Desde octubre del 2003
-cuando se aumentó la Remuneración Mínima Vital (RMV) de 410
a 460 soles mensuales- hasta noviembre del 2005, esta
perdió, en términos reales, cerca del 12% de su valor. Por
tanto, el aumento anunciado ayer de 9% de la RMV (de 460 a
500 soles mensuales) no alcanza para cubrir la pérdida de
los últimos 26 meses.
No solo eso. La pérdida de esos
meses "ya fue", es decir, que el trabajador no la recupera
nunca más. Lo mismo pasó desde marzo del 2000 a septiembre
del 2003 (43 meses), cuando la RMV se mantuvo estática en
410 mensuales. Esto generó pérdidas del poder adquisitivo
del 20% para los 360.000 trabajadores que perciben la RMV,
según Francisco Verdera, de la OIT. Lo que ellos perdieron
en estos meses de crecimiento de la economía lo ganaron los
empleadores. Tan simple como eso.
Por esa razón, es necesario un mecanismo de reajuste
periódico de la RMV, aunque este debiera ser anual y no cada
2 años como lo determinó ayer el gobierno (si bien ya eso es
un avance). Además, se anunció una fórmula para determinar
dicho aumento, que estará en función de la inflación y la
productividad, la que aún no se conoce.
El aumento de la RMV estimula el crecimiento, porque cuando
el salario es muy bajo, los trabajadores gastan el íntegro
de sus ingresos en la compra de bienes básicos (sobre todo
alimentos y vestido). En jerga económica, es alta su
"propensión marginal al consumo". Lógico, con lo que ganan,
que no alcanza para cubrir la canasta familiar que está en
1200/mes, ¿qué ahorro pueden tener?
También mejora la distribución del ingreso -que en América
Latina y Perú es la más desigual del mundo- con lo que los
ciudadanos se acercan los unos a los otros, lo que además
tiene efectos económicos positivos. Si en el Perú la
desigualdad se redujera en un 10%, habría que crecer al 3,1%
de aquí al 2015 para alcanzar los Objetivos del Milenio
(reducción de la pobreza y la mortalidad infantil, mejora de
la salud materna, entre otros). Pero si la desigualdad no
mejora, habría que crecer al 4,7% para alcanzar los mismos
objetivos (www.cepal.org, Objetivos del Mileno, 2005).
Los que se oponen al aumento de la RMV dicen que tiene
efectos adversos sobre el empleo. Pero recientes estudios no
dicen eso. Por ejemplo, Nikita Céspedes del BCR ('Efectos de
la RMV en el Perú') dice que si bien habría un inicial
impacto adverso sobre el empleo, la cosa cambia en un
contexto de crecimiento económico del PIB del 5%, como el
actual. En este caso, el efecto neto es un aumento del
empleo. En otras palabras, la capacidad de generar empleos
por causa del PIB es 5 veces más fuerte que la capacidad de
destrucción de empleos por causa del aumento de la RMV.
Y podríamos ampliar estos comentarios mencionando los
estudios de Raúl Mauro (Política competitiva y salario
mínimo en el Perú, PNUD-MTPE, febrero 2005) y José Carlos
Saavedra (Efectos del incremento de la RMV en el 2003 sobre
los trabajadores dependientes de Lima Metropolitana. Apoyo,
noviembre 2004).
En 1914, Henry Ford sorprendió al mundo anunciando que
duplicaría los sueldos de sus trabajadores, pagándoles 5
dólares diarios. Con este planteamiento dejó atrás la
llamada "ley de hierro del salario", que dice que todo
empresario desea obtener la máxima rentabilidad dentro de su
empresa, lo que implica pagar los salarios más bajos
posibles.
Para Ford, la cuestión era otra: hacer que sus trabajadores
también puedan comprar el automóvil (el Modelo T) que
producía su fábrica, ganando más por volumen de ventas (por
economía de escala, posible por el aumento de la
productividad), que por unidad producida. Comenzaba así la
época de la sociedad de consumo de masas.
Pero aquí todavía estamos con la "ley de hierro", lo que
durante años fue alentado por la "ortodoxia" neoliberal con
disposiciones autoritarias. Por eso, todo avance en materia
de regulación ordenada y transparente de las relaciones
salariales, producto de las movilizaciones de los
trabajadores, es un punto de apoyo para ir más lejos y
alcanzar un salario digno y decente, lo que no se alcanza
con este "aumento". ¿O alguien está viendo un Henry Ford
criollo en el horizonte?
Humberto Campodónico
Convenio La Insignia / Rel-UITA
2 de enero de 2006
Volver
a Portada
|