Chile
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Pinochet,
procesado y bajo arresto |
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El ex
dictador Augusto Pinochet fue procesado este lunes como
autor de nueve secuestros y un homicidio en el marco del
Plan Cóndor, por el juez Juan Guzmán, quien ordenó además el
arresto domiciliario del hombre que gobernó Chile desde
septiembre de 1973 hasta marzo de 1990.
La suerte del general retirado de 89 años de edad dependerá
una vez más de la Corte Suprema, que en última instancia
deberá determinar si su salud mental le permite enfrentar un
juicio o si corresponde absolverlo, como ya ocurrió en julio
de 2001 en el proceso por la llamada "Caravana de la
muerte".
"Esperamos que la Corte Suprema rectifique la denegación de
justicia a las víctimas de la dictadura (del anterior caso)
y ratifique ahora el fallo del juez Guzmán", dijo a IPS la
secretaria general de la Agrupación de Familiares de
Detenidos-Desaparecidos (AFDD), Viviana Díaz.
La resolución del magistrado, a cargo también del proceso por
la "Caravana de la muerte", fue recibida con júbilo por la
AFDD y otras agrupaciones humanitarias, así como por
dirigentes de los partidos Comunista, Socialista, Por la
Democracia y ex militantes del Movimiento de Izquierda
Revolucionaria (MIR).
El abogado Pablo Rodríguez, defensor del ex dictador,
presentó de inmediato ante la Corte de Apelaciones de
Santiago un recurso de amparo basado en la demencia senil de
Pinochet, pidiendo que se revoque el procesamiento que
calificó de "ilegal".
"Es un abuso ante los derechos humanos más elementales de una
persona que es procesada sin tener ninguna posibilidad de
defenderse", afirmó Rodríguez, quien fue un activo
desestabilizador del derrocado gobierno de Salvador Allende
(1970-1973) como líder del disuelto movimiento de extrema
derecha Patria y Libertad.
"Esto no es más que un nuevo episodio, un nuevo capítulo de
la persecución política más implacable que ha existido en
este país en contra de una persona -alegó el abogado-. Todo
el país sabe que en los últimos años el ministro Guzmán ha
perseguido al general Pinochet."
En su resolución de 52 páginas Guzmán incluyó informes y
declaraciones de tres peritos psiquiatras, designados por el
propio juez, la defensa de Pinochet y la parte acusadora,
que diagnosticaron al ex dictador una demencia subcortical
moderada.
En el 2001 otros peritajes médicos detectaron una afección
similar, aunque en un grado leve, lo cual permitió que una
mayoría de jueces de la Corte Suprema lo absolviera en el
proceso que le seguía Guzmán como coautor de 57 homicidios y
18 secuestros de prisioneros políticos en octubre de 1973.
Esos crímenes fueron cometidos por la llamada "Caravana de la
muerte", una misión militar especial que Pinochet creó a
cargo del general Sergio Arellano Stark para que "agilizara"
los juicios a detenidos tras el golpe de Estado del 11 de
septiembre de 1973.
La resolución emitida este lunes por Guzmán incorpora
numerosos antecedentes de actuaciones públicas del ex
dictador, incluyendo una entrevista con un canal de
televisión de Miami en 2003, para argumentar que sus
facultades mentales permiten que sea llevado a juicio.
El juez acusó a Pinochet del homicidio calificado del
militante comunista Ruiter Correa Arce y de los secuestros
de una mujer y ocho hombres, entre los cuales se incluyen
Edgardo Enríquez y Jorge Fuentes, dos altos dirigentes del
MIR.
Los 10 casos considerados por Guzmán corresponden a chilenos
detenidos en otros países del Cono Sur de América Latina en
el marco del Plan Cóndor, que coordinó en los años 70 y 80 a
los cuerpos represivos de las dictaduras de Argentina,
Bolivia, Brasil, Chile, Paraguay y Uruguay.
El Plan Cóndor fue creado por jefes de servicios de policía
política de esos países que se reunieron en Santiago de
Chile desde el 25 de noviembre hasta el 1 de diciembre de
1975, invitados por el entonces coronel Manuel Contreras,
jefe de la Dirección de Inteligencia Nacional (DINA).
Contreras, ahora general retirado, tenía como único superior
jerárquico a Pinochet, con quien se reunía a diario mientras
dirigió la DINA, disuelta por la dictadura en 1978 y
sustituida por la Central Nacional de Informaciones, que
operó hasta febrero de 1990, un mes antes de la restauración
de la democracia en Chile.
El abogado Eduardo Contreras, uno de los acusadores de
Pinochet, dijo que el Plan Cóndor "es sin duda el caso más
emblemático, por los alcances internacionales que tiene, por
la clara impronta del dictador en todos los crímenes".
"Como ha dicho Manuel Contreras, Pinochet estuvo presente
desde el comienzo (del Plan Cóndor) hasta dando luz verde a
la reunión convocatoria para que se generara ese pacto
operativo", añadió el abogado.
Viviana Díaz se declaró "muy contenta" con el sometimiento a
proceso y la detención domiciliaria del ex dictador. "Esta
es una resolución histórica y trascendental para todos los
familiares de las víctimas y todos los demócratas de este
país que quieren que en Chile no haya impunidad" para los
violadores de derechos humanos, señaló.
"Cuando existe voluntad de investigar de acuerdo a los
antecedentes que obran en los tribunales de justicia desde
hace casi 30 años, es posible llegar a procesar a todos
aquellos que están inculpados por crímenes de lesa
humanidad", agregó la dirigente de la AFDD.
La presidenta del gubernamental Consejo de Defensa del
Estado, Clara Szczaranski, dijo que le parecía "muy bien" la
resolución de Guzmán, "porque el proceso no es en sí una
condena ni una incriminación, es el camino del Estado de
derecho para acreditar las responsabilidades".
El diputado Eugenio Tuma, jefe del grupo parlamentario del
Partido Por la Democracia señaló que el proceso a Pinochet
"es un precedente respecto de la coordinación que existió en
Sudamérica en cuanto a violaciones de los derechos humanos".
"Los países que vivieron el horror de un régimen militar
están comenzando a sincerarse con ellos mismos y Chile está
dando un ejemplo en esta materia", indicó el diputado.
"Todos somos iguales ante la ley y, en esos términos,
Pinochet debe responder ante la justicia y ser sancionado",
concluyó Tuma.
La abogada Julia Urquieta, también de la parte acusadora en
el proceso, afirmó que el ex dictador "debe ser condenado
por todos sus crímenes y no solamente por éstos, sino por
todos los robos cometidos que han quedado comprobados en las
cuentas del (banco estadounidense) Riggs".
El juez Sergio Muñoz está investigando a Pinochet por
supuesto enriquecimiento ilícito, a partir de informes del
Senado estadounidense sobre las cuentas secretas que el
dictador mantuvo en el banco Riggs y que podrían ascender a
unos 12 millones de dólares.
El magistrado Alejando Solís lleva a cabo a su vez el proceso
por los asesinatos del ex comandante en jefe del Ejército de
Chile, general Carlos Prats, y de su esposa, Sofía Cuthbert,
cometidos en septiembre de 1974 en Buenos Aires por la DINA.
En esta causa, la Corte de Apelaciones resolvió hace dos
semanas despojar de su fuero penal a Pinochet para ser
investigado por Solís, pero la defensa del ex dictador
presentó un recurso ante la Corte Suprema, que aún no ha
emitido su fallo.
Gustavo
González
IPS
14 de
diciembre de 2004
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