Perú
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2004:
Recuento
sobre una sociedad excluyente
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Un año
puede ser recordado de diversas formas. Aquí ofrecemos un
recuento desde el punto de vista de un país donde la
situación de los indocumentados, los analfabetos, los que no
hablan castellano, es muchas veces ignorada. El poder, el
dinero, las normas o una mejor educación, son a veces
mecanismos para no escuchar los reclamos de los excluidos, e
incluso cuando sufren violencia son culpados por ella. Sin
embargo, también podrán verse esfuerzos y logros importantes
en la lucha contra la exclusión.
Enero. Muñeco
irreverente
Protesta
pacífica ante el monumento a Fernando Belaúnde, que viene
levantándose en San Isidro. Dos jóvenes representan la
recordada frase "¡Las cartas de Amnistía Internacional las
mando al tacho de basura!", con un muñeco ataviado con la
banda presidencial y un cesto con documentos de derechos
humanos. La Municipalidad de San Isidro paraliza las obras
por varios meses. Finalmente, el monumento, una réplica de
la piedra de Saywite, es presentado como un homenaje a los
antiguos peruanos y sólo una pequeña porción de la placa
menciona a Belaúnde como "ilustre vecino". Es verdad: fue un
buen vecino... en San Isidro. Los millares de campesinos y
estudiantes desaparecidos, torturados, violados y asesinados
durante su gobierno se encontraban muy lejos y todavía
parecen estarlo.
Febrero. Moyobamba: ronderos presos, violadores libres
Once
ronderos de Pueblo Libre (Moyobamba) son sentenciados a tres
años de prisión efectiva por haber capturado a una banda de
asaltantes y violadores y haberlos detenido durante algunos
días. Entre los condenados figuran dos mujeres que ni
siquiera estuvieron presentes cuando ocurrieron los hechos.
Los campesinos son sentenciados además a pagar 1000 soles a
cada uno de los violadores. La absurda sentencia de la Corte
Superior de San Martín genera fuerte rechazo entre los
campesinos, que acuden por millares a protestar a Moyobamba.
Finalmente, en el mes de junio, la Sala Penal Transitoria de
la Corte Suprema ordena la liberación de los ronderos y
precisa que las rondas campesinas están autorizadas para
detener delincuentes, juzgarlos y sancionarlos de acuerdo a
sus costumbres, siempre que no se vulneren derechos
fundamentales (como en el caso de tortura). Esta última
sentencia marca un cambio radical en la relación entre el
Poder Judicial y los campesinos.
El día 2 la
policía asesina al agricultor Enrique Mega en Pucalá
(Lambayeque). En los últimos años, más de diez trabajadores
de la antigua cooperativa han sido asesinados por diversos
conflictos con la nueva administración privada. La mayoría
de muertes se produjeron cuando Jaime Mur era el
propietario.
Marzo. A quienes no sabían que Ilave existía,
menos les interesaban las protestas
Comienzan
las protestas multitudinarias contra el alcalde de Ilave,
Fernando Robles. A lo largo de casi un mes, la Defensoría
del Pueblo y la Iglesia intentan mediar en la crisis,
encontrando serias dificultades: la Constitución prohibe la
renuncia de los Alcaldes; la ONPE señala que el plazo para
las revocatorias ha vencido en exceso y en todo caso, el
Jurado Nacional de Elecciones ha establecido un criterio por
el cual es casi imposible que un alcalde sea revocado. La
tensión se incrementa: comercios, hospitales, colegios, todo
organismo público o privado está paralizado. La indiferencia
del Estado aumenta la indignación de la población. Fernando
Robles se traslada a Puno, por su seguridad.
El 30 de
marzo, el alcalde de Iparía, Gabino Muñoz, es asesinado. Él
era shipibo, como casi toda la población de este distrito de
Ucayali donde la presencia policial es muy reducida. En los
años de la violencia política, ser alcalde de Iparía
implicaba peligro de muerte. Para Gabino Muñoz, la
democracia no fue más segura.
Abril. Tres homicidios, ¿distinta responsabilidad?
