México
El martes 22 de
febrero, la Cámara de Diputados de México aprobó el derecho
al voto en el extranjero por 391 votos contra cinco y 22
abstenciones. Si el senado también aprueba la propuesta
durante la presente sesión, los mexicanos que residen en el
extranjero podrán votar en las próximas elecciones
presidenciales del 2006.
Sin duda, la votación del 22 de febrero fue histórica. Años
de presiones y cabildeo, discusiones y negociaciones podrían
por fin concluir satisfactoriamente para quienes buscan
participar de la vida política del país que dejaron, en su
mayoría, contra su voluntad. Se calcula que en Estados
Unidos viven unos 10 millones de mexicanos, quienes se
desplazaron "al norte" en busca de trabajo.
La decisión de los diputados mexicanos fue recibida con gran
satisfacción por aquellos comprometidos en esta
reivindicación. "Celebremos y felicitémonos las personas,
los grupos, los clubes, las federaciones, las
organizaciones, los frentes cívicos, y movimientos de
migrantes que hicimos posible este adelanto sin
precedentes", escribió desde México un emocionado Primitivo
Rodríguez Oceguera, de la Coalición por los Derechos
Políticos de los Mexicanos en el Extranjero.
El caracter plural del comentario de Rodríguez refleja con
gran honestidad la cantidad de personas involucradas en este
proceso: "este triunfo honra la memoria de quienes iniciaron
la lucha por la dignidad y derechos del pueblo mexicano en
la diáspora después de la guerra contra Estados Unidos en el
siglo XIX y su conclusión en los Tratados de Guadalupe
Hidalgo, de 1848".
El movimiento en favor del derecho al voto tuvo diferentes
etapas. En el año 1988 tomó particular fuerza después de un
aparente fraude electoral a cargo del Partido de la
Revolución Institucional (PRI), quien gobernaba desde 1929,
contra el popular candidato independiente Cuauhtemoc
Cárdenas. Finalmente, el PRI fue derrotado en el año 2000
por Vicente Fox Quesada, candidato del Partido de Acción
Nacional (PAN).
El triunfo del PAN se debió en parte a cambios en la
ciudadanía mexicana que favoreció una lenta pero consistente
apertura democrática en el país. Poco a poco se pasó de un
régimen unipartidista a uno más abierto y plural. También
cambió la percepción sobre los emigrantes. Tradicionalmente
considerados "traidores" por salir del país en busca de
trabajo, hoy existe una comprensión más realista del
fenómeno de la emigración y sus orígenes. Precisamente, el
concepto de "traidores" era generado por el mismo régimen
que forzaba la salida masiva de trabajadores por falta de
oportunidades en su propia tierra.
Muchos emigrantes no olvidaron ni su tierra ni esas
humillaciones. Se organizaron y buscaron alternativas
políticas. El derecho al voto en el extranjero, normal en
decenas de países, se convirtió en un reivindicación
fundamental.
"Estamos contentos pero tenemos que ser cautos -dijo en
Fresno Nayamín Martínez, activista de los derchos de los
mexicanos en el extranjero-. Ahora hay que cabildear al
senado, porque hasta que sea ley no podemos declarar
victoria total." Martínez considera que el senado podría
establecer cambios en la propuesta, obligando a una nueva
discusión por parte de los diputados, lo que haría imposible
votar en el 2006.
La propuesta aprobada, presentada por el PRI y apoyada por
el Partido de la Revolución Democrática (PRD), derrotó a la
propuesta del presidente Fox. La diferencia entre ambas es
que la primera acepta que se otorguen credenciales de
elector en el extranjero y también que los candidatos
realicen campañas fuera de México, puntos que posiblemente
generen fuertes discusiones en el senado.
Activistas y organizaciones de mexicanos en Estados Unidos
volverán a México a cabildear al senado. También hay
preparativos en el Valle Central, donde la población ha
seguido con interés los actos gracias a la prensa en
español. "Pensamos recaudar fondos para enviar otra vez a un
representante para cabildear -dijo Leonel Flores, de la
Campaña Nacional por el Voto Ausente-. Ojalá que estos
cabilderos trabajen conjuntamente."
Según Flores, la propuesta aprobada por los diputados es
amplia. La de Fox exigiría que los interesados viajen a
México para obtener su credencial de elector, algo imposible
para quienes carecen de residencia legal o no pueden costear
el viaje.
"El presidente Fox hizo declaraciones de apoyo después del
voto de los diputados, pero internamente los representantes
del PAN buscan limitar la propuesta, insisten en su
propuesta, no podemos confiarnos", comentó Flores, quien
agregó que algunos cabilderos también hacen lo mismo. "Vamos
a denunciarlos porque aunque dicen que nos apoyan, en
realidad buscan limitar la propuesta."
Después de más de 100 años, la lucha final es a todo o nada.
Eduardo Stanley
28 de febrero de 2005
|