Bolivia
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Huelga contra alza carburantes se mezcla con pedido
dimisión Mesa
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Los
transportistas de Bolivia realizaron hoy la primera protesta
del año contra el gobierno, dirigida a lograr la anulación
del alza del precio de los carburantes, aunque también hubo
quienes reclamaron la dimisión del presidente Carlos Mesa.
La huelga, convocada por la Confederación Sindical de
Chóferes de Bolivia, supuso el bloqueo de las vías urbanas y
de algunas carreteras para presionar al gobierno que de
marche atrás en su decisión de elevar entre el 10 y el 23
por ciento los combustibles, que fue anunciada el jueves
pasado.
La suspensión del transporte de pasajeros y de carga, que
inicialmente fue parcial, se radicalizó más tarde pero no se
registraron incidentes entre los huelguistas y los policías
que se desplegaron por las calles para evitar excesos, según
dijo el ministro de Gobierno (Interior), Saúl Lara.
El ministro admitió que la protesta se generalizó aunque
aseguró que muchos conductores de taxi y autobuses pequeños
del servicio urbano desobedecieron la convocatoria de su
gremio en las ciudades de La Paz, Potosí, Oruro y Santa
Cruz.
Camiones del Ejército realizaron viajes entre las ciudades de
El Alto y La Paz, para ayudar gratuitamente a los miles de
obreros y empleados a llegar a sus puestos de trabajo, por
lo que las actividades se desarrollaron con regularidad en
gran parte del país.
En cambio, el líder de la organización de chóferes, Angel
Villacorta, sostuvo que el paro fue exitoso incluso en Santa
Cruz, cuyos dirigentes anunciaron una huelga el próximo
jueves.
El dirigente sostuvo que el aumento de los combustibles
afecta a los ingresos de los conductores e insistió en que
las autoridades deben revisar la cadena de comercialización
y eliminar a los distribuidores mayoristas como requisito
para devolver la normalidad al transporte público.
Villacorta volvió a advertir que, si el gobierno no atiende
la demanda del sector, los chóferes se verán obligados a
efectuar nuevas protestas y a elevar sus tarifas.
En Cochabamba, en el centro del país, es donde la huelga se
realizó con mayor dureza, pues varios grupos de huelguistas
se organizaron para cerrar el paso en lugares estratégicos
de la ciudad.
De igual forma, en la zona cocalera del Chapare, un sindicato
de conductores inició el bloqueo de la carretera entre
Cochabamba y Santa Cruz, por lo cual varios camiones
debieron detenerse y estacionar, informó desde el lugar la
emisora de radio Fides.
El conflicto ha tenido una víctima indirecta en un hombre que
murió desangrado en la ciudad de Santa Cruz, después de
haber sufrido un corte al romper el vidrio de un autobús que
intentó cobrarle una tarifa más alta para compensar el
aumento de los combustibles, según fuentes oficiales.
Las autoridades convocaron a los dirigentes del sector
movilizado a iniciar negociaciones para evitar que la huelga
adquiera un carácter indefinido como plantean los
conductores.
Horas antes de iniciarse el paro de los transportistas, la
Central Obrera de Santa Cruz respaldó la medida con una
demanda de dimisión del presidente de la Nación, Carlos
Mesa, al que la organización calificó de "incapaz" de
administrar el país.
La posición fue secundada por representantes de la Cámara
Agropecuaria del Oriente y del Comité Cívico, del mismo
distrito cruceño, quienes protestaron por los efectos que
tendrá el incremento del precio del gasóleo en la campaña
agrícola de la zona.
El ministro Lara restó importancia a esas declaraciones y
declaró que la solicitud de renuncia del mandatario refleja
"una conspiración" política de algunos grupos que no
representan a la mayoría de la población boliviana.
Los dirigentes de la Centra Obrera Boliviana iniciaron hoy
una reunión nacional para acordar medidas de apoyo a los
transportistas bolivianos.
EFE
4 de enero
de 2005
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