de Lobo
intenta participar en la ronda de
negociaciones que se lleva a cabo del 22
al 24 de febrero.
Los participantes también dirigieron una
nota a la delegación de la Unión
Europea en El Salvador
manifestando su oposición al Acuerdo de
Asociación conocido como ADA, ya
que reproduce regulaciones a favor de
empresas multinacionales, mismos que han
permitido, por ejemplo a la empresa
minera PACIFIC RIM demandar al
Estado Salvadoreño por más de 70
millones de dólares, luego que las
comunidades aledañas se han opuesto a la
instalación de una mina de oro y que se
han suscitado asesinatos de
ambientalistas comunitarios vinculados a
dicha resistencia.
Las organizaciones salvadoreñas pidieron
a su canciller “que
ante
cualquier solicitud del gobierno
Hondureño, el Estado Salvadoreño se
mantenga firme en exigir previamente al
gobierno Hondureño, un retorno a la
democracia, el cual debe empezar por el
respeto irrestricto a los derechos
humanos, el cese inmediato de la
persecución, los asesinatos y las
desapariciones forzosas y el juicio y
castigo a los responsables de todos los
crímenes que se vienen cometiendo contra
los activistas sindicales y sociales que
se han constituido como defensores de la
democracia en Honduras”.
Asimismo le manifestaron que la actitud
firme del gobierno salvadoreño “puede
contribuir a salvar vidas de los
luchadores y luchadoras por la
democracia en el hermano país”.
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