El 21 de
abril un nuevo asesinato conmueve Ucayali: dos sicarios
matan al periodista Alberto Rivera, que había denunciado los
vínculos del alcalde de Pucallpa con el narcotráfico. Días
antes había advertido que su vida corría peligro, pero no
tenía ninguna protección policial. El proceso se encuentra
trabado. Entretanto, es detenido el alcalde de Yungay, a
quien los familiares y vecinos sindican como responsable
intelectual del asesinato de Antonio De La Torre, también
periodista, producido en febrero. De La Torre había
denunciado varias veces al alcalde por corrupción.
Pocos días
después, miles de campesinos se dirigen a las instalaciones
de la empresa inglesa Majaz, en las alturas de Huancabamba.
El Ministerio del Interior envía en helicópteros centenares
de policías a pedido de la empresa, en abierto contraste con
la pasividad ante la crisis de Ilave. Reemberto Herrera,
rondero de Huancabamba es asesinado por un efectivo
policial. Algunos ronderos han sostenido que la orden de
disparar provino del propio despacho ministerial.
El 26 de
abril, Fernando Robles, es asesinado por un grupo de
pobladores. Aunque su regreso a Ilave la víspera podía hacer
prever un desenlace fatal, no hubo ninguna medida policial
para resguardarlo. Tampoco hubo mayo intervención durante
las seis horas que se produjeron las torturas y golpizas en
la plaza principal de Ilave. Muchos observadores presentan
el crimen como "justicia popular" o estigmatizan a los
puneños como violentos e irracionales. Pocos analizan la
responsabilidad de diversas instituciones estatales (por
omisión, indiferencia o falta de voluntad para modificar las
normas). Las muertes de Rivera y Herrera, producidas la
misma semana, pasan a segundo plano, quedando en la
impunidad.
Mayo. Convulsión en las alturas
Los Obispos
de Jaén, Piura y Chulucanas piden que no hayan más
concesiones mineras en sus diócesis, dados los fuertes
conflictos sociales que generan y que afectan especialmente
a los campesinos más pobres, así como la fragilidad del
ecosistema local. Entretanto, la empresa Majaz colabora en
dar una mala imagen a las empresas mineras, al denunciar por
terrorismo a un anciano sacerdote de Chulucanas y a
numerosos dirigentes campesinos. Sus representantes afirman
que los integrantes del Ministerio del Interior quienes les
recomendaron hacer tales denuncias, para desmovilizar a la
población. La empresa retira las denuncias, pero se mantiene
un clima de temor en la zona, atizado por la emisora radio
Centinela.
Junio. Fútbol y descontento
Aunque la
Copa América es presentada como un evento que debe "unir a
los peruanos", en realidad hace más visible las divisiones
existentes. Se desarrolla en las ciudades menos afectadas
por la violencia política y la pobreza, mientras en Tilali,
Ayaviri, Lagunas, Bagua, Suyo y un largo etcétera, continúan
los conflictos generados por lamentables gestiones
municipales y diversas demandas sociales. Algunos medios
insisten en el "efecto Ilave", sin tomar en cuenta que en
todos estos casos se repiten las limitaciones de la
legislación y la indiferencia del gobierno central.
Al
finalizar el mes, la protesta de una facción del Sutep
termina convirtiéndose en una violenta asonada en Ayacucho.
De esta forma se demuestra que el discurso confrontacional
sigue teniendo adeptos, con apoyo de algunas emisoras
locales. Lamentablemente, se demuestra también que los
problemas que generaron la violencia en los años ochenta no
han sido enfrentados y la frustración de la población que se
siente excluida puede fácilmente desencadenar nuevos hechos
de violencia.
Julio. Morir de frío: tragedia de un país de DNI caducos
El Congreso
aprueba eliminar el requisito de contar con libreta militar
para obtener el DNI. Meses después, las Municipalidades de
Huamanga y Huanta promoverán la inscripción gratuita de
quienes no cuentan con partida de nacimiento. Se trata de
avances importantes, pero el costo y la breve duración del
DNI siguen incrementando el número de indocumentados,
especialmente entre los más pobres. Un proyecto del
congresista José Luis Risco para que el DNI sea gratuito y
permanente termina archivado.
