Uruguay
Referendo
por ANCAP
Con el Diputado Raúl Sendic
“Necesitamos a ANCAP para
desarrollar el país”
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El
diputado Raúl Sendic1 apoya la derogación porque, en su
opinión, la ley forma parte de una política de privatizaciones, porque es
mala en sí misma, y porque cree que el mantenimiento del ente energético
en la órbita del Estado es vital para poner en marcha un programa de
desarrollo productivo y social.
- ¿Por qué hay
que derogar la ley de desmonopolización de ANCAP?
- Yo he
planteado tres ejes centrales en la argumentación a favor de la papeleta
rosada con el SI para derogar esta ley: el primero tiene que ver
con el hecho de que esta ley forma parte de una política de privatización
del Estado, impulsada por todos los últimos gobiernos. Ellos han buscado
desarmar el Estado, entregárselo a capitales privados transnacionales. Y
no hablamos de sectores secundarios del Estado sino de sectores
estratégicos. A pesar de que en el Uruguay hubo un pronunciamiento popular
muy importante en el año 1992, cuando más del 70 % de la ciudadanía votó a
favor de que las empresas públicas quedaran en manos del Estado, estos
gobiernos siguieron adelante con el plan de privatizaciones. Nunca más
hablaron de privatizar pero todos sabemos que son privatizaciones aunque
las llamen asociaciones, concesiones, llamados a licitación, contratos,
desmonopolizaciones o hasta remates.
Es así que, en
forma total o parcial, han privatizado las carreteras, los puertos, los
aeropuertos, los servicios de agua y saneamiento, las telecomunicaciones,
y ahora los combustibles. Esa política obedece exclusivamente a los
dictámenes de los organismos internacionales, los cuales, como
contrapartida de los créditos otorgados, han exigido la desarticulación de
los estados en esta parte del mundo. Y digo en esta parte del mundo porque
quienes nos hablan en contra del Estado en este hemisferio son los mismos
que en el hemisferio norte protegen su producción, subsidian sus
productos, imponen barreras arancelarias a los nuestros y establecen
políticas de estado muy fuertes. Sin embargo, a los países del sur se les
ha obligado a desarmarlos.
Mantener esta
ley, entonces, forma parte de una política que ha llevado el país a la
crisis, a la bancarrota. El gobierno habla de síntomas de reactivación
pero todos sabemos que los resultados de esa reactivación, si la hubiera,
van a demorar muchísimo en llegar al conjunto de la población porque el
país está fundido. Por lo tanto, dado que esta ley forma parte de esa
política nosotros estamos en contra.
- ¿Cuál es el
segundo punto?
- El propio
contenido de la ley, que es desastroso. Es una ley de entrega absoluta de
la empresa más importante que tiene el país a una empresa privada; es una
ley que no garantiza los precios; no establece el marco regulatorio;
entrega un monopolio estatal para la constitución en el país de un
monopolio privado; no establece cuál va a ser la escala del negocio ni el
volumen de producción; no fija condiciones ni requerimientos de inversión
y tampoco establece con claridad cuál va a ser el mecanismo de
distribución de las utilidades. La ley es mala entonces por lo que dice y
es peor aun por lo que no dice, porque deja librada la definición de
aspectos muy importantes al tipo de acuerdo que se haga con el privado que
venga.
- ¿Y el
tercero?
- El tercer
eje fundamental es que nosotros necesitamos mantener los combustibles en
la órbita del Estado para impulsar un proyecto de país que quiere
despegar, desarrollarse, producir; que tiene que salir adelante. El sector
de los combustibles y el sector energético en general tienen que
permanecer en manos del Estado para asegurar políticas energéticas en
función del desarrollo del país y no en función de las ambiciones de
ganancia que pueda tener el sector privado. Las políticas energéticas -y
ANCAP dentro de ellas- tienen que estar en función de una política de
desarrollo nacional, de desarrollo del trabajo, de la producción, del
desarrollo social, del conocimiento y de la tecnología. En ese marco ANCAP
tiene un papel muy importante para jugar y la necesitamos. Y como la
necesitamos la defendemos.
- Los
promotores del NO sostienen que esta ley es necesaria para que ANCAP pueda
asociarse con capitales privados extranjeros poderosos y de esa forma
quedar en condiciones de competir, en pie de igualdad, con las grandes
transnacionales del petróleo cuando el mercado local de los combustibles
se abra a la libre competencia...
- Puede ser
que ANCAP necesite todo eso, pero no lo dice esta ley, no está escrito en
ningún lado. Esta ley no es la adecuada para cumplir con ese objetivo.
