India

Foro Social Mundial 2004

Mumbai se abre al espíritu  de Porto Alegre

   

 

El minisueño americano. Así es como millones de indios llegados de todo el país perciben Mumbai (ex Bombay), capital financiera de India, auténtico centro neurálgico del comercio en el subcontinente, ciudad de contradicciones, desigualdad y miseria. Mumbai, situada en la costa noroeste de India, alberga a 12 millones de habitantes censados, la mitad sin hogar, a los que hay que sumar alrededor de cuatro millones más si se remueve en los sloms, tugurios o caseríos destartalados que dan cobijo a una inmigración con anhelos de pasar a formar parte de ese 1% de la población rica. Y esos anhelos no nacen del capricho.

 

Mumbai cuenta con los mejores salarios de toda India, cuenta con más millonarios que todas las grandes ciudades indias juntas, recauda la mitad de los impuestos sobre la renta del país y mueve en torno al 90% de las transacciones bancarias. También es la ciudad más corrupta, el núcleo burocrático de India, el lugar que ha visto nacer a cientos de estrellas de la mayor industria cinematográfica del mundo bajo el merecido nombre de Bollywood. Cristianos, parsis, hindúes, musulmanes, sijs, jaínes, judíos y extranjeros (firangs) se mezclan entre los movimientos contestatarios al nuevo liberalismo adoptado por el gobierno indio y al imparable ascenso del partido extremista de derecha Shiv Sena. Un escenario de contrastes que celebra, del 16 al 21 de enero, la cuarta reunión del Foro Social Mundial (FSM) después de tres años en los que el movimiento altermundista ha alzado su voz desde la ciudad brasileña de Porto Alegre.

 

¿Por qué Mumbai? “Precisamos –en palabras de Cándido Grybowski, del comité organizador del Foro de Porto Alegre–, dar más visibilidad a pueblos y culturas hoy prácticamente invisibles ante la homogeneización destructiva de la globalización”. El FSM quiere ampliar el carácter universal de la protesta intelectual y pacífica contra el modelo socioeconómico actual y llamar así a las puertas de Asia, con la mitad de la población del planeta, desde una plataforma incomparable. El FSM quiere hacer visibles aquellas regiones olvidadas, no sólo para la comunidad internacional, sino también para el propio espíritu de Porto Alegre. Durante el FSM 2003, tan sólo el 2% de los participantes extranjeros provenían de Asia, África y Caribe. De un foro europeo-latinoamericano a un espacio asiático lleno de contradicciones, pero agarrado a la crítica hacia el modelo neoliberal.

 

India ha iniciado su etapa de transición de un proteccionismo gubernamental anclado en los años 50 a una apertura ligada a los Programas de Ajuste Estructural del Fondo Monetario Internacional que ha acelerado su ingreso per cápita, pero ha reducido su Índice de Desarrollo Humano (en el puesto 127 según Naciones Unidas) y ha conservado la mayor cantidad de pobres del mundo (430 millones). Contra esta tendencia se han levantado precisamente las organizaciones sociales indias, campesinas en su mayoría, que garantizarán el eco del movimiento altermundista en todos los rincones del planeta.

 

Así, el FSM viaja hasta Mumbai de la mano de al menos 75.000 participantes llegados de 80 países, 2.400 ONG y 1.600 eventos preparados para hablar de economía y globalización, desarrollo y sostenibilidad, exclusión y religión, hombres y mujeres, trabajo, medios de comunicación y cultura. Pero, sobre todo, para hablar de guerra y paz. El FSM 2004 es el primer foro mundial después de que 15 millones de personas salieran a la calle el 15 de febrero de 2003 para denunciar la intervención militar en Irak, una guerra llena de mentiras; el primero después del fracaso de la ronda de la Organización Mundial del Comercio en Cancún el pasado septiembre, en el que precisamente tuvo que ver el liderazgo de India frente a las propuestas de Estados Unidos; el primero que no coincide en las fechas con el Foro Económico Mundial que se reúne en la ciudad suiza de Davos, antítesis del espíritu altermundista.

 

Una antigua franja industrial al norte de Mumbai servirá para reunir en torno a conferencias, paneles, seminarios, talleres, actos culturales y testimonios a algunos de los participantes más conocidos del movimiento altermundista: el ensayista y activista político estadounidense, Noam Chomsky; la última premio Nobel de la Paz y abogada de derechos humanos iraní, Shirin Ebadi; el premio Nobel de Economía y antiguo vicepresidente del Banco Mundial, Joseph Stiglitz; el ex presidente sudafricano Nelson Mandela; el activista y agricultor francés, José Bové; o la ex Comisionada de Derechos Humanos de la ONU, Mary Robinson.

 

El FSM 2004 ha traspasado las fronteras de Porto Alegre para instalarse durante seis días en Mumbai. Pero existen otros desafíos. Según el Instituto Brasileño de Análisis Social y Económico (IBASE), el 70% de los participantes del último Porto Alegre habían pasado por la Universidad y más del 60% eran jóvenes de entre 14 y 35 años. Son barreras socioculturales que seguro va a aliviar la cita de Mumbai. Al menos las barreras geográficas ya están cayendo. Después de Mumbai en la presente edición y Porto Alegre de nuevo en 2005, el FSM viajará a África, previsiblemente hasta Kenia, para que ese “otro mundo” que es posible sea de verdad universal.

 

 

Óscar Gutiérrez

Agencia de Información Solidaria (AIS)

16 de enero del 2004

 

 

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