Necesitaríamos un Congreso para debatir
hasta qué punto la vía electoral se nos
está convirtiendo en la única
alternativa de la lucha política. Es
nuestra recurrente pesadilla. Lo que fue
excepción parece ser ya una regla, y
nuestras victorias las asociamos tan
sólo a las urnas.
Es más, consideramos esas victorias como el triunfo de una
revolución.
Tendremos que salir corriendo de estos peligros, pues podemos
caer en la trampa de abandonar al
devenir de los acontecimientos
esporádicos nuestros impulsos
revolucionarios.
El patético lema de "votar por el mal menor" nos hace olvidar
que las elecciones son tan sólo una de
las más pálidas estrategias para el
cambio social. Y que los gobiernos
populistas, esos que son "los menos
malos", tienen también sus peligros.
En este momento el escenario latinoamericano es excelente
para emprender los caminos de la
revolución, por eso pánico le tengo ya
al término izquierda, tan elástico y
dependiente de las circunstancias. Esa
izquierda que hace que tratemos de
plegar los ímpetus radicales de nuestros
pueblos con tiernas palmaditas en la
espalda, para apoyar a la primera
organización que "hable mal del
imperialismo" y como en un buscador de
internet "hable bien de Cuba, de
Venezuela y mal de Bush". ¡Perfecto! Una
vez hecho eso, nos podemos sentar a
descansar.
El Che lo planteó de la siguiente forma: "¿Es posible o no en
las condiciones actuales de nuestro
continente lograrlo (el poder
socialista, se entiende) por la vía
pacífica?"
Nosotros contestamos rotundamente: en la mayoría de los casos
no es posible. Lo más que se lograría
sería la captura formal de la
superestructura burguesa del poder, y el
tránsito al socialismo de aquel gobierno
que, en las condiciones de la legalidad
burguesa establecida llega al poder
formal, deberá hacerse también en medio
de una lucha violentísima contra todos
los que traten, de una manera u otra, de
liquidar su avance hacia nuevas
estructuras sociales".
No niega Ernesto Guevara el camino de las urnas. Lo ve muy
difícil. La ridícula guerra contra el
terrorismo nos está paralizando, y la
frase de José Martí de que "Trincheras
de ideas pueden más que trincheras de
piedra" es agarrada por las puntas, sin
piedad alguna. Nos creemos que por ganar
un voto más o menos en los organismos
internacionales ya hicimos el mundo.
José Martí, sin embargo, aun sin ser
guerrero, con la pluma más culta de su
siglo murió empuñando un fusil.
La violencia es legítima cuando es usada por los oprimidos.
La no violencia es un ardid de los
enemigos de clase en el que caemos como
mansas palomas
¡Y puedo citar a José Martí!, para que no me sigan hablando
de fanfarronerías pacíficas:
"Es lícito y honroso aborrecer la violencia y predicar contra
ella mientras hay modo visible y
racional de obtener sin violencia la
justicia indispensable para el bienestar
del hombre, pero cuando se está
convencido que por la diferencia
inevitable de los caracteres, por los
intereses irreconciliables y distintos,
por la diversidad honda como la mar de
mente política y aspiraciones no hay
modo pacífico suficiente para obtener
derechos mínimos de un pueblo(...) o es
ciego el que sostiene contra la verdad
hirviente el modo pacífico, o es desleal
a su pueblo el que no lo ve y se empeña
en proclamarlo."
Ahí está José Martí, aquel al que quieren envolver la aureola
de ridículo pacifismo, proclamando la
violencia como método para obtener
justicia para los oprimidos. La
violencia no es inmoral, si lo fuese,
serían inmorales los bolcheviques, los
chinos, los vietnamitas, los cubanos...
y los nicas... Los nicas de 1979, claro
está.
La opción electoral nos anda acosando, y en nombre de ganar
unos votos debemos enrolarnos en una
"unidad" inoperante y pestilente. Ya el
Che nos advirtió sobre ella:
"Los gobiernos democráticos de amplia base popular ascienden
laboriosamente, y muchas veces antes de
asumir el poder, ya están estigmatizados
por la serie de concesiones previas que
han debido hacer para mantenerse."
