Montevideo, 17 de febrero de 2010
Sr. Presidente de Honduras
Porfirio Lobo Sosa
De mi consideración:
Hemos sido informados que el
pasado jueves 11 de febrero el domicilio del
compañero Porfirio Ponce, vicepresidente
de nuestra organización afiliada, el Sindicato
de Trabajadores de la Industria de la Bebida y
Similares (STIBYS), fue asaltado por un
comando integrado por individuos armados y
encapuchados.
Este gravísimo hecho no se
produce aisladamente. Según lo ha denunciado el
Comité de Familiares de Detenidos Desaparecidos
en Honduras (COFADEH), “El Sindicato de
Trabajadores de la Industria de la Bebida y
Similares (STIBYS), ha sido
constantemente objeto de persecución e
intimidación, situación que se agudizó desde el
28 de junio de 2009, día del golpe de Estado.
El 26 de
julio de 2009
a medianoche explotó una granada de
fragmentación en el interior de sus
instalaciones. Un miembro de la Resistencia que
salía de las oficinas ese mismo día, fue atacado
con balas de goma.
En agosto pasado desconocidos
dispararon contra las instalaciones del
STIBYS. Tres disparos impactaron en las
ventanas del salón de sesiones.
El 11 de agosto las
principales entradas al Sindicato fueron
militarizadas, un contingente de soldados en
comandos y tanquetas fueron apostados desde las
cuatro de la tarde hasta el día 12 de agosto,
impidiendo que las caravanas de la Resistencia
que se concentraba en Tegucigalpa arribaran a
esta sede que estaba siendo utilizada como
centro de alojamiento. Tres personas que
ingresaron a las instalaciones fueron detenidas
y acusadas de robo e incendio agravado.
El 28 de noviembre el
Ejército volvió a militarizar las instalaciones
y una tanqueta militar provista de un cañón de
largo alcance fue apostada en su entrada
principal”.
A esto debemos agregar la salvaje
represión que padeció a principios de julio
pasado el propio secretario general del
STIBYS e integrante del Comité Ejecutivo
Mundial de la UITA, Carlos H. Reyes,
quien sufrió una grave fractura de su muñeca,
herida por la cual aún se encuentra en
tratamiento médico.
Asimismo, desde el 27 de enero
último, día en el cual usted asumió la
Presidencia de Honduras, organismos de derechos
humanos hondureños han relevado “tres atentados
contra personas, nueve secuestros, dos
violaciones sexuales contra mujeres y la muerte
violenta de tres personas, entre ellas dos
sindicalistas: Vanesa Zepeda, del
SITRAIHSS, y Julio Funes Benítez, del
SITRASANAAYS, ambos miembros activos de
la Resistencia.
También se han producido
allanamientos ilegales dirigidos por la Policía
a ciudadanos identificados con la Resistencia en
los diferentes barrios y localidades del país.
Cincuenta y tres personas han sido detenidas por la Policía
Preventiva, el común denominador de los
interrogatorios a los detenidos es la
indagación sobre armas y dinero”.
La UITA, y en particular
esta Secretaría Regional para América Latina,
atravesaron a lo largo de los años por todas las
recientes dictaduras que, desgraciadamente,
tuvimos que padecer en este continente. Hemos
acumulado una tristísima, pero muy viva
experiencia sobre las características de los
diversos métodos represivos con los que se
pretende doblegar la lucha de los pueblos por
una vida mejor. Y no los olvidamos.
Los hechos que se vienen
registrando en Honduras desde algunos meses
antes de su asunción, y éstos que ahora se
denuncian, tienen una trágica similitud con lo
que en la década de los años 70 en el Cono Sur
se llamó la “guerra sucia”, y que consistió en
la intimidación, persecución y eliminación de
los principales dirigentes y militantes
políticos y sociales opuestos a los regímenes
militares que asolaron la región.
Para ello se utilizaron de forma
apenas encubierta las propias estructuras
represivas y el personal especialmente entrenado
del Estado. Como ocurrió con el comando que
asaltó el domicilio de Porfirio Ponce,
cuyos integrantes demostraron estar
perfectamente adiestrados y organizados, sólo se
llevaron el computador personal de nuestro
compañero, y a pesar de que el lugar se
encuentra a poca distancia de una delegación de
Policía, ésta se presentó más de media hora
después de que los atacantes se habían retirado.
Eso se llama terrorismo de Estado
e impunidad en cualquier lugar del planeta,
especialmente en nuestra región latinoamericana,
donde tanto los hemos padecido.
Señor Presidente, nuestra
organización repudia y condena estos ataques a
la libertad individual, a la libre expresión de
las ideas, al derecho de organización y
participación social y política dentro del marco
de las reglas democráticas, y los califica como
propios de regímenes dictatoriales, ya que
quienes los ejecutan obedecen órdenes
superiores, reciben protección de los organismos
de seguridad del Estado, y forman parte ellos
mismos de los cuerpos represivos o de defensa
del Estado.
Una dictadura no se define
solamente por haber derrocado mediante las armas
a un gobierno democrático, sino también cuando
un gobierno –de cualquier signo que sea- pone el
Estado al servicio de violadores, torturadores y
asesinos que ejecutan esos crímenes en beneficio
de los intereses de una minoría encaramada en el
poder.
Hacemos por esto un llamamiento
formal, reflexivo, a que tome usted pública y
concretamente cartas en este asunto, ya que a
partir de este momento lo consideraremos
política y personalmente responsable de la
seguridad de nuestros compañeros y compañeras
del STIBYS, así como de todas y todos los
activistas y militantes que luchan
democráticamente por ejercer sus derechos,
incluso el derecho a una transformación social
donde el país transite por derroteros de equidad
y solidaridad y deje de estar al servicio de un
grupo de compañías y tristes personajes.
Expresamos así nuestro grado de
máxima alerta sobre lo que está ocurriendo en
Honduras, y le anunciamos que seguiremos de
manera permanente –como lo estamos haciendo
desde junio de 2009- lo que continúe ocurriendo
en su país, apoyando de forma irrestricta, y con
todas las herramientas de nuestra solidaridad
internacional, a nuestras organizaciones
afiliadas y a la democracia en Honduras.
Hacemos votos para que pueda
usted revertir esta preocupante situación que
socava, una vez más, las bases de la convivencia
democrática en Honduras.
Sin más, lo saludo, atentamente,
Gerardo Iglesias
Secretario Regional UITA
c/C
Organización de Estados
Americanos l UITA – Ginebra l OIT l Amnistía
Internacional l Human Rigth l Global Labour
Institute (GLI) l Confederación Sindical de las
Américas l Confederación Sindical Internacional
l CUT – Colombia l CGTP – Perú l CGT – Argentina
l CCOO – España l UGT – España Federación
Europea de Trabajadores de la Alimentación, la
Agricultura y el Turismo (EFFAT) l Movimiento de
Justicia y Derechos Humanos de Brasil l Comisión
Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) l
STIBYS l Força Sindical – Brasil l CUT – Brasil
l Lo-Tco – Suecia l NGG – Alemania l DGB –
Alemania l FESTRAS – Guatemala l FNT – Nicaragua
|