Como todos
los años, llega el invierno y, como todos los años, éste es
particularmente severo en Puno. Decenas de niños mueren de
frío en diversas localidades del altiplano. UNICEF denuncia
la indolencia del Estado peruano, que no previó situaciones
climáticas periódicas. Se indica que en Chile o Bolivia, un
fenómeno similar no ocasiona víctimas fatales. Debe
señalarse que en el Cuzco, el dinero destinado originalmente
para la disminución de la mortalidad materno-infantil
terminó destinado a los palcos vip del estadio Garcilaso.
A pesar del
marcado escepticismo inicial, es evidente que la nueva
administración del Ministerio del Interior está logrando
desactivar la crisis de Ilave. Pronto se llegará a la
solución que la población planteaba desde marzo y que las
instituciones electorales habían considerado imposible:
nuevas elecciones.
Agosto. Aniversario con protestas, avances y heridos
Comienza la
crisis de Cajamarca, debido a la Resolución 361 del
Ministerio de Energía y Minas (MEM) que autoriza a la
empresa Yanacocha a comenzar actividades en el cerro Quilish,
principal reserva de agua de la ciudad y los valles
aledaños. Luego que los representantes del MEM abandonan el
diálogo, estudiantes y campesinos protestan, impidiendo el
tránsito de los vehículos de Yanacocha. El padre Marco Arana
busca arduamente una salida pacífica, a pesar de la campaña
de desprestigio desde los medios allegados a la empresa.
Logra evitar consecuencias fatales, pero la tensión se
mantiene.
Al
conmemorarse el primer aniversario del informe de la CVR, es
sintomático que las voces de los campesinos continúan sin
ser escuchadas, en Cajamarca y en el resto del país. Los
avances concretos en reparación de las víctimas provienen de
regiones muy pobres como Huancavelica.
Al día
siguiente del aniversario, en Huancayo es baleado Luis
Alberto Ramírez, testigo de las desapariciones de decenas de
estudiantes de la Universidad del Centro. El principal
sospechoso de haber ordenado el atentado, el General Pérez
Dócumet, aparece en televisión burlándose de los familiares
de las víctimas de la Cantuta y Barrios Altos. Ramírez
sobrevive, pero hasta la fecha permanece oculto, para
proteger su vida.
Septiembre. Apurímac: entre la precipitación y la esperanza
Se adjudica
el proyecto minero Las Bambas a una empresa de dudoso
historial en materia ecológica. En abierta violación al
Convenio 169 de la OIT, en las deliberaciones no participan
las comunidades afectadas. A pesar de ello, el proyecto es
avalado por el cuestionado Presidente Regional, Luis Barra.
La satisfacción le dura poco, pues debido a sus numerosos
delitos, es destituido. La nueva presidenta, Rosa Suárez
Aliaga, anuncia que promoverá un Plan de Reparaciones para
las víctimas de la violencia política. En cuanto a Las
Bambas, el gobierno precisa que buena parte de los ingresos
que genere serán destinados a renovar armamento de guerra.
La población de Apurímac se moviliza exigiendo que dichos
recursos se inviertan en el departamento, como inicialmente
se había asegurado.
Tres
turistas franceses de edad avanzada terminan hospitalizados
en el Cuzco, debido a los gases lacrimógenos lanzados para
"liberarlos" de un grupo de cocaleros que los mantenía
"secuestrados" en el Coricancha. Los gases afectan también a
transeúntes y a los niños de una escuela. Los policías
responsables son felicitados por su eficiencia.
Octubre. Las dos caras de Puno:
calma en Ilave, horror en San Gabán
El día 17
de octubre, se realizan las elecciones municipales en Ilave.