Muchos ejemplos pudiéramos analizar en este recurrente lema
que esgrimimos con el mayor conformismo:
"Votar por el mal menor" y reducir
nuestra actividad tan sólo a campañas
electorales.
Conformar organizaciones revolucionarias no implica de
antemano que haya que presentarse al
siempre tibio, mediatizado y no pocas
veces corrupto escenario electoral. El
análisis de Néstor Kohan "Crisis
orgánica y revolución pasiva. El enemigo
toma la iniciativa"4 es un punto de
partida. Nos daremos cuenta allí,
explicado por un experto, hasta dónde ha
llegado nuestra confianza en las
elecciones. Estas revoluciones pasivas,
en la mayoría de los casos son...
involuciones, no más.
Mas ahora no tengo ánimos para profundizar. Frente a mí están
los sucesos de las elecciones de
Nicaragua (la involución rosa de la
revolución rojinegra). A la que a
diferencia de otros procesos no puedo
analizar fríamente. Ningún
revolucionario del mundo puede hacerlo,
pero menos aun un revolucionario cubano
cuya juventud estuvo diseñada en gran
medida por la Nicaragua contestataria y
espléndida; cuya música preferida eran
los pintorescos y aguerridos versos de
Carlos Mejías Godoy, aquella "soga con
cebo" de Silvio Rodríguez que fue rota
en 1979. Aquella "patria rojinegra"
desangrada por los contras y el
imperialismo y fenecida a manos de las
urnas.
Será precisamente por el asesinato de la revolución
nicaragüense a manos de las elecciones
de 1990 que soy alérgica a los comicios
burgueses.
Acá me detengo y les pido a mis lectores piedad, porque yo no
pienso tenerla al ver que se pinta de
rosa una revolución auténtica delante de
nuestros vítores de "la revolución
pacífica" con una victoria que en nada
es comparable con aquel 1979, donde los
cubanos participamos envueltos en el
compromiso de la revolución
latinoamericana.
Claro que nos alegra la victoria del FSLN frente a la derecha
neoliberal de Montealegre, mas ¿será eso
a lo que debemos conformarnos? ¿Será que
no tenemos derecho a aspirar a una
revolución? ¿Será que los que vivimos
con el ardor de la revolución rojinegra
de los 80 debemos conciliar el sueño con
esta revolución espiritual y confesional
pintada con el rosa más débil?
Lo que los cubanos revolucionarios tenemos que decir sobre
las elecciones en Nicaragua no es una
estampa más; es la estampa de los que
vivimos aquella epopeya con el mismo
compromiso (o más) de lo que pueda
resultar la revolución bolivariana en
Venezuela. Allí no estuvieron sólo
médicos, maestros; estuvieron
combatientes revolucionarios que
entregaron sus vidas por aquella
revolución...
Cuando en febrero de 1990 el FSLN se presentó a elecciones y
perdió, por supuesto, en virtud del
trabajo sucio del imperialismo, fue
entonces que entendí que el Muro del
Socialismo se había destruido
definitivamente, y que de alguna manera
algo de responsabilidad teníamos todos
los revolucionarios en aquello. La caída
del Muro fue mucho más dolorosa en
nuestra Nicaragua que en Europa del
Este.
La compensación que tuvimos en Cuba fue que en medio de
aquella desolación ética, Fidel Castro
enarboló las banderas de Socialismo o
Muerte tratando de hacer pertinente la
disyuntiva Patria o Muerte y no se dejó
provocar por las sirenas de las
elecciones ni de la democracia burguesa.
Cuba apretó el cinturón y lloró esas
sucesivas pérdidas sosteniéndose en su
sitio. Un monumento de respeto deben los
marxistas revolucionarios a Fidel Castro
no más que por eso. No se ha dejado
provocar con las elecciones
capitalistas, a pesar de las
interminables críticas llegadas incluso
de los amigos.
En esos mismos años, cuando no permitimos que ninguna
ingerencia burguesa nos amenazara, se
desarrollaron en Cuba los parlamentos
obreros, para dejar claro cuáles eran
las elecciones que andábamos
necesitando. La única democracia que
necesita una verdadera revolución: la
democracia proletaria, en la cual los
burgueses están condenados al silencio.
