México
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Ofensiva de las transnacionales
para
apropiarse del agua |
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Los
programas gubernamentales mexicanos sobre el agua están
dirigidos a la privatización total del recurso, lo cual se
da no sólo mediante el control del servicio, sino también de
las presas y ríos, y de la venta del líquido embotellado.
Todo esto en el mundo es manejado por unas cuantas empresas
cuya presencia en América Latina ha dejado resultados
negativos y ha sido un fracaso, señalaron organizaciones de
la región reunidas en el foro en defensa del agua.
Con cambios en las legislaciones para legitimar la presencia
de las compañías trasnacionales y el apoyo de organismos
multinacionales, como los bancos Mundial e Interamericano de
Desarrollo, la privatización de los recursos hídricos que ha
convertido al agua en una mercancía se ha extendido por el
planeta.
Alrededor de 400 delegados de organizaciones y comunidades de
Guerrero, Oaxaca, Chiapas, Durango, Sonora y representantes
de Canadá, Estados Unidos, Honduras, El Salvador, Nicaragua
y Ecuador, entre otras naciones, están reunidas desde el 25
de abril para analizar el impacto de ese proceso, que por un
lado ha incidido en el incremento de tarifas al público en
general bajo argumentos de escasez y, por otro lado, ha
favorecido a la industria con concesiones de pozos, se le
permite contaminar el líquido y además tratarlo para su
venta.
Sumado a ello, la construcción de presas, que en México se
prevé que serán concesionadas al sector privado de acuerdo
con la Ley de Aguas Nacionales, ha ocasionado el
desplazamiento de poblaciones –un ejemplo de esto es el Plan
Puebla-Panamá que prevé toda esa infraestructura– y la
desviación de cauces de ríos para abastecer del líquido
determinadas zonas, explicó Tony Clarke, director del
Instituto Polaris.
Argenpress
28 de abril de 2005
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