Para el director de 'Le Monde Diplomatique', ha
llegado el momento de pasar de la protesta a la
propuesta. Propone Ramonet que ese movimiento
altermundialista elabore un programa alternativo,
una contrapropuesta que sea útil a todas las
sociedades. Muy crítico con el gobierno de George W.
Bush, "la actual Administración norteamericana no
tiene fuerza moral", Ramonet es un hombre que destila
optimismo y confianza en ese otro mundo mejor porque,
según dice, "el porvenir nos pertenece".
¿Cuáles serían las medidas más urgentes para avanzar hacia
ese otro modelo altermundialista más justo y equitativo?
La primera y más inmediata debe ser la supresión de la
deuda de los países pobres. Después de destruir Irak,
Estados Unidos se ha planteado la reconstrucción del país y
para ello ha pedido a todos los clientes de Irak que tienen
que condonar la deuda de este país. ¿Por qué no hacemos lo
mismo con Argentina? ¿Es que hay que bombardear y destruir
Argentina primero para que se condone su deuda?
¿A qué atribuye que la sociedad civil acepte un recorte de
libertades que estamos viviendo a favor de la seguridad?
Es el chantaje al terrorismo que estamos viendo que
funciona. Cuando el terrorismo tenía unas dimensiones
conocidas, como es el caso de Irlanda, España o Colombia, la
sociedad podía hasta convivir con él. Pero cuando alcanza
dimensiones apocalípticas como en el 11-S, la intimidación
es mucho más fuerte. Otro aspecto es que ese recorte de
libertades es indoloro, no se nota porque se hace a través
de una tecnología y unos mecanismos que no constituyen una
molestia seria. En la medida en que ese conocimiento, como
es el hecho de que nuestras conversaciones por teléfono
móvil o emails sean analizados y filtrados, no afecte
directamente a la inmensa mayoría, se acepta. Si ese recorte
de libertades fuese más físico, poco a poco todo eso
pesaría. Pero efectivamente, vivimos en unas sociedades en
las que el perímetro de nuestras libertades han disminuido.
En su último editorial en 'Le Monde Diplomatique' habla de
la "globalización de la violencia contra las mujeres".
Uno de los últimos informes de Amnistía Internacional
denuncia perfectamente este asunto. Por ejemplo, para las
mujeres europeas de entre 16 y 44 años la primera causa de
mortalidad e invalidez es la violencia doméstica, antes que
los accidentes de automóvil y el cáncer. Si usted está
pidiendo una sociedad civilizada, pacífica, empiece
construyéndola en su propio hogar. La violencia contra las
mujeres, como recuerda Amnistía Internacional, es la
violación de los derechos humanos más alucinante que se
produce en el planeta. Nos escandalizamos con razón porque
haya centenares de presos políticos en este o aquel país,
pero aquí estamos hablando de miles de mujeres asesinadas
cada año. La idea debe ser que la política no se detiene en
el umbral del hogar, sino que es un territorio continuo.
¿Cuál es el papel de los periodistas y los medios de
comunicación en la construcción de ese modelo
altermundialista?
Los periodistas y los grandes medios han tenido un
papel muy importante en la difusión de las ideas de la
globalización, en la naturalización de ese ideario. Hoy día
es necesario que otro tipo de medios, utilizando la
capacidad planetaria de internet y sus redes alternativas,
difundan información diferente. Y en ese sentido todas
aquellas iniciativas de difusión de contrainformación tienen
una repercusión extremadamente importante.
¿Qué papel juega en la actualidad Estados Unidos dentro del
proceso globalizador?
Desde el 11 de septiembre, las Fuerzas Armadas de
Estados Unidos se han autoproclamado brazo armado de la
globalización. La idea es que no permitirán que surja una
potencia militar o económica superior a ellos. Lo que quiere
decir que se autodefinen como la locomotora de la
globalización.
¿Supondría la llegada del candidato demócrata, John Kerry, a
la Casa Blanca en noviembre un cambio sustancial en la
política de Estados Unidos?
La política de un Estado tan gigantesco como Estados
Unidos tiene una serie de imperativos que no se cambian de
la noche a la mañana. Si Estados Unidos hubiera elegido a Al
Gore en vez de a Bush, indiscutiblemente la política hubiera
sido diferente a pesar del 11 de septiembre.
¿Representa la nueva Europa ampliada una alternativa a la
hegemonía de Estados Unidos?
Los Veinticinco pueden ser, indiscutiblemente, una
"molestia comercial". La Unión Europea puede ser un
competidor, pero no un rival porque las economías están
demasiado interconectadas y esto provoca que esta rivalidad
tenga límites. Pero Europa todavía no tiene un
funcionamiento, no tiene soberanía en defensa ni política
exterior común, que le ayude a llegar a ser uno de los
rivales potenciales.
En uno de sus editoriales usted decía que "un imperio no
tiene aliados sino vasallos." ¿Ha sido España vasallo de
Estados Unidos durante la intervención en Irak?
España no sé, pero el gobierno del señor Aznar de
manera indiscutible. Y esta frase es la que ha retomado
(Jacques) Chirac (presidente de Francia) durante la última
cumbre da la OTAN en Estambul (Turquía), diciéndole a
Estados Unidos que se puede ser aliado y tener voz. Ser
aliado no significa ser vasallo. Pero sí que es cierto que
durante la crisis de Irak ha habido gobiernos que
sencillamente se han comportado como aliados ciegos. Y desde
este punto de vista, resulta algo preocupante que uno de
estos aliados ciegos, el cuarto hombre de las Azores, el
señor Durao Barroso (presidente de Portugal), haya sido
nombrado presidente de la Comisión Europea, cuando es un
hombre que no se ha distinguido precisamente por tener un
sentido excesivamente crítico con respecto a la
Administración Bush.
Jacobo Quintanilla
Agencia de Información Solidaria
9 de julio de 2004