En los
últimos días se vienen registrando
ocupaciones de predios rurales en el
departamento de San Pedro, a 100
kilómetros al norte de Asunción. Los
ocupantes son familias campesinas que
buscan ahuyentar a los sojeros
brasileños que fumigan sus cultivos
ubicados en medio de poblados, y
presionar al gobierno para que resuelva
la compra de las tierras que consideran
latifundios improductivos.
Los
últimos meses del gobierno del actual
presidente paraguayo, Nicanor
Duarte Frutos,
antes de que a finales de julio renuncie
para asumir su banca en la Cámara de
Senadores, se presentan convulsionados
por las sucesivas ocupaciones de predios
por parte de campesinos sin tierra,
quienes exigen que el actual titular del
Poder Ejecutivo agilice los trámites
para la expropiación de latifundios
improductivos a favor de ellos.
Duarte
se mostraba hasta estos días ausente y
evasivo ante la difícil situación en el
sector rural, específicamente en la zona
del departamento de San Pedro, el más
pobre del país, ubicado a 100 kilómetros
al norte de Asunción,
en donde desde la semana pasada arrecian
las ocupaciones de tierras improductivas
pertenecientes a sojeros brasileños, más
conocidos como “brasiguayos”. Las
incursiones por la fuerza de los
labriegos a varias propiedades ya
ocasionaron, incluso, enfrentamientos
armados entre estos y los guardias
contratados por los propietarios, sin
que hasta ahora haya víctimas fatales
que lamentar.
El
secretario general de la Mesa
Coordinadora Nacional de Organizaciones
Campesinas (MCNOC), Luis
Aguayo, que propicia las
ocupaciones, dijo a los medios locales
que “de acuerdo con el plan
trazado, luego de la plenaria de los
'sin tierras' de todo el país, ya
ocupamos 15 inmuebles de los 24 que nos
hemos establecido como objetivo”.
Aguayo
precisó que también tienen previsto
ingresar durante esta semana en otros
nueve terrenos privados de San Pedro que
consideran improductivos, como forma de
presionar al gobierno para que cumpla
con los reclamos del sector.
“Ya se
agotaron todas las instancias legales, y
como el gobierno no cumplió, ahora
estamos llegando a lo único que nos
queda: la ocupación, para que se den
cuenta de que no nos vamos a quedar
esperando sus promesas”, aseveró el
dirigente.
Lugo, más a favor que en contra
Mientras tanto,
del otro lado del conflicto se encuentra
el presidente electo, Fernando Lugo,
quien, si bien asegura que respetará la
propiedad privada, también afirma que
durante su gobierno impulsará una
reforma agraria integral como solución
de fondo al problema de la falta de
tierra para los campesinos.
A
diario Lugo
se reúne con dirigentes rurales y de
otros grupos sociales que también
reclaman derechos similares -como los
sin techo-, a quienes convocó al diálogo
en una plaza pública, para escuchar sus
peticiones y dejar sentada ante ellos y
ante toda la ciudadanía, su postura con
relación a estos conflictos sociales.
El Presidente
electo dijo que durante su gobierno “no
le temblarán las manos” para firmar las
expropiaciones y otorgar el derecho que
les corresponde a los sectores
postergados de la sociedad.
La postura de
Lugo
contradice la posición que mantienen los
miembros del Partido Liberal Radical
Auténtico (PLRA),
de tendencia conservadora, del cual
proviene el vicepresidente electo,
Federico Franco,
quien sostiene que el respeto a la
propiedad privada es sagrado.
Mientras tanto, las ocupaciones se
suceden casi a diario, dejando poco
margen para un respiro al gobierno de
Nicanor Duarte
Frutos,
quien trató de hacerse el desentendido
para no responder a las exigencias
campesinas. De hecho, Héctor
Cardozo,
actual presidente del Instituto Nacional
de Desarrollo Rural y de la Tierra (Indert),
organismo del gobierno que se debe
encargar de solventar la compra de las
hectáreas solicitadas por los
campesinos, también intentó lavarse las
manos y deslindar responsabilidades, al
afirmar que no adoptarán ninguna
solución porque antes la Justicia debe
dirimir en los casos de venta de
“derecheras” (campesinos que obtuvieron
el derecho a una propiedad y que la
volvieron a vender).
Guerra a sojeros brasileños
Lorenzo
Ramírez,
dirigente de la MCNOC, manifestó
a un diario local que los agricultores
sin tierra decidieron ingresar a las
propiedades ante la falta de respuesta
del gobierno y la extrema necesidad que
afrontan por no tener una parcela en la
que cultivar. “Acusamos a
Duarte Frutos
de haberse comprometido con entregarnos
tierras y de no cumplir hasta ahora, que
va concluyendo su mandato”, manifestó el
dirigente.