Esta ley no establece siquiera que el futuro socio tenga que ser una
empresa petrolera. Podría ser, por ejemplo, un banco. Tampoco le exige
mercados ni inversiones. Se entrega una empresa que costó mucho construir
sin exigir prácticamente nada a cambio.
Incluso cuando
se habla del reparto de las ganancias se dice que a partir del momento en
que se concrete la asociación el reparto se va a hacer de la siguiente
manera: primero el privado tiene que recuperar su inversión, y de lo que
quede, se repartirán las utilidades a medias. No dice que las utilidades
se repartirán a partes iguales y el privado recuperará su inversión de la
parte que le toque, sino que, por el contrario, primero se pagará la
inversión que haga el privado y recién después se repartirán las
utilidades. Quiere decir, en realidad, que vamos a seguir poniendo plata.
ANCAP va a renunciar a una parte de sus ganancias para colaborar con la
inversión que en realidad debería financiar el socio inversor. Es una
entrega descarada.
-
¿Es cierto que esta ley permitirá que bajen los precios de
los combustibles?
- La ley no
dice una palabra sobre el precio de los combustibles ni garantiza que
bajen. Los marcos referenciales que se dan no tienen nada que ver con la
región: cuando se habla de que los precios de puerta de refinería tienen
que ser acordes con los de la región y preguntamos cuál es la región
-pensando que la región era el cono sur de América- nos dijeron que la
región referente era el Golfo de México. Por lo tanto, ese marco le deja
al privado un margen muy importante para que pueda subir los precios,
porque traer combustible refinado del Golfo de México tiene obviamente sus
costos.
Si uno lee
atentamente el texto de la ley podrá observar que prácticamente no se
establecen condiciones al privado pero, en cambio, se las ponen a ANCAP.
La ley le dice a ANCAP todo lo que tiene que poner; le dice que tiene que
poner su infraestructura a disposición del privado, le fija límites y
renunciamientos, sobre todo en materia de gestión; dice como se tienen que
integrar las gerencias, pero no dice qué es lo que tiene que poner el
privado.
- ¿El mercado
libre contribuirá a reducir los precios de venta al público?
- En los
últimos 70 años ANCAP hizo la maravilla de refinar combustibles casi a los
mismos costos de refinación que tiene la región sin ser un país petrolero
y en medio de dos gigantes que sí lo son. Argentina hasta tiene ahora un
supuesto mercado libre, luego de que un oligopolio privado sustituyera al
monopolio estatal que tenía YPF. Ese oligopolio controla el mercado y los
precios subieron después de la supuesta desmonopolización y luego de las
promesas de que los precios bajarían con la privatización. Después que el
Estado se fue del mercado los combustibles subieron porque las
transnacionales, dueñas del mercado, se pusieron de acuerdo para fijar los
precios y la libre competencia pasó de ilusión a engaño. Por tanto, es muy
importante que el Estado mantenga su capacidad de gestión, de producción y
de regulación en el sector energético.
Otro aspecto
importante es ver quiénes gestionan las empresas públicas. Uruguay ha
tenido muy buenas herramientas, como el Banco Hipotecario (BHU), el Banco
República (BROU), ANTEL y la propia ANCAP2, pero quienes
han gestionado esos organismos han hecho verdaderos desastres. Por tanto,
acá no sólo vamos a defender a ANCAP votando el 7 de diciembre la papeleta
rosada, porque eso por sí sólo no garantiza la supervivencia del ente,
sino que además será necesario cambiar el gobierno, porque si la izquierda
no gana la próxima elección nacional van a hacer de ANCAP lo mismo que ya
hicieron con otras empresas públicas, que las terminaron fundiendo. Por
eso me parece importante marcar estas dos etapas: la primera el 7 de
diciembre, votando por el SI, y la segunda votando por la izquierda
en la elección nacional, para que podamos llegar al gobierno y preservar
el Estado para que pueda cumplir el papel que le corresponde en un
programa de desarrollo.
Washington
Fernández
Rel-UITA
20 de
noviembre de 2003
NOTAS
1) Raúl Sendic es diputado por
Montevideo. Integra la coalición de Encuentro Progresista-Frente Amplio, y
dentro de esta es líder del Movimiento 26 de Marzo, sector político que
opera dos importantes medios de prensa: la emisora capitalina CX 36 AM
Radio Centenario y el diario La Juventud, con el cual la REL-UITA
mantiene un convenio editorial.
2) El BHU es un banco estatal que durante
años construyó viviendas, financió la construcción de ellas y promovió el
acceso a la vivienda de sectores sociales de diversa extracción. Otorgar
créditos a los trabajadores y al sector empresarial es una de las
funciones más importantes del estatal BROU. ANTEL es el ente estatal que
brinda servicios de telecomunicaciones y ANCAP refina crudo, produce y
comercializa combustibles.
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