"Ningún muro nos impedirá
entrar a Estados Unidos" |
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La construcción
de un muro de separación en la frontera de Estados
Unidos y México para frenar la inmigración ilegal fue
recibida por inmigrantes mexicanos como una "medida
loca", que de ninguna manera les detendrá el paso,
porque mientras no se generen las suficientes fuentes de
trabajo en el país seguirán arriesgando la vida.
“Mientras haya necesidad, la
gente seguirá yéndose a Estados Unidos y ningún muro
detendrá a los que salimos de nuestra tierra en busca de
trabajo”, comentó un zacatecano residente en Dallas, Texas.
El pasado 16 de diciembre, la
Cámara de Representantes de Estados Unidos aprobó una
iniciativa que incluye la construcción de un muro a lo largo
de la frontera común para detener el cruce de jornaleros
ilegales desde México.
La iniciativa deberá ser aún
aprobada por el Senado en febrero.
GUERRERO
Arriesgan
hasta la vida
Quetzalapa.— “El muro está mal por todos lados,
es una medida loca del presidente George (Walquer
Bush) que va a hacer más difícil la entrada a su
país, pero no van a impedir la emigración de
paisanos”, manifestó Medardo Rodríguez Gaytán,
comisario de este pueblo de inmigrantes, en el
municipio de Hitzuco, quien emigró a Estados
Unidos a los 13 años.
El
funcionario dijo que los jóvenes de Quetzalapa
se van de ilegales porque aquí no hay fuentes de
trabajo y que, aun cuando el gobierno
estadounidense levante más muros y contraten más
“migras”, no van a frenar el cruce de la
frontera de nuestros paisanos que lo arriesgan
todo, hasta sus vidas. De los 2 mil 800
habitantes de Quetzalapa, mil de ellos trabajan
“al otro lado”.
Juan Cervantes Gómez |
GUANAJUATO
Vamos a abrir
otro hoyo
León.— Los muros no detendrán a los migrantes,
si nos tapan un hoyo, abrimos otro, pero allá
vamos a estar”, advirtió Mauro Martínez Jiménez,
de 28 años, quien desde 1994 cada año regresa a
Estados Unidos luego de visitar a su familia.
“De
todos modos, los mexicanos la hacemos”, añadió
Martínez, uno de los 2.6 millones de
guanajuatenses que trabajan en ese país. “Nos
vamos por hambre, no por gusto”, añadió el
inmigrante originario de la comunidad de Duarte,
municipio de León, quien trabaja en California.
Según el secretario local de Desarrollo Social,
Justino Arriaga, Guanajuato ocupa en el país el
segundo lugar en remesas de divisas de sus
inmigrantes. Este año se recibieron 800 millones
de dólares.
Xóchitl Álvarez |
HIDALGO
No todos nos
vamos a rajar
Pachuca.— “Que quede bien claro para el gobierno
de Estados Unidos y de México: a los migrantes
no se les van a cerrar las puertas con un muro,
se cerrarán para algunos, pero no todos nos
vamos a rajar”, manifestó José Luis Gutiérrez,
un inmigrante originario de la comunidad El
Rodrigo, municipio de San Salvador, Hidalgo.
“Qué
más quisiéramos nosotros que entrar y salir como
lo hacen ellos en nuestro país, todo con el
poder de su moneda, pero somos pobres y es lo
que nos empuja a buscar un trabajo, no somos
delincuentes, sino gente de bien”, agregó
Gutiérrez Jiménez, quien desde hace 13 años
trabaja en Las Vegas como obrero de la
construcción y asegura que ya cruzó la frontera
cinco veces. “La raza va a buscar la forma de
ingresar”, dijo.
Dinorath López |
JALISCO
Ganancia,
para polleros
Guadalajara.— Juan Salas Romero, albañil de 32
años, ya planea su viaje a Berkeley, California,
a finales de febrero próximo y advierte que no
habrá muro ni vigilancia que lo detenga: “Dan
miedo esas medidas y eso significa que un
pollero cobre más, pero con todo y eso, uno se
tiene que ir; aquí no hay trabajo y para morir
aquí de hambre, mejor en la pasada”, añadió.
Salas Romero, casado y dos hijas, admite que
pagará mil 500 dólares a un conocido de amigo
que le promete pararlo por Tijuana, Baja
California.
Daniel Pérez Martínez, de 22 años, también dice
estar preocupados por el incremento de medidas
de control en la frontera, pero que no
renunciarán al intento. “En enero nos vamos
cinco: dos primos, un amigo, mi hermano y yo, ya
está todo listo”, dijo al indicar que su
contacto cobrará mil 700 dólares a cada uno por
llevarlos hasta Brownsville, Texas, en donde un
tío les conseguirá trabajo en la construcción.
Jalisco recibirá este año remesas de sus
inmigrantes por unos 2 mil millones de dólares,
500 millones más que en 2004, según el Instituto
Nacional de Migración.
