Argentina

 

 

 

Grupo francés Suez

abandona concesión

El grupo francés Suez anunció anoche que dejará de controlar la empresa de agua potable de la provincia argentina de Santa Fe, luego de que fracasaran las negociaciones con las autoridades para lograr un

ajuste de tarifas del 60 por ciento.

 

 

Aguas de Santa Fe, en la que Suez tiene como socios menores al Banco de Galicia argentino y la española Aguas de Barcelona, informó de que dejará el servicio dentro de 30 días.

 

Indicó que durante ese período trabajará junto al Gobierno de Santa Fe para resolver el futuro del servicio de agua y alcantarillado que presta desde 1995 a unos 700.000 clientes de quince ciudades de la provincia, situada en el centro del país.

 

El 16 de marzo último, la compañía había fijado un plazo hasta el viernes pasado para que el Gobierno santafesino aceptase ajustar las tarifas, pero las autoridades la acusaron de incumplir los planes de inversión comprometidos en la concesión.

 

Aguas de Santa Fe, en la que los trabajadores tienen un 10 por ciento del capital, anunció su decisión de dejar la concesión al fracasar gestiones de último momento para solucionar el conflicto por el atraso de sus tarifas.

 

La semana pasada, el gobernador santafesino, Jorge Obeid, acusó a la compañía de incumplir sus inversiones e indicó que si la empresa se retira, el servicio pasará a manos del Estado provincial con vistas a volver a privatizarlo.

 

El grupo Suez mantiene conflictos similares por la actualización de las tarifas de Aguas Argentinas, concesionaria del servicio en Buenos Aires y su populosa área metropolitana, y Aguas Cordobesas, de Córdoba, capital de la provincia homónima, que también controla.

 

Pero sus portavoces señalaron a la prensa de Buenos Aires que lo ocurrido con Aguas de Santa Fe no afecta las negociaciones que lleva a cabo por los contratos de las otras dos compañías.

 

Las autoridades argentinas exigen que las compañías retiren las demandas que han presentado ante el tribunal arbitral del Banco Mundial con el fin de que se las indemnice por la congelación de las tarifas aplicada en enero de 2002, cuando se devaluó el peso al ponerse fin a la política de paridad de "uno a uno" con el dólar.

 

Cuando se devaluó la moneda argentina, las tarifas de los servicios públicos, que estaban fijadas en dólares en los contratos de privatización de la década pasada, fueron pasadas a pesos bajo la antigua relación de "uno a uno" y desde entonces están congeladas.

 

 

EFE

3 de mayo de 2005

 

 

  

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