El
orden con sangre entra
Asesinan
a un docente en feroz represión policial |
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El conflicto
docente que vive Argentina, se agravó el
pasado viernes 6 luego de que un
profesor fuera “fusilado” por la Policía
provincial de Neuquén. La conmoción
logró unir a todos los sindicatos: CTERA
(maestros) y CTA (estatales) convocaron
a un paro nacional con movilizaciones
para hoy, lunes 9, mientras que la CGT
hará paros parciales con movilización y
decretará un “día de duelo nacional”.
Para Jorge Sobisch, gobernador de
Neuquén y principal candidato opositor
derechista, el hecho significó,
seguramente, el fin de sus ambiciones
presidenciales y, quizás, también de su
gobernación.
En la mañana del pasado
viernes 6 los maestros movilizados
habían ido en caravana hasta la
localidad de Arroyito para bloquear el
cruce de las rutas 22 y 237. “Apenas
pisamos la ruta empezaron a tirarnos con
gases y balas de goma”, relató Silvia
Venero, la secretaria adjunta de la
Asociación de Trabajadores de la
Educación de Neuquén (ATEN). “Nos
replegamos, pero la Policía siguió
tirando gases. Decidimos movilizarnos a
Senillosa, que es la localidad más
cercana. Estábamos en eso cuando le
dispararon a nuestro compañero.”
Carlos Fuentealba,
maestro, de 40 años, participaba en la
protesta docente en Neuquén. Al
frustrarse la primera movilización huyó
junto a sus compañeros en varios autos.
La caravana fue perseguida a los tiros
durante diez kilómetros, hasta que les
hicieron señas de que se detuvieran. Ya
a un lado de la ruta, un policía se
acercó caminando, parsimonioso, y
disparó una granada de gas lacrimógeno
dentro del auto en el que viajaba
Carlos; el proyectil dejó un hoyo en
la luneta trasera e impactó en la nuca
de Fuentealba que se encontraba
en el asiento posterior. La imagen de
los maestros desesperados rompiendo los
vidrios del auto humeante para sacar a
su compañero recorrieron rápidamente
todos los televisores argentinos,
cortando trágicamente la siesta del
viernes santo. En el hospital provincial
fue sometido a dos operaciones. Sin
embargo, pasada la tarde del sábado, en
coma irreversible, Fuentealba
murió.
Carlos era
profesor de Química en una barriada
humilde dónde eligió trabajar. Para las
chicas era “el pintón” y para los chicos
“el rey del colegio”. Estaba casado y
deja dos hijas. Participaba de las
movilizaciones porque lo consideraba un
deber, aunque no estaba afiliado al
sindicato. Todos los que lo conocen
coinciden en algo: “Era un tipazo”.
En respuesta, la CTERA
(sindicato de maestros) convocó
rápidamente a un paro nacional en
repudio a la represión y se reunió con
el Ministro del Interior, Aníbal
Fernández, mientras algunos pocos
quemaban locales partidarios de
Sobisch, el actual gobernador de la
provincia de Neuquén, en todo el país.
Los docentes están en
conflicto desde hace un mes. Ese
viernes, además de los graves episodios
en Neuquén, hubo incidentes en Salta,
donde los docentes que manifestaban
frente a la Legislatura fueron duramente
reprimidos con balas de goma y gas
lacrimógeno.
Jornada de duelo y
protestas
Todos los gremios docentes
(primarios, secundarios y
universitarios) públicos y
privados, adherirán al paro
nacional. Los graves sucesos
de Neuquén lograron reunir
el viernes 9, en una
conferencia, al líder de la
CTA, Hugo Yasky
y al jefe de la CGT,
Hugo Moyano. Allí, se
anunció que los sindicatos
adheridos a la CGT
harán hoy lunes, un paro
parcial entre 12 y 13 horas,
en solidaridad con la medida
de fuerza decretada por la
otra central, y habrá un día
de duelo nacional por el
trabajador asesinado.
