La
cuarta fortuna del mundo
está
en América Latina
El mexicano Carlos Slim Helu con una fortuna
de casi 25.000 millones de dólares |
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Los
multimillonarios de América Latina continúan creciendo,
aumentando la brecha entre ricos y pobres. Entre los 27
latinoamericanos más ricos, el primer lugar lo ocupa el
mexicano Carlos Slim Helu con una fortuna de casi 25.000
millones de dólares. Estos y otros procesos de concentración
de la riqueza explican que la región continúe siendo la más
desigual del mundo.
En la nueva
versión de las personas o familias multimillonarias, con de
más de 1.000 millones de dólares en su poder, el
estadounidense Bill Gates sigue en el primer lugar con una
fortuna de 46.500 millones de dólares. Le siguen otros 690
multimillonarios, según el tradicional estudio de la revista
Forbes. El aumento con respecto al año anterior es de nada
menos que 104 personas, representando casi 18 por ciento de
incremento.
Una de las novedades más llamativas del nuevo ranking es la
presencia de un latinoamericano entre los cinco primeros
lugares. En efecto, el mexicano Carlos Slim Helu se colocó
en un cuarto puesto, y su fortuna no deja de crecer, ya que
en los últimos años pasó de 7.400 millones de dólares en
2003 a 13.900 millones en 2004, para alcanzar este año la
cifra de 23.800 millones. No es sólo que su fortuna crezca
año tras año, sino que la proporción de ese crecimiento es
escandalosa (87,8 por ciento en 2004 y 71,2 por ciento en
2005).
Este magnate de las telecomunicaciones incursiona también en
ámbitos como banca y seguros, e incluso manufactura de
autopartes. Este año, las acciones de la empresa de equipos
de telefonía celular América Móvil se elevaron 76 por
ciento, mientras que Telmex, de telefonía fija, espera este
año aumentar su clientela en 600.000 personas, especialmente
por usuarios de Internet en México.
En relación al total de latinoamericanos presentes en la
lista, su número se incrementó en dos integrantes,
alcanzando a 27 multimillonarios.
El país que muestra más
incorporaciones es Brasil, que en 2004 tenía seis
multimillonarios y este año logró sumar tres, llegando a
nueve. Los nuevos magnates son Antonio
Ermirio de Moraes, Marcel Telles y Carlos Sicupira.
Después de aparecer en cuatro ediciones consecutivas de la
lista de los más ricos del mundo, Antonio Ermirio de Moraes
no lograba ingresar a este grupo desde 2002. A los 76 años,
y en el lugar 243 de la nómina, es presidente del grupo
Votorantim, cuyas principales áreas de actividad van desde
el aluminio hasta el
jugo de naranja.
Una de las razones por las que sus empresas han incrementado
tanto sus ingresos el último año es que ha intensificado su
presencia en Estados Unidos, especialmente con la
adquisición de plantas de cemento en la región de los
Grandes Lagos.
Sí se comparan las
grandes fortunas latinoamericanas con la deuda externa
de los países de la región se encuentran algunas
proporciones interesantes. Sumadas en su conjunto,
dichas fortunas podrían llegar a pagar la deuda
externa de Chile y Colombia, o permitirían cubrir casi
cuatro veces la de Venezuela, o saldar más de la mitad
de la deuda externa mexicana. |
Marcel Telles, por su parte, hace su primera aparición en la
exclusiva selección de Forbes. Quien alguna vez supo ser
accionista del banco de inversiones brasileño Banco Garantia,
tuvo un importante papel en la consolidación de la empresa
cervecera AmBev
como la tercera más grande del mundo en volumen en su ramo,
cubriendo además la abultada cifra de 70 por ciento del
mercado en Brasil. Copresidente de
AmBev, fue
uno de los más beneficiados de la reciente fusión entre
dicha empresa y la belga
Interbrew.
Otro de los que ingresa este año a la nómina es Scupira.
Como Telles, fue socio del banco inversor Garantia y también
vio multiplicarse sus millones por la creación de la
fusionada ImBev.
México sigue siendo el país de América Latina con mayor
cantidad de multimillonarios. Dos multimillonarios mexicanos
abandonaron la lista, pero ingresó uno nuevo. Este año no
aparecen nombres como Carlos Peralta (que en 2004 ostentaba
1.500 millones de dólares), ni Eugenio Garza Laguera. Es
curioso el caso de éste último, quien en 2004 tenía una
fortuna de 2.500 millones de dólares, y el hecho de que su
nombre ya no forme parte de la exclusiva lista implica que
al menos 1.500 millones de dólares dejaron de pertenecer a
su acervo a lo largo de 2004.
