Y todavía falta lo peor. ¿Por la
economía? No,
vuelve Laura Bozzo a la TV. Y si, la
representa.
TV
Azteca anunció 21 de enero que había
firmado contrato con la animadora
Laura Bozzo para la producción y
conducción de un
talk
show que empezará a
transmitirse en Estados Unidos por
esa cadena este mismo mes.
Bozzo es una veterana de este tipo
de programas en español de alto
contenido sensacionalista y
amarillista.
The
Jerry Springer Show,
producido enEstados Unidos desde
1991, podría ser considerado su
modelo.
La fórmula es simple: sus invitados
exponen sus problemas o situaciones,
casi siempre disfuncionalidades
extremas, y el o la conductora
discute soluciones o busca “sacar
verdades”. Casi siempre hay
“sorpresas” producto de confesiones,
como una esposa que le dice a su
marido, en cámara, que ella es
amante de su cuñado, también
presente en el estudio, etc., por
lo que suele haber peleas entre los
invitados, mientras la audiencia
grita, aplaude y goza de las
miserias ajenas.
Circo romano sin sangre.
Pero con el mismo morbo.
La vida de Laura Bozzo se parece
mucho a sus programas. De 2002 a
2005 estuvo bajo arresto
domiciliario en Lima por acusaciones
de haber recibido sobornos del
gobierno de Alberto Fujimori para
que lo apoyara en sus intentos de
reelección. El arresto fue,
casualmente, en el mismo estudio
donde siguió produciendo sus shows
de
“Laura en América”.
En 2006 es condenada por todos los
cargos, pero debido a su arresto
domiciliario previo, sale en
libertad.
En 2007 vuelve con “Laura
en Acción“, por
Telemundo. El programa se canceló al
año siguiente debido a un nuevo
escándalo: acusaciones de supuesto
uso de menores en sus programas y,
después, por las confesiones
aparecidas en la prensa peruana de
que los shows eran “armados” y que
las personas entrevistadas recibían
un pago por su actuación.
Estas acusaciones provienen, entre
otras fuentes, de personas que
trabajaban junto a la conductora, a
quien le gusta llamarse
“la
defensora de los pobres“.
Entonces, es ahora TV Azteca la
cadena que nos trae este programa de
alto contenido “educativo”. No
debería sorprender. Hay televisoras
que hacen cualquier cosa por un poco
de popularidad o ratings. Y TV
Azteca es una de ellas. Basta ver la
mediocridad de sus programas.
Pero la suya es solo una gota más en
el
mar de la mediocridad general de los
medios de comunicación en español de
EE.UU, con muy
pocas excepciones.
En el caso de la televisión, el
concepto generalalizado es que
se trata de “entretenimiento”.
Hace unos años, Joaquín Blaya, ex
mandamás de Univisión,
Telemundo y Radio Unica
sucesivamente, explicó esta idea al
ser cuestionado por contar también
entre su personal de noticias con
gente “linda”, principalmente de
piel blanca.
Dentro de este criterio, las cadenas
de TV en español acostumbran a
promover a sus “personalidades”
constantemente, inclusive
autoentrevistándolas, en diferentes
programas. Este pequeño
star
system latino, pobre
imitación del original de Hollywood,
es parte de un concepto más amplio
de supuesto entretenimiento.
Consiste en presentar programas de
notable superficialidad con
fuerte contenido erótico,
que pueden estar adornados con algo
de humor dudoso.
Por ejemplo, en el programa
deportivo de Univisión
República Deportiva, los presentadores están rodeados de
esbeltas jóvenes en trajes de baño;
poco que ver con el deporte.
Tanto Univisión como Telemundo
producen sus propios shows
amarillistas,
Primer Impacto y
Al
Rojo Vivo,
respectivamente, donde se destacan
desde asesinatos hasta deformidades
humanas, pasando por vidas de los
famosos, horoscopos y demás.
Y no hay que olvidar la cantidad de
tiempo dedicado al deporte,
especialmente fútbol, notas del
espectáculo popular, telenovelas y
algunos
talk-show
de formato
estadounidense.
La radio comercial en español
no es mucho mejor.
Por las mañanas predominan los
programas “divertidos” donde se
combina música, sorteos, consejos y
chistes con fuerte contenido sexual.
Son constantes los chistes y
comentarios donde se subestima a las
mujeres, los discapacitados y
miembros de otras comunidades
étnicas. Cuando lo mismo ocurre en
estaciones radiales o de TV en
inglés en referencia a los latinos
lo llamamos racismo y protestamos
mucho.
El
concepto de comunicación ya no
interesa. Y los
comunicadores han sido reducidos a
mensajeros de mensajes atrofiados y
degradantes. En la radio, los
locutores de la vieja escuela,
aquellos que ensayaban su dicción,
corregían su estilo y su gramática,
fueron marginados por los DJs,
jóvenes casi sin preparación
profesional que “entretienen”, en
lugar de comunicar. Naturalmente,
estos DJs cuestan menos a las
empresas.
En la prensa escrita encontramos
algo
más de seriedad,
quizá porque la palabra escrita
queda documentada o porque la
lectura se está convirtiendo en
lujo. Aunque existe una gran
cantidad de prensa superficial,
dedicada principalmente al
espectáculo, en parte gracias a que
este tema puede obtenerse fácilmente
en el internet, existe menos
vulgaridad y obsenidad.
El nivel de los medios de
comunicación en español es
lamentable. Y Laura Bozzo encaja
de maravillas en él.