El paro de actividades se
hará sentir fuertemente en
el transporte, ya que
durante las horas del
mediodía no habrá ningún
medio público. La UTA
(transportes) adelantó que
de 12 a 14 horas paran todos
los colectivos. Los
sindicatos de señaleros
ferroviarios y los
maquinistas de La
Fraternidad harán lo propio,
al igual que los
trabajadores del subte
(metro), quienes anunciaron
que de 10 a 16 horas se
levantarán los molinetes
para que se pueda viajar
gratis a las marchas. Se
sumarán bancarios,
judiciales y otros gremios
con fuerte presencia en
Capital Federal. En cuanto a
la movilización de repudio
contra la represión, en
Buenos Aires estará
encabezada por CTERA
y numerosas organizaciones
políticas, sociales y de
derechos humanos, que se
concentrarán a partir de las
11 horas en el Obelisco,
desde donde marcharán hasta
la Casa de la provincia de
Neuquén. Por su parte, la
Federación Universitaria
Argentina también se
movilizará, pero lo hará en
forma diferenciada,
incluyendo el repudio a la
represión de los docentes
salteños. |
El reclamo es el de un
salario básico acorde al costo de la
canasta familiar. Por las mismas
demandas hubo fuertes movilizaciones en
Santa Cruz, y medidas de fuerza en
Tierra del Fuego, La Rioja y Salta. Con
menor despliegue, también se realizaron paros
en Formosa y el Chaco.
Las clases deberían haber
empezado hace un mes en todo el país,
pero desde que el gobierno nacional
acordó con los gremios docentes el nuevo
piso salarial, 1.040 pesos (cerca de 300
dólares), varios gobiernos provinciales,
que ya enfrentaban duros reclamos de los
maestros, resisten el pedido gremial de
incorporar crecientes porcentajes de las
subas a los salarios básicos que, como
su nombre lo indica, sirven de base para
aplicar el plus por antigüedad (que
llega a un 120 por ciento a los 25
años), además de los aportes
previsionales.
Una
“buena lección”
de
Sobisch
La gobernación del
neuquino Jorge Sobisch, quien
para las próximas elecciones nacionales
era principal candidato a la presidencia
por la centro-derecha, había advertido
que no permitiría los cortes de ruta.
Esta política de “mano dura” de la que
se jacta el opositor al gobierno ha
llevado a la provincia a un virtual
“estado de sitio permanente”, ya que
todas las protestas, hasta las más
pacíficas, son sistemáticamente
reprimidas aunque no obstaculicen el
tránsito. Buscaba diferenciarse del
gobierno, que no ha reprimido a los
“piqueteros” durante su período y ha
sido fuertemente criticado por esta
política. Pero esta vez, al “duro” el
tiro le salió por la culata. Hay que
recordar que Neuquén es la provincia más
rica del país por sus regalías
petroleras. Sin embargo, ha sido allí
donde nacieron los piqueteros, los
sindicatos más combativos y grandes
empresas autogestionadas, como la
marmolería Zanón. La situación social es
totalmente desatendida, en una de las
provincias con mayor superávit del país.
Para eso está la Policía, que avanzó
sobre la protesta docente reprimiéndola
salvajemente.
Libros
no, turistas sí
El gobernador Jorge
Sobisch argumentó que la Policía
reprimió en cumplimiento del derecho, ya
que “según la ley 2081 de Policía no
hace falta una orden judicial cuando se
prevé algún tipo de delito que perturbe
el orden público”. En declaraciones a la
televisión dijo que “se hizo lo correcto
para proteger el turismo”. Y terminando
con un broche de oro, afirmó que
Fuentealba “estaba en el grupo que
tiró piedras” acción que, para el
gobernador, justifica el fusilamiento
del maestro.
Sólo 12 minutos le
alcanzaron al gobernador para repasar su
ideario y despedirse de cualquier
aspiración política. No se retractó y se
hizo responsable de lo sucedido.
Luego de las
declaraciones, los maestros se
concentraron frente a la Casa de
Gobierno provincial y no hubo una
tragedia gracias a la mesura de los
dirigentes gremiales. El gobernador
escapó vestido de policía, quizás un
sueño de infancia cumplido, dentro de un
furgón. Por la noche, una movilización
de 7 mil personas encabezada por las
Madres de Plaza de Mayo y los
organismos de derechos humanos recorrió
el centro de la ciudad y pasó frente al
hospital provincial.
