Durante los días 11 al
13 de julio del presente año, el presidente de Colombia
Álvaro Uribe Vélez visita España. CC.OO. y UGT queremos
manifestar y alzar la voz ante su visita en defensa del
sindicalismo colombiano, y del pueblo trabajador en general,
gravemente afectado por las políticas sociales y económicas
puestas en práctica por su gobierno.
Recientemente, en la Comisión de Normas de la 93ª
Conferencia Anual de la OIT, se trató una vez más, la queja
del grupo de trabajadores sobre las violaciones a la
libertad sindical en Colombia.
Esta vez la demanda del grupo de trabajadores estuvo
coronada por el éxito: se aprobó la constitución de una
Comisión formada por el Presidente del Comité de Libertad
Sindical y los dos Vicepresidentes, uno del Grupo de
Trabajadores y otro del Grupo de Empleadores. Esta Comisión
visitará Colombia y se entrevistará con todas las partes
interesadas para verificar el grado de cumplimiento del
Convenio 87 sobre Libertad Sindical.
Además, el acta de la Comisión de Normas recoge en sus
conclusiones un duro alegato sobre la situación en Colombia:
-Observó con gran preocupación que los problemas pendientes
son sumamente graves y se refieren en particular a
asesinatos de dirigentes sindicales y afiliados, a otros
actos de violencia contra sindicalistas y a la situación de
impunidad de que se benefician los autores.
-La Comisión observó que los actos de violencia también
alcanzan a otros sectores y grupos incluidos los empleadores
en particular a través de secuestros.
-Recordó que las organizaciones de trabajadores y
empleadores sólo pueden ejercer libre y significativamente
sus actividades en un clima exento de violencia e instó una
vez más al Gobierno a que garantice el derecho a la vida y a
la seguridad, y a que refuerce con toda urgencia las
instituciones necesarias para poner término a la inadmisible
situación de impunidad que constituye un gran obstáculo para
el ejercicio de los derechos garantizados por el Convenio.
-La Comisión tomó nota de las informaciones y alegatos de
los miembros trabajadores relativos a la falta de respeto de
los derechos sindicales en el contexto de numerosas
reestructuraciones, privatizaciones o fusiones,
particularmente en el sector público entre otros; con
despidos masivos; y sobre otros despidos antisindicales;
sobre el recurso a cooperativas que encubren relaciones de
empleo y privan a los trabajadores de la libertad sindical y
de la negociación colectiva; sobre el recurso creciente a
pactos colectivos con trabajadores no sindicalizados.
Esta constatación de la Comisión no hace sino reflejar la
dura realidad para los sindicalistas colombianos, que no
sólo sufren el azote de la violencia en forma de asesinatos,
desapariciones, desplazamientos forzosos, detenciones
arbitrarias, amenazas y hostigamientos múltiples, sino que
aspectos esenciales de la libertad sindical y de la
convivencia democrática son gravemente conculcados.
La negociación colectiva refleja una notable disminución,
tanto en número de convenciones firmadas como en el total de
trabajadores amparados por éstas. Se mantiene en ascenso una
tendencia de los últimos años que muestra el desplazamiento
de la negociación colectiva sindical por los “pactos” con no
sindicalizados, una disminución del número de Convenciones y
de trabajadores beneficiados por estas, y un incremento de
soluciones arbitrales a los conflictos. En el 2003 se
suscribieron por todos los conceptos acuerdos que afectaron
a poco más de 100.000 trabajadores en un país con 42
millones de habitantes, lo que representa menos del 1% de la
población económicamente activa.
La desigualdad social y la pobreza es el principal problema
del país: en el 2004, el 66% de la población vivía bajo el
umbral de la pobreza y, de estos, el 31% en la indigencia.
Mientras, las políticas neoliberales del gobierno colombiano
se aplican con el mayor rigor, con el objetivo de cumplir
con los compromisos de la deuda.
La mal llamada Ley de Justicia y Paz ofrece una marcada
desconfianza tanto en Colombia como en el resto del mundo.
La realidad de la llamada reinserción de los paramilitares y
cómo afecta ésta a la vida diaria de los sindicalistas
colombianos la extraemos de la carta que el Secretario
General de la CIOSL, Guy Ryder, dirige al Presidente Uribe
denunciando las amenazas de muerte dirigidas al dirigente de
la Central Unitaria de Trabajadores – Seccional de Santander
– Rafael Antonio Ovalle Archila, fechadas el 26 de junio de
2005, y firmadas por el Bloque Bolívar de las Autodefensas
Unidas de Colombia (AUC). Esta amenaza contenía el siguiente
mensaje:
“Certificado de Defunción: Por Colombia Libre de
Sindicalistas y Guerrilleros. El Bloque Central Bolívar de
la AUC ha comisionado al escuadrón “empresas sin sindicatos”
para que limpie la ciudad de “sindicalistas y gusanos
serviles” de la guerrilla, y advierte a los directivos de la
CUT Santander de su destierro o, en su defecto, de su
condena a muerte”.
Por todo lo anteriormente expresado, exigimos al presidente
de Colombia, Álvaro Uribe Vélez, que garantice la vida, la
libertad y la convivencia pacífica de trabajadores,
empresarios y ciudadanos colombianos, que las libertades
sindicales y la negociación colectiva sean protegidas por el
Estado colombiano, que la democracia sea una realidad en la
vida cotidiana y el cumplimiento de los Convenios de la OIT.
CC.OO. - UGT
12 de julio de 2005
|