En Nicaragua se apeló a la democracia representativa. Y
tuvimos que ver espantados cómo se
volvían a apropiar los burgueses de lo
que era del pueblo... incluido lo que el
pueblo cubano donó al nicaragüense.
Peor aun, la dirección del FSLN, sin sacar las cuentas
necesarias, apeló por cuatro veces a las
urnas. Cada vez se despintaba más el
rojo de su bandera. Ahora creen que por
fin ganaron la batalla.
Sucede que han volteado tanto a la derecha, que ya es un
partido electoral y que aquella
organización revolucionaria que nos hizo
vibrar en los 80, es uno más de los
partidos electorales que nos andan
sobrando en nuestra región.
Los sandinistas y sus seguidores, entre los que me cuento,
debemos denunciar a viva voz que nos han
expropiado el nombre y se lo han
colocado a un partido que ha considerado
oportuno la unidad con los enemigos para
vencer.
¿Y qué cosa es la Unidad y qué cosa es vencer para ellos?
"Demos gracias a Dios que nos da fortaleza, que nos da fuerza
de espíritu, para seguir luchando por el
Trabajo, por la Paz, por la
Reconciliación"5, dijo Daniel Ortega en
el discurso en que cerraba su campaña.
Es esa la Unidad, la Unidad
incompatible, fatua y banal de los
grupos humanos que se encuentran en
lados opuestos de la barra y entre los
que nunca podrá haber unidad. ¡Ni Jesús,
al que tanto se empeñan en proclamar
ahora, confió en esa unidad! Recordad
nada más aquel ojo de aguja de la cita
bíblica por donde aquellos camellos no
podían transitar .
Es obvio que todos los revolucionarios esperábamos el triunfo
del FSLN . Eso sí, deberíamos analizar
con más cuidado los planteamientos de
Ernesto Cardenal cuando incluso instaba
a no votar por el Frente; ¿pero de qué
Frente hablamos? El sofisma "Gran Unidad
Nicaragua triunfa" es quien fue a
elecciones, y en una amalgama
incoherente de Reconciliación con
Revolución Ortega le ha ofrecido la paz
y la concordia a los nicaragüenses ¿Qué
se entiende por revolución espiritual?
¿Cómo se define? Como nos dijo Ernesto
Cardenal: ¿unidad entre pobres siguiendo
como pobres y los ricos como ricos? ¿Es
esa la unidad que necesita Nicaragua?
¿Hay ley de punto final a los corruptos
de Arnoldo Alemán y los contras?
Escuchemos lo que le dijo Tomás Borge, comandante fundador
del FSLN a un periodista del Clarín:
"¿Cómo no vamos a querer tener buenas relaciones con ellos
(Estados Unidos)? Un país económicamente
fuerte, que si quisiera podría ser de
gran ayuda para Nicaragua y para sacar a
este país de la pobreza. Si nos ayudan,
estamos dispuestos a abrazar al gobierno
de Estados Unidos, con el corazón
abierto."
Corazón abierto a los Estados Unidos de Norteamérica que
asesinó a la revolución nicaragüense
¿Qué es lo que ha cambiado en ese
gobierno que no sea para peor?
A la pregunta de a qué Borge llama izquierda, responde:
"Trabajar por los pobres, pero sin pelearnos con los ricos,
porque eso es posible. Ser
antiimperialistas, como lo somos, y
buscar cómo salir del atraso. Y también
ser decentes, apegados a una ética y a
principios morales".
Pero al colmo se llega cuando Tomas Borge pide disculpas por
la revolución nicaragüense:
"Mire, ojalá vuelva una parte de la Revolución, aquella de la
salud para todos, la alfabetización, el
descenso de la mortalidad infantil y
materna. Fuimos un país muy digno y lo
dejamos en claro ante quienes querían
dictaminar qué debíamos hacer. Pero
fuimos arrogantes y espero que no
regresen los males de una reforma
agraria arbitraria, la nacionalización
del comercio interior o las
arbitrariedades que se dieron con las
expropiaciones, por ejemplo, y los
recortes a las libertades públicas y de
expresión".
No me entero todavía como harán justicia social con
mecanismos de propiedad sobre los medios
de producción en uno de los tres países
más pobres de la región.