Sustituyendo a los anteriores ingresa a la lista de los
multimillonarios mexicanos Emilio Azcárraga Jean, magnate de
los medios de comunicación en ese país. Es presidente del
consejo directivo del Grupo Televisa, que actualmente posee
11 por ciento de las acciones de Univision, que emite en
Estados Unidos para 30 millones de espectadores
hispanoparlantes. Entre las aspiraciones de Azcárraga está
la de convertirse en ciudadano estadounidense, y en ese
sentido expresó que ha comprado en Miami Beach una casa de
más de cuatro millones de dólares, cerca de las de algunas
estrellas del espectáculo y el jet set internacional.
Durante 2004, al igual que ocurriera el año anterior, la
mayoría de los multimillonarios de América Latina vieron
incrementadas sus fortunas. De los 27 integrantes de la
lista sólo cuatro las disminuyeron, mientras otros cuatro
las mantuvieron estables. El resto las engrosó,
registrándose (en porcentajes) casos casi tan impresionantes
como el de Slim Helu.
El
colombiano Julio
Santo Domingo es un ejemplo, ya que más que
duplicó su fortuna pasando de 1.400 millones de dólares en
2004 a 3.500 millones en 2005. Su compatriota Luis Carlos
Sarmiento tuvo prácticamente la misma suerte, si tomamos en
cuenta que el año pasado ostentaba también 1.400 millones y
este año alcanzó los 2.700 millones. En Brasil todos los
multimillonarios aumentaron sus fortunas, salvo Dos Santos
Diniz que la mantuvo estable. Sobresale el caso de Paulo
Lemann, ya que estaba entre los últimos de la lista de 2004
con "apenas" 1.100 millones, pero subió al puesto 228 con
2.600 en esta última edición.
En Chile el más favorecido fue Luksic, que aumentó su
riqueza en 800 millones de dólares.
En México, no todos corrieron la misma suerte de Slim Helu,
que experimentó un notable incremento de su fortuna. De los
cuatro multimillonarios de América Latina que vieron
disminuir sus fortunas tres son mexicanos: Jerónimo Arango
(perdió 400 millones), Lorenzo Zambrano (900 millones) y
Harp Helu (200 millones).
La concentración de la riqueza que ejemplifican estos casos
es evidente. Por ejemplo, si se comparan las grandes
fortunas latinoamericanas con la deuda externa de los países
de la región se encuentran algunas proporciones
interesantes. Sumadas en su conjunto, dichas fortunas
podrían llegar a pagar la deuda externa de Chile y Colombia,
o permitirían cubrir casi cuatro veces la de Venezuela, o
saldar más de la mitad de la deuda externa mexicana.
En algunos casos
como Venezuela, sólo dos personas serían capaces de afrontar
casi el 40 por ciento de la deuda externa del país.
Otro tanto ocurre con Chile, uno de los países que se
reconoce como de los más prósperos de la región. Las
fortunas de sus tres multimillonarios representan más del 20
por ciento del monto de la deuda externa.
Esta situación parecería reflejar alta inequidad, al
concentrarse en tan pocas manos la posibilidad de pagar un
porcentaje alto de la deuda de todo un país. El caso de
Brasil es de alguna manera el inverso: es el país más
inequitativo de la región y entre sus cerca de 10
multimillonarios se alcanza un porcentaje de menos del 10
por ciento del monto de su deuda externa. Esto muestra el
alto grado de endeudamiento del país, que sobrepasó en 2004
los 200.000 millones de dólares.
En los últimos años, los países de América Latina sufrieron
aumentos algunas veces exorbitantes de su deuda externa. Al
tiempo que los países se endeudan cada vez más, los
multimillonarios se siguen enriqueciendo, profundizándose la
brecha con el resto de la población. Estos 27
latinoamericanos ejercen una influencia mucho mayor y mueven
recursos más amplios que los casi 130 millones de pobres del
continente. Pero además, el sentido de la evolución de las
fortunas de los multimillonarios tiende a aumentar todavía
más, y no es evidente por ahora que la concentración de la
riqueza esté en reducción como resultado de procesos que
aseguren mayor equidad. La reversión de la desigualdad
parece cada vez más lejana.
Paola Visca (Tercer Mundo)
Argenpress
20 de mayo
de 2005
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