Las
elecciones del próximo domingo 16 de mayo en República
Dominicana se han convertido en un duelo entre el actual
presidente, Hipólito Mejía, y su antecesor, Leonel
Fernández, aunque son once los aspirantes que se disputan
los votos
Mejía, del
socialdemócrata Partido Revolucionario Dominicano (PRD), y
Fernández, del liberal Partido de la Liberación Dominicana (PLD),
se han convertido en los dos principales líderes de la
política dominicana.
Ambos representan
el relevo político dominicano tras el fallecimiento del
líder socialdemócrata José Francisco Peña Gómez, en 1998, y
de los ex presidentes Juan Bosch y Joaquín Balaguer, en 2001
y 2002, respectivamente, considerados las tres figuras más
decisivas de la política de este país.
El ex presidente
Fernández (1996-2000), un abogado y escritor de 50 años, es
el favorito para ganar las elecciones, según las últimas
encuestas, que le otorgan una amplia ventaja sobre Mejía,
que ocupa el segundo lugar en la intención de voto.
El candidato del
PLD promete contribuir a la recuperación de la estabilidad
macroeconómica y a la mejoría de la competitividad
dominicana en el mercado internacional.
Su compañero de
candidatura, como aspirante a la vicepresidencia, es Rafael
Alburquerque, quien ocupó la Secretaría de Trabajo durante
su gestión.
Fernández es
postulado, además, por seis partidos minoritarios: Bloque
Institucional Social Demócrata (BIS), de los Trabajadores
Dominicanos (PTD), Liberal de la República Dominicana (PLRD),
Fuerza Nacional Progresista (FNP), Unión Demócrata Cristiana
(UDC) y Alianza por la Democracia (APD).
El presidente
Mejía, ingeniero agrónomo de 63 años, busca la reelección,
con la promesa de acabar con la crisis que ha sufrido el
país durante su gestión.
El gobernante
afrontó durante su gobierno una grave crisis bancaria que
afectó considerablemente la economía nacional y que le
obligó a acudir en busca de ayuda al Fondo Monetario
Internacional (FMI).
Fue precisamente,
en medio del agravamiento de la crisis económica, cuando
Mejía se lanzó a buscar su candidatura a la reelección
presidencial en el seno del PRD, a pesar del rechazo de
algunos de sus compañeros de partido.
Altos dirigentes
del PRD, entre ellos Rafael Suberví, quien ahora acompaña a
Mejía como postulante a la vicepresidencia, se oponían a la
candidatura del mandatario, argumentado, entonces, que éste
no garantizaba el triunfo del partido en las elecciones.
La candidatura de
Mejía es apoyada por los partido de Unidad Democrática (UD),
Quisqueyano Demócrata (PQD), Renacentista Nacional (PRN), de
Unidad Nacional (PUN) y el Humanista Dominicano (PHD).
El opositor
Partido Reformista Social Cristiano (PRSC), quien lleva como
candidato presidencial al ex senador y ex ministro de Obras
Públicas Eduardo Estrella, y para la vicepresidencia al
senador José Hazim, ocupa el tercer lugar en la preferencia
del electorado, según los últimos sondeos.
Al igual que
Fernández y Mejía, Eduardo Estrella promete sacar al país de
la "quiebra" económica en la que se encuentra.
En sus programas
de Gobierno, los tres candidatos coinciden en que sus
prioridades son la educación, la lucha contra la pobreza y
la corrupción.
Fernández y
Estrella coinciden en la necesidad de una reforma fiscal en
el contexto del acuerdo firmado en 2003 con el FMI, y la
renegociación de la deuda externa.
Entre los demás
candidatos, hay aspirantes con cierto peso político, aunque
con poca popularidad, como son ex el presidente de la Cámara
de Diputados Héctor Peguero, del Partido Popular Cristiano
(PPC), y el ex diputado por el PRD Rafael Flores Estrella,
ahora promovido por el izquierdista Fuerza de la Revolución
(FR).
Los demás
postulantes son: Trajano Santana, del Partido Revolucionario
Independencia (PRI); Raúl Pérez Peña, del Partido por la
Auténtica Democracia (PAD) y Ramón Almanzar, del Partido de
la Nueva Alternativa (PNA).
También, Ramón
Nelson Didiez, del Partido Demócrata Popular (PDP); Carlos
Ramón Bencosme, de la Alianza Social Demócrata (ASD) y Ramón
Emilio Concepción, Movimiento Solidaridad Nacional (MSD).
El ganador de los
comicios deberá obtener el 50 por ciento más uno de los
votos, tal como los establece la Constitución dominicana.
De lo contrario,
tendrá que celebrarse una segunda vuelta electoral 45 días
después entre los dos aspirantes más votados.
El presidente
elegido en los comicios del domingo ejercerá un mandato de
cuatro años, en los que los dos primeros tendrá que contar
con el actual Congreso, con mayoría del PRD, ya que hasta
2006 no habrá elecciones legislativas.