Tan es así que el líder del Partido Nacional Liberal, Ricardo
Castillo Quant, militante del otrora
partido de Anastasio Somoza, expresó con
sinceridad pasmosa:
"Los sandinistas han pedido perdón al pueblo de Nicaragua y
debemos apreciar que lo que pasó ya no
tiene remedio, pero hay que hacer el
esfuerzo de dejar el pasado y comenzar
de nuevo".
La tesis de paz y reconciliación en un país con 60 por ciento
de pobres suena (al menos a los
revolucionarios) muy agrio e hipócrita.
Basta volver a leer a Ernesto Guevara
para saber que esa revolución espiritual
que se proponen hacer en Nicaragua es
mera caricatura de revolución.
No sólo esto, como citan muchos analistas, Daniel Ortega
intenta mantener el TLC firmado con
Estados Unidos (CAFTA), a pesar de
iniciar colaboraciones con el ALBA,
liderada por la Venezuela bolivariana y
Cuba socialista. ¿Cómo logrará hacer
compatibles ambos proyectos?, sólo Dios
lo sabe, porque ambos proyectos, a decir
del presidente Chávez, son
diametralmente opuestos y excluyentes.
Daniel Ortega se ha aliado burdamente a
Arnoldo Alemán, el político más corrupto
que haya conocido Nicaragua, más aun, su
vicepresidente es uno de los "contra"
que con el apoyo de Ronald Regan y la
CIA asesinaron a cientos de jóvenes
sandinistas que trataban de salvar la
revolución de Sandino.
Y como broche dorado para el nuevo traje del mal llamado
sandinismo, los que otrora levantaban la
bandera rojinegra se codean con la
iglesia de la derecha que coadyuvó a
destrozar la revolución. Nuevos aliados
de Ortega son el Arzobispo de Managua
Leopoldo Brenes, y el Cardenal Miguel
Obando, que tanto daño hicieron a la
verdadera religión, allá en otros
lejanos tiempos, cuando la teología de
la liberación era quien representaba a
Dios y a los pobres en Nicaragua.
Tomás Borge, por su parte en esa lamentable entrevista del 8
de noviembre en Clarín, a una pregunta
sobre la concepción que tenía sobre la
izquierda respondió que la revolución
sandinista no fue de izquierda:
"No, aquello no era izquierda; fuimos insensatos, arrogantes,
burócratas y fuimos una frustración por
los errores que cometimos. Ahora somos
una izquierda realista, lúcida, fiel a
los intereses de los pobres".6
A buen entendedor... basta con esto. La Nicaragua
revolucionaria por la que dieron la vida
tantos hombres y mujeres, inspirados en
el ejemplo de Carlos Fonseca Amador,
todos ellos, fueron insensatos y
burócratas. ¡Válgame Dios!
Ni siquiera es esto lo más vergonzoso: Esta reconciliación
con la derecha de la iglesia católica es
un bofetón a los verdaderos creyentes.
Hace pocas semanas los "danielistas" votaron en el Congreso
la anulación de la ley que permitía
abortos terapéuticos.7 Una ley que
estuvo presente incluso en los gobiernos
más trogloditas. Ahora se deroga a
expensas de lo que fue una revolución.
¿Cómo explicar que en eso consiste la
política, como se cansan los "políticos"
de decirme?
La señora Murillo, esposa y jefe de campaña de la cosa esa
que se llama: Unidad Nicaragua Triunfa,
que venció en las elecciones del pasado
5 de noviembre, ha confesado que:
"Nosotros, precisamente porque tenemos fe, tenemos religión,
porque somos creyentes, porque amamos a
Dios sobre todas las cosas, es que hemos
sido capaces de sobrellevar tantas
tormentas sin inmutarnos, únicamente
aprendiendo de cada dificultad, lo que
el Señor ha querido enviarnos como
lección, como aprendizaje. Por eso
también defendemos, y coincidimos
plenamente con la Iglesia y las
Iglesias, que el aborto es algo que
afecta, fundamentalmente a las mujeres,
porque ¡jamás nos reponemos del dolor y
el trauma que nos deja un aborto! Cuando
las personas tienen o han tenido que
recurrir a eso, jamás se reponen."
