Con Alberto Broch
El PT ya no será lo que era
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Vicepresidente de la Confederación Nacional de Trabajadores
y Trabajadoras de la Agricultura (CONTAG), ha estado
vinculado al PT desde el primer momento, desempeñando una
destacada labor en la construcción de las seccionales del
partido en varias ciudades del interior de su estado natal,
Rio Grande do Sul. De gira por Montevideo, compartió con
SIREL sus puntos de vista sobre la crisis del PT.
-¿Cómo estás viviendo esta coyuntura tan complicada para el
PT?
-Es muy difícil de explicar, es una sensación muy extraña,
de angustia, de desesperación. Siento un dolor muy grande.
El PT tiene apenas 25 años, es un partido relativamente
nuevo que consiguió la Presidencia de la República, pero
ahora ha echado por tierra esta importante oportunidad. Sin
duda ha comenzado para todos un tiempo de reflexión, porque
a corto plazo aparecen pocas expectativas positivas de
solución, y eso es desesperante.
-¿Por qué se llegó a esta situación?
-Existen varias teorías que se han estado manejando. En
primer lugar se ha dicho con cierta sensatez que el partido
se distanció de las bases, de los movimientos sociales, del
propio pueblo y de aquella pasión que se manifestaba con
tanta fuerza en las campañas electorales. Se pasó a un
partido más preocupado por ganar el poder que por ejercerlo
a favor de la gente. Por otro lado se sostiene también la
posibilidad de que parte de su dirección se haya “perdido”
en el ejercicio del poder, llegando a establecer políticas
que hasta la fecha había combatido. Estimo que ambas cosas
han influido en la desmoralización que vivió el partido.
-¿Tiene el PT posibilidades de salir de esta crisis?
-Es irreal creer que habrá una solución a corto plazo y sin
esfuerzos. Existen salidas, pero la reestructuración debe
ser profunda y sólo podrá desarrollarse a largo plazo. No
podemos abandonar en un día nuestra lucha de 25 años. Es
necesario que el PT pase por un período de aprendizaje, que
forje una nueva relación con su gente. Pero todo esto son
expectativas, previsiones, es necesario que una fuerza las
impulse y las convierta en realidades. Existen dentro del
partido diferentes corrientes de pensamiento con eternas
divergencias que ahora deberán obviar por el bien del
partido y por su recuperación. Pero no estamos seguros de
que eso suceda pues la situación que se vive hoy en día ha
venido a trastocar muchos valores fundamentales del partido.
Existe sin embargo un desafío que sí tendrá que resolverse a
corto plazo: en setiembre serán las elecciones del PT y
alguien va a tener que asumir su dirección.
-¿Puede esta situación gravitar negativamente a nivel
sindical?
-No. Es más, creo que muchos de los actuales problemas del
PT derivan de su desvinculación con movimientos y
sindicatos. A esta altura el PT ha perdido influencia sobre
los sindicatos. Pero es probable que la militancia sí se vea
afectada, y el impacto va a ser fuertísimo. Aún no nos damos
cuenta, pero en las futuras elecciones municipales o en las
próximas donde se elegirán los diputados estaduales y
federales, los efectos van a ser ya visibles y me temo que
el PT no volverá a ser lo que era.
Gerardo
Iglesias
© Rel-UITA
29 de agosto de 2005
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