El ambiente apacible que frustra el morbo de algunos
periodistas es resultado de meses de trabajo de promoción
cívica de diversas organizaciones locales. La llegada de los
líderes de los principales partidos políticos es vista con
incredulidad y luego satisfacción por los vecinos. Ese mismo
día, la realización de las elecciones revocatorias en otros
lugares del Perú genera nuevas frustraciones, debido a que
se mantiene la errónea interpretación del JNE. En el
Estrecho (Loreto) esta frustración genera nuevos hechos de
violencia.
Dos días
después, los campesinos de Carabaya protestan por la
erradicación forzosa de cocales, vulnerando los acuerdos
establecidos. Diversos ministros sostienen que campesinos
ebrios, armados por el narcoterrorismo, pretenden tomar la
central hidroeléctrica San Gabán. Estas declaraciones son
pronto desmentidas por las autoridades y los organismos de
derechos humanos. La necropsia comprueba, además, que la
policía asesinó por la espalda a los campesinos Florencio
Quispe, Mauro Surco y Nicolás Gonzales.
Noviembre. Dos caras de
Cajamarca:
triunfo en el Quilish, tragedia en Santa Cruz
Yanacocha
declara que no explotará más el cerro Quilish. La empresa ha
comprobado su aislamiento ante la opinión pública de
Cajamarca. Acaso comprenda que la población no quería sólo
dinero (que Yanacocha muchas veces entregaba con
generosidad), sino respeto. Al día siguiente, el MEM revoca
diligentemente la Resolución 361. La victoria de la
población de Cajamarca hace recordar lo ocurrido en Arequipa
el año 2002 y en Tambogrande el 2003. En estos dos casos,
también una empresa transnacional, respaldada por el
gobierno de Toledo, se vio obligada a retroceder, ante el
rechazo de la población. Afortunadamente, en la crisis del
Quilish no hubo víctimas fatales.
La semana
siguiente, en Santa Cruz, en medio de una protesta de
campesinos, el dirigente Juan Montenegro es asesinado. Se
acusa al integrante de la seguridad de otra empresa minera,
perteneciente a los mismos propietarios que Yanacocha. Las
asociaciones empresariales condenan con severidad la
violencia de los campesinos, sin mencionar la muerte de
Montenegro.
Diciembre. Crimen, premio y Castigo
La
Nochebuena, Signior Pozzo, alcalde de Juanjuí, se convierte
en el cuarto alcalde en ser asesinado en el año. A fines de
noviembre, fue asesinado Evert Rojas, alcalde de Santiago de
Chuco, aparentemente por un grupo de poder local. ¿Si tres
alcaldes provinciales son asesinados, qué seguridad pueden
sentir los ciudadanos comunes y corrientes?
La entrega
del Premio Nacional de Derechos Humanos al Padre Marco
Arana, por su apoyo a los campesinos de Cajamarca, muestra
cómo los derechos ambientales también son derechos humanos.
Ese mismo día se entrega en Oslo el Premio Nóbel de la Paz a
la keniana Wangari Maathai, con el mismo criterio.
Indecopi
sanciona a Aura, una discoteca de Larcomar, con una multa de
112,000 soles, la más elevada impuesta hasta el momento a un
local racista. Al finalizar setiembre, los grupos
antirracistas lograron también la cancelación del programa
de televisión La Paisana Jacinta, que denigra la imagen de
la mujer andina. Aura anuncia que para la fiesta de Año
Nuevo, cualquiera puede adquirir su entrada en los módulos
existentes en cualquier Wong o Metro.
Tres
alcaldes provinciales, un alcalde distrital, dos periodistas
que sabían demasiado, seis campesinos que exigían ser
escuchados, decenas de niños con frío, centenares de
personas que viajaron por carreteras lamentables o con
choferes agotados. Estas trágicas muertes que no deben ser
olvidadas es el saldo del 2004, pero también lo es el
triunfo de los cajamarquinos y de los antirracistas. El
resultado del 2005 en la lucha contra la exclusión depende
de lo que todos nosotros hagamos.
Wilfredo Ardito Vega
Convenio
La Insignia
/ Rel-UITA
28 de diciembre del 2004.
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