No se dónde estaba escondido Dios frente a tantos niños
hambrientos y desvalidos, no acabo de
entender cuál aprendizaje extrajeron en
estos 16 años que no fuese la alianza
con los asesinos de los pobres.
Aunque no soy creyente, me siento cristiana en lo más
profundo. Por eso estoy al lado del
padre Ernesto Cardenal, aunque muchos
consideran exageradas sus críticas al
danielismo, yo trato de interpretar el
desprecio que se alberga contra los
traidores de un ideal. Su artículo del
27 de octubre es un llamado a los que no
acaban de entender la metamorfosis de
ese movimiento.
Ernesto Cardenal es un amigo de mi revolución. Le recuerdo
siendo niña al lado de mi madre en Casa
de las Américas. Está asociado a los
recuerdos más puros de mi primera
juventud. Su, ya desde entonces, blanca
cabellera y aquella serena confianza que
emana el sincero cristianismo le
confirió la confianza de la revolución
cubana. El pertenece a ese cristianismo
que, a decir de José Martí, murió en
manos de la burocracia de la jerarquía
eclesiástica. Ernesto Cardenal ostenta
la medalla José Martí, otorgada por el
Consejo de Estado de Cuba... la firma
Fidel, nadie más. No creo que nadie
acuse a Ernesto Cardenal de no saber de
política. Es por eso que me siento a su
lado y pertenezco a su partido.
Por otra parte constituye un asesinato en serie penalizar el
aborto terapéutico, mas cuando eso se
hace para ganar unos votos, se convierte
en una criminal ironía.
¡No, señora Murillo! ¡De lo que no nos reponemos las mujeres
es de no decidir sobre nuestros cuerpos
y nuestras prioridades! ¡De lo que no
nos reponemos es que una niña de 12 o 13
años sea violada y deba parir aunque no
esté en condiciones de cuidarse siquiera
a sí misma! ¡La que no se repondrá nunca
es la vida de la joven que murió sin
asistencia médica por un embarazo que,
bajo las más elementales normas éticas,
requería ser interrumpido. Murió frente
a los ojos de los galenos, que no sé si
a la sazón puedan dormir en paz! La
joven y el bebé murieron sin piedad.
Hipócrates, sin dudas, les cobrará a
esos médicos no haberla salvado.
Los ricos no tienen problemas. Viajan a Estados Unidos o a
Europa y abortan o componen el embarazo
Esa derogación es contra las mujeres
pobres. Los movimientos feministas de
Nicaragua y de América Latina deberemos
luchar contra la derogación del derecho
al aborto. El colmo es que se haga eso
en nombre de la revolución espiritual.
Uno de los orgullos de ser revolucionaria cubana es ver cómo
se cuida en Cuba el embarazo de la
mujer. Todas las que concebimos
marchamos seguras y felices esos nueve
meses, sabiendo de la asistencia
gratuita y responsable.
Muchos familiares y amigos prestaron servicios de salud en la
Nicaragua revolucionaria, incluida una
hija del Che Guevara, que fue como
médico pediatra a ese país y se
convirtió en una médico
internacionalista. Aleida Guevara
proclama con orgullo aquel primer
aprendizaje. Si es que en virtud del
ALBA los médicos cubanos asisten a
Nicaragua.... ¿Qué harán frente a un
caso donde peligra la vida de la mujer
por no poderse realizar el aborto en
virtud de la ley derogada? Estoy segura
de que los médicos cubanos salvarán la
vida de las mujeres so pena de ser
condenados a ocho años de prisión.
Para terminar, no se me olvida lo que mis críticos van a
reprocharme, sin dudas: que el
Comandante Fidel dio su apoyo a Daniel
Ortega.
Lo sé, y me he tardado tanto en escribir pensando en eso. No
sólo por la devoción que le tengo, mucho
más en estas circunstancias concretas en
que se encuentra su salud. Mas, en las
noches de insomnio, debatiéndome en este
dilema, volví a pensar que una cosa es
el Presidente de Estado Fidel Castro, al
que por supuesto le alegra que un
gobierno neoliberal sea derrotado en la
región, sean cuales sean las
circunstancias, y otro es mi Comandante
de verde olivo, que a diferencia de
Daniel Ortega nunca se ha cambiado su
traje, a ése que sufre por cada niño o
mujer que muere en el mundo, que abre la
puerta de nuestros escasos recursos para
los pobres, a ése para el cual la
política es la verdad y nos ha enseñado
a ser honestos... a ése es al que le
debo entera lealtad.
