-¿Cómo se desarrollaron
las elecciones del pasado 9 de septiembre?
-El día de las elecciones transcurrió sin mayores sorpresas,
sucedió lo que la mayoría esperábamos. Sin embargo, la campaña electoral
fue muy violenta ya que hubo alrededor de 40 activistas políticos
asesinados.
Actualmente, los candidatos que pasaron a la segunda vuelta -Álvaro
Colom y Otto Pérez Molina- están buscando alianzas
para el próximo 4 de noviembre. Pérez Molina ha manifestado la
intención de aliarse únicamente con partidos de derecha, y el ingeniero
Colom está buscando acuerdos con las bases sociales más que con
otros actores.
-Como organización de
derechos humanos, ¿qué expectativas tienen para la segunda vuelta?
-Tenemos que enfocar los grandes problemas que aquejan a la
sociedad guatemalteca, como la falta de desarrollo para la población.
Aunque el PIB esté alto, ello no se refleja en la mayoría de la
gente, y eso hace que seamos caldo de cultivo para flagelos como el
narcotráfico y la violencia, entre otras cosas.
Por eso consideramos que el nuevo gobierno deberá trabajar
muy fuerte en el tema de seguridad, erradicar la violencia desde una
visión más amplia, más social. Deberá aplicar políticas de desarrollo
para la mayoría de la población que está actualmente en un letargo
económico. Por otra parte, en nuestra organización, que surgió durante
una de las más largas dictaduras que hubo en Guatemala (36 años),
consideramos que un militar no sería la persona idónea para gobernar el
país. Sí creemos que Guatemala debe cambiar un modelo de gobierno
que perduró casi medio siglo y no permitió el desarrollo de este país.
En definitiva no podemos apoyar el acceso al gobierno de un militar
retirado, que está acusado de innumerables violaciones a los derechos
humanos.
-¿Cómo se perfila en
cifras el balotage?
-Álvaro
Colom sigue encabezando las encuestas con una ventaja de 6 puntos.
Recién se están concretando las primeras alianzas, pero
debemos recordar que en la primera vuelta se presentaron 13 partidos,
por lo que alrededor de un millón de votos indecisos podrían provocar
alguna sorpresa.
En Montevideo, Amalia Antúnez
©
Rel-UITA
18 de septiembre de 2007 |
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