El gremio provincial
considera “insuficiente un salario de
1.040 pesos, ya que en Neuquén el valor
de un alquiler es de 1.000 pesos y el de
la canasta familiar es de 2.800”.
Sobisch y Macri:
el sueño de la derecha
se rompió. |
El
presidente de la Nación, el ministro del
Interior, el ministro de Educación y
casi todo el gabinete nacional
expresaron su repudio a la represión.
Néstor Kirchner dijo que su gobierno
“dialoga, no reprime”. “Aunque nos
critiquen, aprendimos del pasado. Otros
no". El titular de la CTERA,
Hugo Yasky, no dudó en comparar la
represión policial de Neuquén con el
accionar de la dictadura: “Se traspasó
el límite democrático. No se garantizó
el derecho de los trabajadores a
reclamar. Jorge Sobisch ordenó
una represión que tuvo actos brutales,
instaló elementos de civil con armas
largas que dispararon a mansalva,
reviviendo la metodología autoritaria
que en este país cobró miles de víctimas
fatales”.
Mientras tanto el
principal referente de la oposición,
Mauricio Macri, y sus allegados del
PRO (Propuesta Republicana),
eligieron primero el silencio y cuando
el maestro murió, Macri se
encargó de despegarse rápidamente de su
socio. “Sobisch tendrá que
explicar qué es lo que pasó, y por qué,
en semejante hecho detestable", anunció,
sin por eso quitar de su plan para la
ciudad de Buenos Aires los desalojos
“por las fuerzas del orden de los
piqueteros”.
La “muerte política”
alcanzaba al asesino neuquino de “mano
dura”.
Algo se ha aprendido de
otras represiones, como las del 20 de
diciembre de 2001 o los homicidios de
los jóvenes piqueteros Maximiliano
Kosteki y Darío Santillán en
el puente Avellaneda, una zona liberada
para la barbarie policial predispuesta
desde la cúspide del gobierno de
Eduardo Duhalde. El reflejo del
entonces presidente, adelantar su salida
y los comicios, registró el advenimiento
de un nuevo tope histórico en un país
donde el crimen político fue una
constante. Derramar sangre es un límite
a la carrera de un político. Un límite
desmesurado, horrible, pero
infranqueable.
Sobisch
debió tenerlo en cuenta antes de tratar
de validarse como un “prócer de la mano
dura”.
Al cierre de este informe
los docentes neuquinos mantenían todos
los accesos a la capital neuquina
bloqueados y esperaban multitudinarias
marchas. En el gobierno provincial había
preocupación por circulares anónimos de
policías descontentos “por tener que
reprimir a nuestros vecinos y servir a
un gobernador corrupto, mientras lo que
deberíamos hacer es arrestar a
Sobisch y apoyar a los maestros”.
También había preocupación por
centenares de militantes del “muy
extraño” y violento grupo “Quebracho”
que viajaron en las últimas horas a la
provincia.
Trágica casualidad
Dentro de unos días se
cumplirá una década del asesinato,
también en una protesta docente y en la
misma provincia, de la joven Teresa
Rodríguez. Fue la primera víctima de
las protestas que comenzaron a
denominarse “piquetes” y la segunda en
democracia. Los piquetes nacieron en dos
provincias petroleras, con alta
desocupación luego de las
privatizaciones: Neuquén y Salta. Teresa
no participaba de la protesta, fue
perseguida cuando se dirigía a su
trabajo de empleada doméstica y rematada
en la cabeza con un balazo calibre 32.
Rodríguez, por cuya muerte no hay
condenados, dio nombre a un movimiento
nacional de desocupados (MTR), al
igual que otras víctimas de protestas,
como Aníbal Verón, desocupado,
asesinado en 2000 en un piquete por la
policía en Salta. Sin condenados. En la
misma provincia fueron asesinados en
2001 Carlos Santillán y José
Barrios. Sin condenados.
Desde la muerte de
Teresa Rodríguez más de medio
centenar de personas han sido asesinadas
por las fuerzas de seguridad en
protestas, lo que marca el claro
deterioro social que dejó el nefasto
gobierno de Carlos Menem, cuyas
consecuencias más trágicas se
registraron el 20 y 21 de diciembre de
2001.
En Buenos Aires,
Javier
Amorín
© Rel-UITA
9
de abril de 2007
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