Aproximadamente 20 personas, en representación de diferentes
organizaciones de base de la zona de Fresno, convocaron
una conferencia de prensa el lunes por la mañana frente
al edificio del Ayuntamiento a fin de explicar los
motivos de la convocatoria de un paro económico y una
concentración popular el 1 de Mayo. La movilización,
según afirman, forma parte de una convocatoria nacional
realizada por decenas de organizaciones a lo largo de
todo el país y hasta en México, donde se pide a la
población que no compre en negocios estadounidenses
durante ese día.
Los organizadores del acto han pedido a la población que no
se presente a sus trabajos, que no envíe a sus hijos a
la escuela y no compre nada ese día ni use sus
vehículos. Por la tarde, a las cinco, han convocado una
concentración popular frente al edificio del
Ayuntamiento de Fresno.
"Es una forma de que los trabajadores y las trabajadoras
puedan expresarse –dijo Leonel Flores, activista de la
Unión de Ex-Braceros e Inmigrantes del Valle Central.–
Es así como participan, porque no pueden votar, no hacen
cabildeo y de esta manera buscan influir socialmente."
Según Flores, equivale a decir
"miren, si me deportan
esto es lo que ocurrirá, pero de manera permanente".
La elección de la fecha del 1 de Mayo no es casualidad,
explica Flores. "Es el Día Internacional de los
Trabajadores, que se celebra en todo el mundo menos en
Estados Unidos." Ese día fue establecido en 1890 en
homenaje a los líderes obreros que fueron condenados y
ajusticiados en Chicago durante las huelgas y protestas
que exigían una jornada laboral de ocho horas... en
lugar de doce o más. Una fecha importante en el resto
del mundo y que en Estados Unidos se cambió al mes de
septiembre y se le despojó de su sentido original.
La convocatoria al boicot ha generado controversias y muchas
organizaciones no se han unido, aunque afirman que
participarán de la concentración. "Algunas personas
argumentan que esto afectará a los pequeños comerciantes
–asegura Flores–. Pero ellos deberían apoyar el boicot
ya que si hay deportaciones masivas muchos de estos
negocios desaparecerán."
Esto es, precisamente, lo que hará Ricardo Flores,
propietario del restaurante "Los Amigos", en Fresno,
donde trabajan 16 personas. "Yo soy inmigrante y viví
esas vicisitudes (de estar sin documentos) –dijo–. Por
eso el 1 de Mayo voy a cerrar mi negocio." Y agregó que
ese día planeaba abrir otro restaurante, pero debido al
paro económico decidió hacerlo un día después.
Como no todos los empleados tendrán esta suerte, los
organizadores les piden que actúen con precaución, ya
que en muchos casos arriesgan sus empleos. Y recomiendan
que consulten entre sí antes de actuar.
"La gente debe actuar con responsabilidad –dijo Luis
Domínguez, de Centro Azteca.– Por ejemplo, en el caso de
los estudiantes de secundaria y preparatoria, deben
contar con el permiso de sus padres." Y agrega que
decenas de estudiantes han expresado su interés de
participar del boicot, pero Domínguez insiste en evitar
consecuencias negativas. "Como padre, firmé una carta
autorizando a mi hija a no ir a clase ese día; el
director la recibió y la aceptó."
Muchos jóvenes quieren participar del boicot, asegura Daniel
Quesada, estudiante del último año de la escuela
preparatoria Washington Union, de Fresno. "No puedo
prever cuántos estudiantes se unirán al boicot". Pero él
sí lo apoya, y asegura que ésta es una manera de
demostrar al Congreso lo que ocurriría si hay
deportaciones masivas: "Los inmigrantes no sólo
trabajan, también consumen y pagan impuestos".
Según los organizadores, aquellos que no pueden faltar a sus
empleos o a sus escuelas, aún pueden ser parte activa
del movimiento. "Pueden asistir a la concentración y no
consumir ese día", comentó Domínguez, quien insistió en
que la concentración quiere ser un diálogo colectivo
donde se puedan expresar ideas de manera pacífica y
constructiva, como el aporte de los inmigrantes a esta
sociedad.
En
Fresno, Eduardo Stanley
New America Media /
La Insignia / Rel-UITA
27
de abril de
2006 |
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