Alan
García sigue demostrando inmadurez y
desubicación política
Con la excusa de combatir el crimen
organizado, el gobierno aprista ha
promulgado una serie de normas, donde de
manera escandalosa pretende reprimir las
protestas de millones de peruanos y
peruanas que le exigen el cumplimiento
de sus ofrecimiento electorales,
buscando cercenar la relación entre los
representantes legales y sus
representados.
El presidente Alan García le quiere quitar el derecho a voz y
participación al país prohibiendo a las
autoridades locales y regionales a
participar en las acciones de lucha de
sus pueblos. Cabe mencionar, que esta
sería una respuesta al 80% de peruanos y
peruanas que desaprueban su gestión.
Estas cuestionadas normas se promulgan
aprovechando una delegación de
facultades del Congreso que fue muy
criticada por la oposición.
Alan García
sin un asomo de cordura para disculparse
por los insultos y desatinos verbales
que expresó contra quienes le exigen
coherencia entre lo que ofreció y ahora
ejecuta como gobernante y sin aprovechar
que la calma vuelve al país "echa mas
leña al fuego" como dice el titular de
un diario de circulación nacional,
amenazando con reprimir las huelgas y
protestas al autorizar a la Policía
Nacional y a las Fuerzas Armadas el uso
de las armas, exonerándolas de sanciones
penales si causan lesiones o muertes.
Alan García
trata de evitar así las futuras medidas
de protesta que la ciudadanía organice
para demandar los cambios que ofreció.
El Perú pese a ser uno de los
países de más alto crecimiento económico
en el mundo, dicha bonanza no se refleja
en la calidad de vida de las familias
peruanas que diariamente vienen
perdiendo su capacidad adquisitiva y se
ven expuestas a la generación de trabajo
precario, mientras las transnacionales y
los grupos de poder económico siguen
aumentando sus utilidades gracias a los
privilegios y protección que le brinda
el gobierno aprista.
La CGTP demanda al Congreso de la
República, en especial a la oposición, a
las autoridades afectadas por estas
normas presentar un pronunciamiento en
conjunto y realizar las acciones
pertinentes para evitar que este
despropósito se concrete. Asimismo,
reitera al presidente Alan
García que el autoritarismo y la
represión pueden provocar el
recrudecimiento del conflicto social
afectando la gobernabilidad del país,
además de demostrar nuevamente su
inmadurez y desubicación política que
fueron algunas de las causas que lo
llevaron a fracasar en su anterior
gobierno.