Uruguay
¿Qué es la historia sino hechos y acontecimientos que
afectan nuestro ser? ¿Qué es la memoria sino esa
insólita capacidad de recuerdo y retención? Existen hechos
que nunca se olvidan… y eso es memoria. Momentos existen que
todo lo cambian… y eso es historia. Pero la historia, solita
y extraña, a veces se cansa y se espanta… de sí misma se
espanta. Y la historia, se hace historia que no aguanta. Y
entonces grita. Grita, llora y… ¡Basta!
La historia, quebrada, pide manos. Manos que le
ayuden. Manos de esperanza. Y la memoria le da sus manos, y
le da algo más: la abraza. La abraza y bajito al oído le
canta. La historia suspira, se calma, se duerme y se
levanta. Y al levantarse, memoriosa cambia. Se ve distinta,
enamorada. Y la historia, por esa memoria, se encuentra
consigo misma, con lo que era, con lo que olvidaba. Con lo
que deseaba ser y abandonó, con lo que quiso y por lo que
luchó. Con muchas cosas se reencuentra y por eso cambia.
Cambia por la memoria, cambia porque no aguanta.
Porque la historia precisa de hombres pero más precisa de
gargantas. Gargantas que sean memoria, gargantas que digan:
¡Basta! Porque… ¿Qué es la historia sin memoria sino… nada?
La historia que no recuerda se extingue, no cambia. No
evoluciona, no se mantiene, y se desmorona… es nada. Una
historia sin memoria no sabe por qué nació ni por lo que
morir debe. No sabe qué es lo mejor… sabe entonces… nada.
Pero la Oriental Historia tiene memoria. Y como
tenemos memoria y nos cansamos de ser nada, le dimos a
nuestra historia esperanzas. Le recordamos lo que olvidaba,
lo que algunos quisieron hacerla olvidar. Y el pueblo se
hizo pueblo y la memoria garganta. Y la garganta dijo:
¡Basta!
Porque o se gobierna para el pueblo o se es nada. Y de
esto la historia se olvidaba… de nosotros se olvidaban los
que para mal la historia modificaban. Se olvidaban y se
burlaban. Porque… ¿Qué es sino burla, el vernos morir de
hambre y no hacer nada? ¿Y presenciar sin inmutarse como
en
cada vuelo el Uruguay
pierde a sus hijos ? Eso es burla,
indiferencia, egoísmo, e hipocresía.
Pero como la peor burla es asistir al desmoronamiento
de nuestra hermosa sociedad y no hacer nada, los uruguayos
tuvimos memoria y decidimos cambiar la historia. Y no se
necesitaron como en el pasado revoluciones, ni guerras, ni
amenazas. Solo urnas… urnas y ganas. Y las ganas nos
sobraban…
La izquierda llega después de mucho tiempo al poder… y
eso es cambiar la historia. El agua y el saneamiento, como
derechos fundamentales en la Constitución… y eso es cambiar
la historia. Y nosotros somos los responsables.
Protagonistas y responsables. Nosotros… los viejos, los
jóvenes… sí, nosotros.
Por que por más que no quieran, por más que se
espanten, el pueblo es quien elige. El pueblo es quien
decide y quien se gobierna. Porque rechazar la elite
política es elegir ser gobernado por el pueblo. Y entonces
es él quien posee el poder… y quedó demostrado. Poder que,
con buena memoria, es poder de cambio, de renovación y
esperanzas…
Poder que sabe gritar cuando no aguanta… y… la
oposición al poder…
¡Salud Frente Amplio! ¡Salud Uruguay!
Camilo Iglesias
© Rel-UITA
12 de noviembre de 2004
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