Los labriegos aseguran
que el objetivo principal de las
ocupaciones es frenar la invasión masiva
de los brasileños, quienes ya poseen
grandes extensiones de tierra en el
departamento de San Pedro, casi todas
destinadas al cultivo de soja
transgénica. “Conseguir
tierras y ahuyentar a los sojeros
brasileños ilegales es el objetivo que
perseguimos. Las actuales autoridades
están sometidas a la voluntad de los
extranjeros, hasta consiguen recursos de
amparo de los jueces para fumigar sus
sojales, en medio de extensas
poblaciones”,
indicó otro campesino ocupante,
Juan
Cardozo,
al diario Última Hora.
Entre
tanto, Elvio Benítez,
dirigente de la Coordinadora de
Productores Agrícolas San Pedro,
integrante de la Alianza Patriótica para
el Cambio (APC)
-coalición de amplio espectro
ideológico, liderada por
Fernando Lugo-,
si bien deslindó su responsabilidad
sobre las ocupaciones propiciadas por
los campesinos aglutinados en la
MCNOC, reconoció sin embargo la
necesidad de que los sin tierra “hagan
correr a los sojeros brasileños”.
Benítez
afirmó a otro diario asunceño que “Con
las ocupaciones se busca impedir que los
brasiguayos sigan cultivando y fumigando
sobre los campesinos paraguayos. En
algunos lugares tenemos problemas con
los brasileños, estamos en contra de
Tranquilino Favero
y Ulises Teixera
-grandes terratenientes brasileños- y de
otros de la misma nacionalidad, que
vienen a ocupar San Pedro y perjudican a
las comunidades campesinas. Por eso, los
labriegos están entrando a las
propiedades, con el sólo objetivo de
frenar las invasiones brasileñas”, adujo
Benítez.
Ganaderos y sojeros contra las
ocupaciones
La tensión
en el campo aumentó con las
declaraciones de Néstor Núñez,
recientemente electo presidente de la
Asociación Rural del Paraguay (ARP),
quien asegura que en el país existen
“800.000 hectáreas de tierras
improductivas en poder de los
campesinos”.
Núñez
opinó, además, que la ocupación de
propiedades “es un negocio de los 'pseudo'
dirigentes campesinos que siempre se
aprovechan, y no sólo de ellos, también
de los políticos que están incitando,
porque es fácil ser generoso con las
cosas ajenas”.
Luego de
reunirse con el electo presidente
Lugo, Nuñez indicó que los
ganaderos defenderán sus tierras, “y si
tenemos que entregar nuestra propia vida
la vamos a entregar, porque esto es lo
que nos une, nuestra tierra”, expresó en
declaraciones a la radio asuncena
Ñandutí. Añadió que observan como algo
positivo la propuesta de realizar un
catastro nacional de las propiedades
anunciada por la Alianza Patriótica para
el Cambio (APC).
La
tensión en el campo paraguayo preocupa
tanto que hasta el propio embajador de
Estados Unidos ante el gobierno
paraguayo, James Cason, metió la mano
para advertir que la inseguridad
generada por los problemas de “invasión
de la propiedad privada” ahuyentará a
los inversionistas extranjeros.
El diplomático señaló que espera que el
gobierno de Fernando Lugo
pueda afrontar el eterno problema de los
sin tierras paraguayos y el respeto a la
propiedad privada. Aseguró que el
problema del campo no obedece sólo a la
falta de tierras para cultivar, sino que
es mucho más complejo, pues también se
deben contemplar créditos, herramientas
y programas de cultivos para los
labriegos.
El gobierno pide declarar una tregua
Ahora, el
clima de tensión vivido en estos últimos
días se disipó en cierta medida,
mediante la propuesta del gobierno de
Duarte Frutos de declarar una tregua
en las ocupaciones y establecer una mesa
de diálogo con el recientemente
conformado equipo de transición del
mandatario electo Fernando Lugo y
las organizaciones campesinas, a fin de
atender la crisis en el campo.
El actual
mandatario debió reaccionar debido a los
enfrentamientos armados que ya
ocurrieron en algunas de las
ocupaciones. No obstante, los labriegos
siguen manteniendo en pie la amenaza de
ocupar un total de 60 cultivos de soja
transgénica en todo el departamento de
San Pedro.
Mientras, el
diputado Rafael Filizzola,
miembro de la APC, aclaró a los
medios de prensa que el tema de las
invasiones de tierra es un asunto que
debe ser resuelto por el gobierno de
Duarte Frutos y que si la Alianza
toma parte en la mesa de negociaciones
será sólo en carácter de observadora.
Filizzola
dijo que Fernando Lugo estudiará
la invitación de Duarte Frutos
para integrar la mesa de diálogo, pero
adelantó que en ningún caso participarán
de la toma de decisiones ni realizarán
recomendaciones al gobierno actual.
El panorama
se presenta complicado para todas las
partes en conflicto, debido a que
Duarte Frutos sólo piensa en dejar
el gobierno sin mayores complicaciones y
tirarle el fardo de los problemas sin
resolver a su sucesor. En tanto, éste
espera que el conflicto se resuelva
durante lo que queda del mandato de
Duarte, para así no tener que lidiar
con la postura intransigente de los
otros miembros de la APC, los
liberales, quienes se manifiestan
contrarios a las ocupaciones.