Ulises Zamarroni Martínez |
OAXACA
Seguirá el
éxodo
JUCHITÁN.— Roberto Guzmán García, sicólogo
oaxaqueño, emigró a Estados Unidos en 1996 y
consideró: “Así construyan 30 mil muros, la
gente seguirá saliendo. El éxodo masivo hacia
Estados Unidos seguirá mientras en México no
cambien las políticas públicas. Nosotros dejamos
el país por la pobreza, la marginación y la
falta de oportunidades para trabajar”.
“Empecé, como la mayoría, en el corte de ajo y
cebollas en el valle de Willamete, Oregon”,
comenta tras calificar de “racista” la ley de
seguridad fronteriza, porque obedece a
sentimientos políticos por la pérdida de
popularidad del presidente George W. Bush”,
añade el sicólogo de 28 años de edad.
“El
migrante paga su cuota por el servicio de salud,
de seguridad social, aporta impuestos estatales
y federales, y en promedio le otorga al gobierno
estadounidense 150 dólares quincenalmente.
Oaxaca es el estado con mayor expulsión de
migrantes, ya que 303 de sus 570 municipios
aportan mano de obra a Estados Unidos.
Anualmente, Oaxaca registra ingresos por remesas
de casi mil millones de dólares.
Alberto López Morales |
PUEBLA
Vamos por
necesidad
Atlxco.— Con muro o sin muro, dice Tereso López
Rodríguez, regresará a Estados Unidos, en donde
trabaja como jardinero para poder enviar algunos
dólares para que su familia subsista y ahorrar
para construir una vivienda digna en el
municipio de Atlixco.
El
inmigrante poblano ya cruzó la frontera norte en
dos ocasiones y dice que hacerlo de nueva cuenta
es más una necesidad que un reto. “Aunque haya
un muro, yo voy a buscar la forma de atravesar”,
añade.
En
su estudio De Nueva York a la Mixteca: algunas
consideraciones en torno al papel de las remesas
en la economía local y nacional, la
investigadora Marcela Ibarra Mateos considera
que los dólares que envían los inmigrantes
generan una demanda adicional de productos,
principalmente comida y ropa, lo que lleva a
desarrollar la economía local, aun cuando es un
dinero “incierto” porque podría llegar o no, de
acuerdo con sus condiciones laborales.
Sin
embargo, se agrega, “hay que tener en cuenta que
el promedio por envío de los migrantes es de
entre 100 y 200 dólares. Algunos lo hacen de
manera constante y algunos más de manera
esporádica, dependiendo de sus condiciones
laborales y personales en Estados Unidos”.
Pero
en el caso de Tereso López la decisión está
tomada, una vez que pasen los días de fiesta,
ser, irá de regreso a Nueva York para poder
continuar con su trabajo y enviar recursos a su
familia, conformada por su esposa y dos hijos
menores de edad.
Blanca Patricia Galindo |
QUERÉTARO
Preparan el
regreso
HUIMILPAN.— Recién llegó de Estados Unidos, pero
Jorge ya está planeando cómo regresar, porque
además de no tener sus documentos en regla, dice
que cada vez es más difícil: “Si de por sí es
bien difícil, imagínese ahora que quieren
construir un muro”, reitera.
En
los primeros días de enero, Jorge y miles de
queretanos emprenderán el regreso.
Jorge labora en Atlanta, Georgia, y pasa estos
días en Huimilpan en la feria anual del pueblo.
Su ruta de regreso a EU se inicia con un viaje
en autobús hasta Nuevo Laredo, Tamaulipas, donde
contactará a polleros.
“Juntan a unos 20 que quieren ir al otro lado y
los suben a una balsa muy chiquita de plástico
que la van jalando a contracorriente. Por ese
paso se pagan unos 2 mil dólares por persona”,
asegura.
Quienes tienen papeles en regla utilizan los
servicios de la empresa Tornado Bus Company, que
opera en Huimilpan y realiza viajes diarios a
las ciudades de Laredo, Houston y Dallas, en
Texas, o a los estados de Florida, Atlanta,
Carolina del Norte, Carolina del Sur y Virginia.
Juan José Arreola |
ZACATECAS
Nada nos
detendrá
ZACATECAS.— “Mientras haya necesidad de la
gente, los paisanos seguirán yéndose a Estados
Unidos y ningún muro detendrá a los que salimos
de nuestra tierra en busca de trabajo”, dijo el
zacatecano Gonzalo Nava, quien desde hace ocho
años trabaja como obrero de la construcción en
Dallas, Texas.
Nava
visita a sus familia en el municipio de Villa de
Cos, en esta entidad, en donde se dedicaba al
cultivo del campo antes de emigrar porque la
tierra sólo daba para “malcomer y endeudarse”,
en el mejor de los casos y si las inclemencias
del clima no afectaban las siembras y las
cosechas en esta entidad.
Desde hace meses Gonzalo Nava inició los
trámites para obtener la residencia oficial en
Estados Unidos y dice que no quiere regresar a
Villa de Cos más que para visitar a su familia;
consideró: “Mientras la gente no tenga un
trabajo y un salario que le permita salir
adelante, se verá obligada a emigrar, incluso a
costa de poner en riesgo su vida”, así se
coloquen muros y otras restricciones
fronterizas. “Esa es la verdad”, reiteró.
Ángel Amador Sánchez |
César González Calero
El Universal
3 de enero de 2006
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