Sí, al Comandante en Jefe le estoy siendo fiel, aunque muchos
me griten lo contrario, aunque él mismo
pueda recriminar estas líneas.
Hablo a título personal. No represento ni a mi Partido, ni a
mi gobierno, hablo por mí misma, por los
impulsos de haber nacido y crecido en la
revolución cubana con la presencia del
estadista más honesto que recordará la
historia del hombre.
¡Ah sí! Quizás un poquito con el recuerdo de Haydée
Santamaría, que fue una de las primeras
que viajó a la Nicaragua sandinista en
1979 y que vino de allá llena de flores
de papel y de luces. Tal vez haya sido
esta revolución la última felicidad de
mi madre antes de abandonarme en 1980.
Por lo demás, son los argumentos de una cubana que, a pesar
de su edad, no parece entender la
política.Algo sí movió mis esperanzas. Y
es que, a pesar de todo, el pueblo de
Nicaragua sigue siendo sandinista. Y es
a ese pueblo al que me sumo con la linda
bandera de Sandino, esa bandera
rojinegra que es la bandera de mi 26 de
Julio, que es la bandera de los
anarcosindicalistas, e inundó las calles
de Managua, a pesar de la estúpida
bandera rosa.
Con esa bandera, con el auténtico himno de Nicaragua, sin
dudosas modificaciones, de apelaciones a
la paz, criticando con fuerza al
imperialismo, la revolución nicaragüense
se levantará y dejará de ser una mera
elección rosa y volverá a ser la novia
rojinegra de nuestro querido Carlos
Fonseca Amador, en memoria a sus 30 años
de muerte.
Y termino con una enseñanza de José Martí que parece haber
estado escrita para estas
circunstancias; está escrita para
aquellos... esos... que saben mucho de
política.
"La política es una ocupación culpable cuando se encubren con
ella, so capa de ocupaciones indebidas,
la miseria y desdicha patentes, la gran
miseria y gran desdicha del pueblo, que
los soberbios y los despaciosos suelen
confundir con su propia timidez y
complacencia."
En
La Habana Cuba,
Celia
Hart*
ARGENPRESS.info
21 de noviembre de 2006
Notas:
1)
Ernesto Che Guevara. "Tácticas y
estrategia de la revolución
latinoamericana". Octubre Noviembre 1962
(publicada en Verde Olivo el 6 de
Octubre de 1968)
2) José
Martí " Ciegos y desleales Obras
Escogidas en III tomos Editorial
Política 1981 Tomo III p182
3)
Ernesto Che Guevara. "Pasajes de la
Guerra Revolucionaria". 1959. Ediciones
huracán 1975 p.10
4) Néstor
Kohan. "Crisis orgánica y revolución
pasiva. El enemigo toma la iniciativa"
Rebelión 28 de Octubre 2006
5) Daniel
Ortega. Palabras de fin de la campaña
electoral 4 de Nov.2006
6) Tomas Borge "El Clarín" 8 de
Noviembre 2006
7)
Ricardo Castillo Quant Nicaragua para
las elecciones de noviembre... AFP ,
Managua Boletín informativo de la
Izquierda radical 27 de agosto 2006
8)
Palabras de Rosario Murillo a través de
la Nueva Radio Ya sobre el inicio de
Campaña de la Gran Unidad Nicaragua
Triunfa 15 de agosto. (Periodista Denis
Schwarzt)
9)
Ernesto Cardenal Rebelión 27 de octubre
2006
10) José
Martí. Política insuficiente Obras
Escogidas en III tomos Editorial
Política 1981 Tomo III p179.
*
Estudió física desde 1983 a 1987 en la
Universidad Técnica de Dresden (Alemania
Democrática) y trabaja como
investigadora física. Es militante del
Partido Comunista de Cuba e hija de los
connotados revolucionarios cubanos
Armando Hart y Haydée de Santamaría.